Una hernia de disco consiste en la rotura del disco intervertebral (que amortigua entre 2 vértebras), de forma que el material que se encuentra dentro de dicho disco salga hacia el canal vertebral donde se localizan las estructuras nerviosas.
"Dependiendo de si el disco herniado es cervical, dorsal o lumbar podrá tener diferentes consecuencias", afirma en una entrevista con Infosalus el doctor Daniel Iglesias, especialista de cirugía de columna de Hospital Quironsalud de Zaragoza y miembro de la sociedad científica AOSpine.
Así, indica que entre sus causas destacan la mala higiene postural, el sedentarismo, la obesidad y el tabaquismo, si bien advierte de que también hay un componente genético asociado, al tiempo que subraya que los discos lumbares son los más frecuentemente afectados, siendo el síntoma más característico de la hernia discal lumbar el dolor tipo ciática.
"Se trata de un dolor de origen en el área lumbar que se irradia por el glúteo y que acaba bajando por una o por ambas extremidades inferiores. En otras ocasiones se puede afectar la sensibilidad en forma de pérdida de tacto o sensación de entumecimiento, o incluso en casos graves tener lugar una pérdida de fuerza en piernas e incluso incontinencia de esfínteres", aclara el traumatólogo.
En el caso de los discos cervicales, el doctor Iglesias subraya que la irradiación se establece por los brazos, y en los casos muy severos se puede afectar la médula y alterarse la marcha en consecuencia.
Para estos casos, el especialista de Quirónsalud Zaragoza mantiene que son muy útiles las medidas de prevención de la hernia discal: "Es fundamental mantener una correcta higiene postural tanto en trabajos con mayor demanda física (portar correctamente los pesos cuando se tenga que levantarlos), como en los sedentarios (sentarse correctamente, realizar cambios de postura, por ejemplo)".
Después, comenta que se debe evitar el sedentarismo, a la vez que conviene tener un hábito deportivo con la práctica de pilates, espalda sana, natación y deportes sin impacto, algo que se traduce en un menor riesgo de herniarse.
Otras medidas que pueden ser útiles a la hora de prevenir hernias, a juicio de Iglesias, son evitar el sobrepeso y el tabaquismo, pues el tabaco favorece la rotura discal y la producción de la hernia discal.
Para poder diagnosticarlo el especialista en columna señala que se necesita tanto una buena entrevista con el paciente como exploración clínica, ya que estas aportarán un alto índice de sospecha, aunque reconoce que la prueba clave es la realización de una resonancia magnética.
En este contexto, el especialista de cirugía de columna de Hospital Quironsalud de Zaragoza indica que, afortunadamente, tan sólo el 1% de las hernias acaban precisando de tratamiento quirúrgico: "Generalmente con un tratamiento analgésico, complementado con fisioterapia, suele ser suficiente y en unas semanas lo habitual es que los síntomas cedan".
Ahora bien, el doctor sostiene que, en otras ocasiones, cuando la intensidad del dolor es más severa o el tratamiento anterior no ha sido efectivo, la realización de un tratamiento infiltrativo suele ser "muy efectivo", representando "una buena alternativa" en estos casos.
"Y ya solo en casos rebeldes a estas opciones previas, o dolor insostenible o asociado a pérdida de fuerza o continencia de esfínteres, recomendamos el tratamiento quirúrgico", apunta Iglesias.
Según celebra el experto, la cirugía de la hernia discal ha evolucionado progresivamente hacia una menor agresividad, y todo gracias al avance de la tecnología. En los últimos años, según prosigue, se ha desarrollado la técnica de la endoscopia de columna, que permite operar la hernia discal a través de una mínima agresividad y con una incisión de tan sólo 8 milímetros, disminuyendo el dolor postoperatorio, acelerando la recuperación funcional y reduciendo la posibilidad de complicaciones.
"De la misma manera que por artroscopia se trata la patología de la rodilla o el hombro, o por laparoscopia la del abdomen, ahora ya es posible intervenirse de la columna con esta técnica cuando es necesario, dejando atrás la agresividad de las cirugías de antaño y sus largos períodos de convalecencia", aclara el doctor Iglesias.
Sobre la recurrencia de las hernias de disco, el traumatólogo de Quirónsalud Zaragoza precisa que la estadística oscila en torno al 5%, y sobre todo si se mantienen las causas que provocaron esa primera hernia de disco.