La pérdida del olfato o anosmia es uno de los síntomas más frecuentes de la enfermedad producida por el covid19 y es muy habitual que sea una de las primeras señales que nos avisan de la infección. Además, es un síntoma que puede permanecer en el tiempo durante mucho tiempo tras superar la enfermedad, como uno de los síntomas propios del denominado covid persistente. Ahora, un grupo de investigadores de Estados Unidos sugiere que esta pérdida de olfato crónica puede anticipar futuros problemas neurológicos.
La anosmia es incluso considerada una buena señal a la hora de haberse contagiado de covid19, porque en la mayoría de los casos suele ser indicativo de una convalecencia muy suave, con síntomas muy leves de la enfermedad. Pero cuando se convierte en una pérdida de olfato persistente o crónica, estaos ante algo mucho más preocupante.
En un reciente estudio, publicado en The Lancet Neurology y titulado “Efectos posvirales de la covid en el sistema olfativo y sus implicaciones”, sus autores se preguntan por la posible relación entre esta pérdida de olfato y la posibilidad de sufrir complicaciones neurológicas en un futuro. Los investigadores han aprovechado la ya larga duración de la pandemia para poder contar con una muestra suficientemente representativa y transcurriendo el tiempo suficiente.
En las conclusiones del estudio sus autores afirman: "Las secuelas neurodegenerativas a largo plazo pueden tardar años en manifestarse y pueden ser clínicamente silenciosas en este momento inicial de la pandemia de covid19. Aunque todavía no se puede establecer un vínculo definitivo entre el deterioro olfativo crónico o permanente y la vulnerabilidad neurológica futura, algunos estudios sugieren una asociación."
Los investigadores explican que "la señalización neuroinflamatoria dentro del cerebro es un factor clave de las enfermedades neurodegenerativas. Las regiones cerebrales involucradas en el procesamiento del olfato son sitios tempranos de las características patológicas de la enfermedad neurodegenerativa y se conectan a regiones cerebrales adyacentes involucradas en la memoria y la atención".
Por tanto, el estudio concluye que "en personas que se han recuperado de covid19, un déficit olfativo crónico o permanente podría ser un pronóstico de una mayor probabilidad de sufrir secuelas neurológicas o trastornos neurodegenerativos a largo plazo".
Los autores del estudio, que recuerdan que la pérdida del olfato también puede aparecer en las primeras etapas de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, alertan de la necesidad de vigilar la salud de los pacientes que hayan pasado el covid19 y hayan sufrido esta anosmia crónica o persistente. "Los supervivientes de covid19, con o sin deterioro olfatorio persistente, pueden estar en riesgo de aparición o progresión acelerada de enfermedades neurodegenerativas y deben estudiarse longitudinalmente con imágenes y biomarcadores moleculares, y perfiles cognitivos, para evaluar este riesgo".
Y en cuanto a la vacunación, afirman que "a medida que los esfuerzos de vacunación reducen la mortalidad, también ejercerán un impacto duradero sobre la morbilidad al disminuir las secuelas neurológicas del SARS-CoV-2".