La jueza del Contencioso 2 de Valladolid ha autorizado a la Consejería de Sanidad de Castilla y León a aislar diez viviendas del barrio de las Delicias y mantener su cuarentena al menos hasta el día 24 para contener un brote de coronavirus que ya tiene, este viernes, 23 contagiados y 61 personas en seguimiento.
Según ha informado el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad, la jueza ha estimado la petición de la Junta de Castilla y León y ha ratificado íntegramente las diez órdenes de la Consejería de Sanidad dictadas el 14 de julio por las que se acuerda el aislamiento de las diez viviendas para evitar la propagación del virus y garantizar la salud de la población.
Además, el juzgado ha decidido la cuarentena domiciliaria de sus ocupantes hasta el 24 de julio, pudiendo prorrogarse esta medida en función del resultado de las pruebas que se practiquen.
La magistrada, igualmente, acuerda ratificar las medidas de restricción de las visitas a esos domicilios durante ese periodo a lo estrictamente necesario para la atención de las personas integrantes de la unidad domiciliaria a que se refiere cada una de las órdenes.
En el caso de hubiese que prorrogar las restricciones, como consecuencia de los resultados de las pruebas que se les practiquen a las personas sometidas a control sanitario, la Junta habrá de comunicarlo de forma inmediata al Juzgado para que decida sobre la continuidad de las medidas.
En el auto, que ya ha sido notificado a las partes, la magistrada explica que "se trata de medidas urgentes y necesarias para la salud pública atendiendo a las circunstancias concurrentes, todas ellas relacionadas con la situación de emergencia producida por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2/COVID-29".
Añade la jueza que "la medida de aislamiento y cuarentena domiciliaria obligatoria acordada es necesaria e idónea para evitar la propagación de los contagios, pues no existe una medida menos gravosa o lesiva para la consecución del objetivo propuesto, y que el sacrificio de derecho y/o libertades reporta más beneficios al interés general que desventajas o perjuicios a otros bienes o derechos atendidos la gravedad de la injerencia y las circunstancias personales de quien la sufre".
Y defiende que existe una "proporcionalidad intrínseca" entre los derechos fundamentales afectados y las medidas que se han adoptado con la finalidad de "proteger el derecho a la vida e integridad física".
A este respecto, recuerda el artículo 15 de la Constitución Española y el 43 son el fundamento último de las limitaciones que impone las órdenes sometidas a ratificación judicial para proteger la salud y la seguridad de los ciudadanos, para contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública y asegurar el funcionamiento de los servicios públicos esenciales.
Las medidas acordadas por la Junta de Castilla y León y sometidas a ratificación judicial, son, según la magistrada "proporcionadas atendiendo al espacio territorial al que afectan, a las personas a las que se aplica y a la duración temporal de esa aplicación".
Se trata de un brote activo declarado hace cinco días en Valladolid, que ya afecta ya a 23 personas, de entre 2 y 55 años, tras un nuevo caso confirmado por PCR este viernes, en su mayoría familiares que han dado positivo en las pruebas que se les ha realizado, mientras que las personas controladas por posibles contactos son 61.
Estos pacientes forman parte de entornos familiares y mixto, cursan con sintomatología leve o asintomáticos, ninguno ha tenido que ser hospitalizado y todos se encuentran en situación de aislamiento domiciliario.
La labor de control se ha extendido a la provincia de Segovia, en una empresa de procesado de hortalizas de Chatún después de que siete de sus trabajadores, que viven en Valladolid pero trabajan allí, hayan dado positivo, dentro del citado brote.
Se han realizado pruebas a nueve trabajadores de la empresa, todos de nacionalidad marroquí y de unos cuarenta años menos a excepción de uno de sesenta, que llevaban más de un año como parte de la plantilla y que compartían tres coches para ir a trabajar cada día