La nueva normalidad nos está acostumbrando a convivir con los rebrotes controlados de coronavirus en toda la geografía española, pero los médicos de atención primaria advierten sobre la temida segunda ola que podría traer importantes consecuencias y que esperan que llegue en otoño, cuando podría coincidir con la campaña de la gripe causando un caos mayor en el sistema sanitario. El diario 'La razón' ha recogido la opinión de varios de estos médicos de familia respecto a la situación que se avecina.
El presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Salvador Tranche, cree que "una vez superado el momento más grave, hay cierta angustia a querer ser atendidos", aunque asegura que en estos momentos "funcionamos mejor porque la situación de la pandemia está más controlada, pero estamos debilitados aún". A su juicio, ha influido muy negativamente la presión asistencial y la falta de personal: "El punto de partida antes de la pandemia ya era malo, y ahora los profesionales están agotados física y psicológicamente, porque la gravedad de la enfermedad y la dificultad de su gestión en un entorno de altísima incertidumbre, escasez de recursos, protocolos que cambiaban de un día para otro... ha sido tremenda".
María Fernández, vicepresidenta de la semFYC, alerta de lo peligroso de un otoño que "este año va a ser brutal" al juntarse un posible rebrote con la campaña de la gripe: "Cuando aparezca la tos, fiebre... va a haber que hacer PCR a todo el mundo", para lo cual necesitan "un refuerzo de personal, y no llega". En este sentido, recalca dos necesidades muy importantes: «incorporar profesionales en medicina de Atención Primaria para atender a los pacientes institucionalizados en residencias de mayores y potenciar la atención en domicilio a pacientes crónicos».
Fernández hace un llamamiento también a los pacientes: "No estamos cerrados, ni nos negamos a atenderles. Tenemos que hacerlo con seguridad, por eso el contacto con el Centro de Salud tiene que ser por teléfono, y si es necesario verlos que vayan, que se les va a atender".
Por su parte, Salvador Tranche recalca que no hay que tener miedo a ir al centro de salud, porque durante la pandemia ha habido "retrasos diagnósticos" que pueden ser peligrosos. Tranche cita los ejemplos de "infartos de una o dos semanas de evolución o apendicitis muy evolucionadas con cuadros de dolor de tres o cuatro días en los que el paciente no quiso acudir", o un hombre con un sangrado rectal "que tenía cáncer de colon y hemos perdido tres meses".
Tranche recalca que el coronavirus ha cambiado la atención primaria, que las prioridades son, en este orden, pacientes con patologías agudas y pacientes crónicos, reducir las visitas innecesarias y fomentar la autorresponsabilidad y el autocuidado.
También lamenta el abandono de las prácticas preventivas como puede ser "el retraso en las vacunas" muy especialmente en los lactantes (sobre todo porque altera el desarrollo del calendario). "Es muy importante al menos llamar", ponerse en contacto con su médico de familia. Y a partir de ahí ya el profesional le va orientando. "El miedo a acudir a los centros sanitarios durante la pandemia ha dado lugar a situaciones que hace años no veíamos", señala.
Por último, Tranche recuerda que "el virus está aquí, el riesgo en los centros de salud o en los centros sanitarios en general es mayor porque es donde se encuentran los enfermos y por eso defiende la atención no presencial. "No va a ser como antes, recalca. Hay que reducir las visitas innecesarias y fomentar la autorresponsabilidad y el autocuidado", recalca.