Wasaps con mi gurú (Diana, 2021) cayó en mis manos en pleno proceso de desintoxicación de móvil, ¡horror! Esa fue la expresión que salió de mi boca cuando abrí el libro por una página cualquiera y me encontré -reproducida a la perfección en formato hoja de papel-una pantalla de wasap. A la derecha, en bocadillos con fondo verde, como si fuera yo, hablaba Melendi. Sí, sí, Melendi, el músico, el de la canción de la vuelta ciclista. A la izquierda, en bocadillos con fondo blanco, como si fuera un colega de toda la vida, hablaba Sergi Torres. Sí, sí, ¡Sergi Torres!, el escritor de las charlas, el de la autoindagación. Para los que no tienen la suerte de conocerle, resumo mucho: para mí es uno de los seres humanos más inspiradores. Probablemente se deba a que Torres es un tipo de mi quinta, que habla de cosas muy sencillas, pero a la vez muy profundas, con un lenguaje, unos ejemplos y unas metáforas que me hacen conectar con él mucho más que con otros gurús.
De modo que tenía que darle una oportunidad a un libro escrito “a pachas” entre dos seres humanos que aparentemente no tienen nada que ver pero que comparten un propósito claro: “dejar clara su completa ignorancia sobre todas las cosas y, desde esa evidencia, volver a descubrir la vida”, como dice la contraportada del libro.
En Wasaps con mi gurú, Melendi y Sergi Torres conversan largo y profundo sobre el presente, el futuro que nos espera, la sexualidad, la muerte, la vida, la fama, el miedo, el planeta, el género…temas que, como comentaron los propios autores en la presentación a la prensa de libro, no son los más populares en nuestro día a día: “Es que cuesta tener una conversación interesante con alguien, porque ¡vamos tan rapido! Y con interesante -putualizó Melendi, quiero decir un poco más profundas de lo que es el día a día y de lo que es ‘¡mira qué tiempo hace!’. Cuesta, a veces, encontrar un lugar, que se den las condiciones y las personas para que esto suceda”.
Uno de los mensajes ‘encubiertos’ que los autores pretenden lanzar en este libro es precisamente que aunque parezca imposible, también se puede hablar sobre estos temas y con esta profundidad por wasap. De hecho, el formato de este libro es un guiño a la gente más joven. Porque “la gente joven no tiene voz en esta sociedad” insitió Melendi. Y porque -puntualizó Sergi Torres, “Tenemos esa tendencia a que ellos se ‘incorporan’ a la sociedad, cuando en realidad ellos son en potencia grandes transformadores de la sociedad, entonces ellos están muy abiertos. Yo me entristezco cuando veo a un joven pasarlo mal por luchar para incorporarse a una sociedad que no le está incluyendo y que él tiene que perder toda su inocencia, su parte genuina, su esencia, para llegar a ser alguien en un sistema. Eso a mí me genera tristeza”.
A la pregunta de si su objetivo con el libro es ayudar a otras personas -fundamentalmente jóvenes- a iniciar un proceso de entrada de conciencia sobre el mundo y sobre ellos mismos, a metafóricamente hablando ‘despertar’ e iniciar un proceso de autoindagación como el que Melendi comenzó en su día, la respuesta del músico fue clara: “A mí me hubiera encantado con 15 años tener un libro que en forma, no en fondo, en forma, fuera acorde con el tiempo en el que vivo -porque siempre he sentido que mis padres no entendían nada de mi vida ni de nada- y, desde este libro, poder ver que no estaba loco, porque yo, cuando era dolescente, pensaba realmente que estaba absolutamnete chiflado y que todas estas cosas que se me pasaban por la cabeza eran porque yo estaba absolutamente demente”.
“Para mí, dijo Sergi Torres, es muy importante que alguien cuando lea esto se pueda cuestionar a sí mismo y pueda descubrir que somos mucho más ignorantes de lo que pensamos y, al mismo tiempo, cuando vemos esa ignorancia y la reconocemos, tenemos una sabiduría interna todos: eso es lo que para mí es importnte a la hora de escudriñar estas páginas del libro. Sí que hay un cuestionamiento de todo, porque nos damos cuenta de ¿qué es el sexo realmente?, ¿como es la sexualidad, el género, la fama?"
“Mi intención detrás de esto, añadió Melendi, la única intención que yo tengo, o la mentira que me he contado a mí mismo de la intención que yo tengo, es que la gente que me sigue, que ha vivido también mi proceso y me conoce y lo sabe y sabe que estoy ahí poquito a poquito empezando a meter la patita en este mundo, conozca a Sergi Torres. A mí me interesa que la gente conozca a Sergi Torres porque a mí, Sergi Torres, me ha hecho mucho bien”.
