Primero fue Pfizer y ahora Moderna. Los laboratorios pelean por lograr la mejor vacuna contra el covid y lo están haciendo en tiempo récord. La gran pregunta es… ¿Son seguras? ¿Es posible sacar al mercado una vacuna en tan poco tiempo? A continuación intentamos dar respuesta a algunas de estas incógnitas.
La mayoría de las vacunas que tenemos contra otras enfermedades tardaron años y años en desarrollarse. Sin embargo, con esta pandemia los gobiernos e instituciones están invirtiendo grandes cantidades de dinero y además, la comunidad científica está compartiendo información como nunca hasta ahora. Hay iniciativas como Operation Warp Speed en Estados Unidos y el Vaccine Taskforce en Gran Bretaña.
La Operation Warp Speed, explica CNN, por ejemplo, ha elaborado protocolos para permitir que los ensayos clínicos avancen más rápidamente.
Los expertos también señalan que la fabricación a escala industrial de las vacunas ha empezado antes de saber si definitivamente serán efectivas y aprobadas. Por lo que se ha ganado mucho tiempo en el proceso de producción.
La vacuna de Pfizer contra el coronavirus, el primer laboratorio en dar la noticia, tiene más de un 90% de eficacia. La de Moderna tiene un 94,5%. Son tasas mucho más altas que las de vacunas de otras enfermedades. El lado negativo es que los resultados son muy preliminares, es decir, los ensayos clínicos están en fases muy tempranas.
Moderna le ha puesto placebo a 15.000 personas. De ellas, 90 desarrollaron covid. A otras 1.500 les puso su vacuna y solo cinco desarrollaron la enfermedad, ninguno grave.
En el ensayo de Moderna, a 15.000 participantes del estudio se les suministró un placebo, que es una inyección de solución salina sin ningún efecto. Durante varios meses, 90 de esas personas desarrollaron coronavirus. A otros 15.000 participantes se les administró la vacuna y cinco de ellos presentaron covid-19.
El director del Instituto Internacional de Vacunas, Dr. Jerome Kim, ha señalado en una entrevista en CNN que el éxito de Moderna es una gran noticia pero que debe tomarse con cautela. “Será muy importante saber cuál es la eficacia, no a los dos meses, sino a los seis y doce”. Si destacó la importancia de que las vacunas ARN son eficaces contra las enfermedades infecciosas.
Las grandes dudas de la comunidad científicas son saber si estas vacunas evitarían la infección por completo o si harían menos probable una enfermedad grave y saber también la duración de la protección.
Moderna ha asegurado que su vacuna no presentó efectos secundarios significativos. Un pequeño porcentaje de quienes la recibieron tuvo dolores corporales y de cabeza.
“Ellos no reportan problemas de seguridad. Los principales efectos secundarios son dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolores musculares o articulares y dolor de cabeza que parecen ocurrir con más frecuencia después de la segunda inyección”, ha explicado la doctora Penny Ward, profesora visitante de medicina farmacéutica en King’s College London, al SMC. Cuando una vacuna recibe una autorización de uso de emergencia los CDC siguen contralando los efectos secundarios.
Algunos voluntarios de la vacuna de Pfizer han revelado efectos secundarios similares. Algunos han explicado que se sintieron como su tuvieran una gripe, otros los han descrito más como una resaca.
Las vacunas suelen imitar parte del virus contra el que protegen y eso es lo que provoca la respuesta del sistema inmunológico. Las vacunas de Pfizer y Moderna son novedosas porque no te introducen el virus, vivo o muerto, como las actuales vacunas. Sino que te introducen en el ARN del virus que es como su ADN. Con este ARN, el cuerpo genera anticuerpos por si en el futuro la persona se infecta.
La vacuna de Oxford/AstraZeneca, en cambio, se fabricó con un virus modificado de chimpancé, que es inofensivo, cuenta CNN.
Anthony Fauci, el epidemiólogo de la Casa Blanca, ha dicho que las primera vacunas podrían administrarse a finales de diciembre en aquel país. En España, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo que espera que las primeras esté disponible para poner en enero. España espera tener 30 millones de dosis de la de Pfizer, es decir, que podría vacunas a 15 millones de personas la próxima primavera.
En el caso de Moderna, el laboratorio ha asegurado que no ha observado diferencia en estas personas. De entre los 30.000 participantes del ensayo, 7.000 eran mayores de 65 años y 5.000 menores de esta edad pero con enfermedades previas. 11.000 personas era negras, aproximadamente el 37% de la población de EEUU.
Lo previsible es que no. En España la vacunación no es imperativo legal, aunque las autoridades sanitarios lo piden encarecidamente. El sistema de vacunación en España es uno de los mejores a nivel mundial, según los expertos.
En EEUU, Fauci no cree que se vaya a obligar a nadie a vacunarse y lo mismo han dicho las autoridades británicas.