Los síntomas del covid persistente siguen siendo un enigma para los investigadores de la pandemia. El avance de la enfermedad entre los niños y adolescentes ha hecho que los científicos se pregunten sobre cómo les afecta a ellos, cuánto duran estos síntomas y cuáles son los mas frecuentes. Un estudio conjunto de Zoe Limited y King's College London publicado en la revista The Lancet Child & Adolescent Health ha dado una primera respuesta a estos interrogantes.
Y las noticias son esperanzadoras. Según estos investigadores, la mayoría de los escolares en el Reino Unido contagiados con la covid19 se recuperó a partir del día 56 de contacto con la enfermedad y solo un pequeño porcentaje que había dado negativo en la prueba de SARS-CoV-2 había mostrado síntomas persistentes en el tiempo.
El estudio recuerda que hasta el 68 por ciento de los menores contagiados ha sido asintomático y que los casos mortales son muy raros.
La investigación ha puesto el foco en lo que se conoce como 'síndrome inflamatorio multisistémico en niños' que se presenta entre 2 y 4 semanas después de la infección grave por covid-19.
Los síntomas más habituales registrados entre los menores afectados por la covid persistente fueron, según este estudio el dolor de cabeza y el cansancio. Muy por detrás de estos estaba la fiebre, el dolor de garganta, dolor abdominal y la tos persistentes. También es posible señalar casos de anosmia. En todo caso es posible también identificar la combinación de todos o algunos de estos síntomas entre sí.
El estudio destaca también que durante la primera semana de la enfermedad, los más pequeños presentaban una combinación mayoritaria de 3 de estos síntomas, algo que se incrementaba ligeramente hasta 4 en el caso de los de mayor edad.
Por todo ello, los investigadores concluyen que a diferencia de los adultos, los niños y adolescentes contagiados con la covid-19 tienen una baja probabilidad de padecer síntomas concurrentes con covid persistente, llegando a un máximo de 28 días de duración de la enfermedad.
También se percibe que la anosmia y la disosmia fueron los síntomas que prevalecieron en estos grupos etarios en los que la fatiga crónica, superior a los tres meses, solo afectó a un 1 por ciento de los menores contagiados.
Finalmente, los investigadores también han apuntado a la relación entre enfermedad y rendimiento escolar. Las conclusiones establece que "no se informaron de problemas de atención, falta e memoria o ansiedad" entre los menores. Tampoco se estableció afecciones neurológicas posteriores en los niños o adolescentes como consecuencia de la enfermedad o sus síntomas.