Inevitable preguntar a Segi Torres si él -al igual que yo- ve a Melendi como un embajador de su mensaje “Yo sí que lo veo como un embajador. Lo he visto en acción y en el prólogo lo pongo: menciono que tuvimos una charla los dos en un centro penitenciario con jóvenes y es una pasada cuando él empieza a hablar y expone su transformación y cómo ha vivido el mundo de su sombra…y todos ahí escuchando, totalmente atentos. Y me cuentan que hoy en día, esos chicos, se acuerdan de sus palabras y las usan como referencia…para mí es un claro embajador”.
"A mí eso me da un poco de miedo -puntualizó Melendi- porque no es mi intención ser el embajador, mi intención es que lo sea Sergi, pero más grande aún”.
Melendi explicó que comenzó su propio proceso de transformación personal, de autodescubrimiento o ‘despertar’, hace ya algunos años, cuando empezó a ‘trabajarse a sí mismo’ y a escucharse, con la fallecida Joaquina Fernández, una coach experta en comunicación.
“Yo, por lo menos, no entendía lo que significaba mirar hacia dentro; yo no sabía de nada, del inconsciente, pero he tenido la suerte de tener a personas que me lo han explicado y me han confrontado conmigo mismo. Pero yo, al principio, no entendía qué querian decir con eso de ‘mira adentro’…yo decía: ¿pero dónde miro?, ¿qué es eso?"
Con el tiempo, añadió Melendi, “me dí cuenta de que no era tan complicado y que simplemente eran cosas que tú ya sabías que estaban ahí y que de repente un día hacen clic y salen. Y eso es lo que me encantaría…me encantaría que lo diera en las escuelas, pero llegaremos hasta donde llegaremos. Me encantaria que la gente joven no tuviera que darse todos los hostiazos y todas las leches que yo me dí repitiendo siempre los mismos comportamientos, cuando son cosas que tenemos que resolver. Es como una especie de puzle que hay que resolver y es simplemente atendiéndote, escuchándote”.
A partir de ahí, Melendi emprendió ese camino hacia dentro, que le llevó a interesarse por las charlas de Sergi Torres, a las que al principio iba de incógnito “con el kit del famoso que no quiere que le descubran”.
“Es un proceso en el que yo todavía estoy muy al principio y durará toda la vida o dos vidas o tres vidas, pero que es apasionate, porque al final te hace vivir mucho más feliz, te hace entender mucho mejor a los demás y eso, para mí, es muy importante, porque cuando vives creyendo que lo sabes todo y que la razón es la tuya, la vida es superdolorosa”.
La riqueza de las conversaciones entre Melendi y Sergi Torres en Wasaps con mi gurú es un buen ejemplo de cómo de distinta es la conexión entre dos seres humanos cuando estos a su vez hablan desde una conexión consigo mismos. “Si no te puedes comunicar contigo mismo -dijo Melendi- de mala manera te podrás comunicar con la persona que tienes enfrente o empatizar con la persona que tienes enfrente. Yo, realmente cuando empecé a empatizar con las personas, es cuando empecé a ver en mí esos mecanismos -casi todos por miedo a muchísimas cosas- y son mecanismos que me hacían comportarme de determinada manera e inventarme determinadas cosas que se acaban convirtiendo en verdad. Ese ruido inconsciente que todos tenemos…cuando empecé a comunicarme conmigo mismo, empecé realmente a escuchar a los demás, realmente a entender a los demás y a comunicarme con ellos”.
“Lo veo igual -puntualizó Sergi Torres- cuando podemos usar esas conversaciones para indagar, para ir a un lugar profundo, tenemos que pasar primero por ese espacio de miedo de conexión con nosotros mismos. Porque si yo no conecto conmigo mismo, yo no puedo ser honesto, entonces, no puedo establecer un ambiente o un espacio de conversación donde los dos podamos ir a un poco más de profundidad”.
Esta idea de la importancia y la necesidad de hacer ese trabajo de introspección para lograr mantener un mínimo de equilibrio emocional en estos tiempos convulsos e inciertos, tiene especial relevancia justo ahora, cuando la salud mental está más en el foco que nunca. Por eso, Melendi no quiso terminar sin animar a pedir ayuda cuando uno siente que no está bien.
“Para mi, en la sociedad en que vivimos, con la educación que nos han dado, o tienes una persona que te guia o tienes la suerte que he tendio yo de que en tu vida aparecen personas como Joaquina o como Sergi…pero eso no todo el mundo tiene la suerte. Por eso, me parece fundamental tener a una persona en la vida, llámalo coach, llamálo tu guia espiritual que te ayude a entenderte y darte cuenta de que locos estamos todos, pero que unos hablamos para dentro y otros para fuera. Para mí es fundamental que alguien que se sienta mal pero no sepa por qué, acuda a una persona que le guie, lo veo fundamental. Y ya he dicho que hubo un momento en mi vida en que yo pensaba que estaba absolutamente pirado y realmente cuando te empiezas a quitar cosas y a desgranar ciertas cosas y a entenderte y a verte, pues todo se alivia una barbaridad. Para mí es fundamental que la gente tenga eso”.