Las mamparas, bastidor fijo o movible recubierto de plástico, vidrio o cristal que sirve para dividir espacios, se están convirtiendo en un elemento clave para los establecimientos que planean su reapertura de cara a la fase de desescalada. Desde todos los sectores se trabaja en implementar medidas de protección para que la transmisión del coronavirus no se descontrole y aumente de nuevo la propagación, lo que nos llevaría a dar marcha atrás en el desconfinamiento.
Los biombos, muebles formados por dos o más laminas que se utilizan para la separación dentro de un espacio, también están siendo recursos de prevención. El objetivo sigue siendo el mismo, evitar nuevos contagios. "Las mamparas, en cuanto a material, están hechas de metacrilato, policarbonato y PVC. Se están instalando en todo tipo de sectores. Para separar a compañeros en mesas pegadas, en una oficina, por ejemplo, se están utilizando de metacrilato de cuatro o cinco milímetros de espesor", explican a Informativos Telecinco fuentes de Artipubli.
"El modelo dependerá del uso que se le quiera dar, si es para venta cara al público o separar empleados, entre otros motivos. Se pueden ver también para separar a los clientes en las gestorías, que estos días reciben a mucha gente con la declaración de la renta, y estas son distintas a las que se instalan en farmacias o estancos. Las mamparas, además, se están instalando en comercios, ayuntamientos o taxis. Nuestra compañía ha instalado mamparas de protección de 98x48 a 750 taxis de Cantabria. Lo ha financiado la consejería de Transportes", destacan.
"El precio dependerá del tamaño y el espesor del producto. Pueden ir desde 40 euros hasta los 300, como una que hemos podido instalar recientemente en una empresa de recambios de automoción. Lo que podemos asegurar es que está habiendo un aumento de ventas de los derivados del plástico como el metacrilato o el policarbonato", aseguran.
La reapertura de las terrazas de los bares y restaurantes se prevé a partir del 11 de mayo. Muchos establecimientos recopilan ideas para aumentar la seguridad desde el punto de vista del cliente. Se piensa en mamparas colgadas del techo que marquen una determinada distancia con el camarero, aunque no hay ninguna propuesta oficial sobre la mesa.
"Instalar una mampara de metacrilato en un bar es muy complicado. Si la barra tiene de longitud 10 o 12 metros va a ser una locura de gasto. Lo ideal sería que los camareros lleven una pantalla facial, pero también tiene que ser cómodo para trabajar", señalan desde Artipubli.
"Muchas empresas están especulando con que los comensales se separen por una mampara. Yo creo que nadie se imagina esta situación: dos personas que comen juntas, separadas. Si la distancia física se marca y se garantiza, no habría por qué poner un biombo o una mampara", explican.
Una de las mamparas que está teniendo más éxito, en cuanto a ventas, son las mamparas -estores- enrrollables de PVC, policloruro de vinilo, el plástico con menor dependencia del petróleo. "Este tipo de mampara se podría instalar en un bar, se puede poner en cualquier sitio. Es una alternativa a las mamparas de metacrilato. Este modelo, que previene el contagio contra el coronavirus, se ha desarrollado expresamente para esta situación. Está funcionando muy bien. Desde que la hemos dado de alta estamos teniendo una demanda muy importante", comentan a Informativos Telecinco fuentes de Cortidecor.
"Los estores enrrollables -que sirven como mampara- se fabrican a medida. Una mampara que pueda tener un metro de ancho por dos metros de alto, se está vendiendo al público a 95 euros con IVA incluido. Tienen dos opciones de accionamiento: se puede hacer con una cadena para que baje la cortina (mampara) o también se puede hacer vía motor, que se pueda subir y bajar con un mando a distancia", añaden.
Las mamparas ya son un elemento habitual en los estancos, actividades esenciales que no han parado en ningún momento su actividad durante el estado de alarma. Las mamparas tienen distintos tamaños y formas, pero el sector trabaja con mamparas portátiles fabricadas en metacrilato transparente de fácil ensamblaje, sin tornillería ni adhesivos.
Hay tres modelos, por lo general; la mampara compacta (90 euros), que tiene una ventanilla abierta de 25x15 cm y que se sujeta con dos soportes de metacrilato en forma de triángulo; la mampara con ventanilla corredera (98 euros), que se sujeta igual que la compacta pero tiene una ventanilla corredera de 20x15 cm; y la mampara de cinta transportadora (98 euros), que tiene dos soportes de pinza y una palometa de aproximación.