La fibromialgia es una enfermedad crónica e incapacitante caracterizada por un dolor crónico en el aparato locomotor. Se trata de una alteración del Sistema de Sensibilización Central, al igual que el Síndrome de Fatiga Crónica, un cansancio físico y mental que no cesa con el reposo, y la Sensibilidad Química Múltiple, intolerancia a todo componente químico. Todas estas patologías suelen diagnosticarse por descarte y suman síntomas como infecciones frecuentes y alteraciones cognitivas, del sueño, de la concentración o de la memoria. Hoy es su Día Internacional y el gran propósito es acabar con la estigmatización, la invisibilidad y la falta de empatía con los enfermos que padecen esta enfermedad. Lo son Sandra y Nerea, que han contado su día a día a Informativos Telecinco.
La fibromialgia es frecuente, la padece entre el 2% al 6% de la población, sobre todo mujeres. Puede presentarse como única alteración (fibromialgia primaria) o asociada a otras enfermedades (fibromialgia concomitante), según explica ala web especializada inforeuma.com en un informe al respecto. La fibromialgia ocasiona muchos otros síntomas: el 90% de los pacientes tienen cansancio, entre el 70% y el 80% trastornos del sueño y hasta un 25% ansiedad o depresión.
También son muy frecuentes síntomas como mala tolerancia al esfuerzo, sensación de rigidez generalizada (sobre todo al levantarse por las mañanas), sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies, hormigueos que afectan de forma difusa sobre a las manos, jaquecas, dolores en la menstruación, colon irritable, sequedad en la boca y los ojos. Los que la sufren suelen usar la expresión, me duele todo. La desazón y el dolor varían a lo largo del día por múltiples factores. La enfermedad no tiene curación definitiva aunque se trata con analgésicos, antidepresivos y relajantes musculares.
Las alteraciones de la esfera cognitiva, que consisten en una dificultad para concentrarse, pérdida de memoria y dificultades para mantener la atención y realizar tareas que requieran esfuerzo mental, aunque sea mínimo. La rigidez matutina, la intolerancia al esfuerzo físico, los trastornos digestivos y las cefaleas son también muy frecuentes entre los pacientes con fibromialgia. Otros síntomas menos frecuentes, pero también muy importantes, son la sequedad de ojos, mareos y vértigos, dolor mandibular, taquicardia, disfunción sexual, trastornos psicopatológicos, dolor en suelo pélvico, prurito generalizado, disuria, hipersensibilidad sensorial, intolerancia a la luz brillante, intolerancia a los olores, sonidos...
Para paliar sus efectos es importante establecer las mejores condiciones para un sueño reparador. Tener una cama no excesivamente blanda ni excesivamente dura, así como una almohada baja, según destaca la Fundación Española de Reumatología. Evitar la ingesta de sustancias y bebidas estimulantes, las temperaturas extremas y los ruidos y luces es clave.
Los analgésicos disminuyen de manera parcial el dolor y sólo los debe tomar si su médico se lo indica. Otros grupos de medicamentos utilizados son los relajantes musculares que deben tomarse en tandas cortas y algunos fármacos antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina y que mejoran los síntomas de la fibromialgia, pero todos ellos deben suministrarse bajo prescripción médica.
Las personas que padecen fibromialgia sienten un dolor general, pero en ciertas zonas o puntos sensibles, el dolor experimentado se percibe como más intenso. Para intentar aliviar este dolor, existen ejercicios para la fibromialgia. El American College of Rheumatology, publicó 18 puntos que resultan claves para detectar la patología de estos pacientes. Son como sus puntos de dolor: Se encuentran en los siguiente puntos del cuerpo.
• En los codos
• En los glúteos (tercio superior y cresta ilíaca)
• En la parte interna de las rodillas
• En la zona externa de las caderas
• Entre los omóplatos (encima de la espina de la escápula)
• Debajo de la clavícula, en la zona superior del pecho
• En la nuca o base del cráneo
• En los músculos inferiores del cuello
• En los músculos trapecio situados en la espalda junto a los hombros
Los pacientes que acuden al médico, suelen describirlo como un dolor que se siente en todo el cuerpo, incluso a veces es definido como una molestia o quemazón. El dolor puede variar dependiendo de la hora, de cambios en el clima o de ciertos aspectos relacionados con la vida de la persona como estrés, falta de sueño o nivel de actividad.
La mayor parte de los pacientes sienten:
• Cansancio
• Trastornos del sueño
• Ansiedad o depresión
• Dolor de cabeza
• Sequedad en los ojos y boca
• Colon irritable
• Dolores durante el periodo
Para la fibromialgia no existe una cura. El tratamiento médico consiste básicamente en mejorar la calidad de vida del paciente, reduciendo el dolor y el resto de los síntomas. También es importante controlar los hábitos de vida del paciente para mejorar la calidad del sueño y tomar ciertos medicamentos, siempre y cuando el médico así lo indique: analgésicos para aliviar el dolor, relajantes musculares o fármacos antidepresivos.
No hablamos de patologías reumáticas ni psicológicas sino multisistémicas que recomiendan un abordaje multidisciplinar. "Este año queremos destacar la invisibilidad de los síndromes. Continuamos vivenciando la falta de reconocimiento médico, la carencia de compromiso en la mejora del diagnóstico y tratamiento de las patologías en su investigación", ha señalado la presidenta de FRIDA Navarra, Maider Aguirre.
Aguirre ha subrayado que se trata de enfermedades crónicas, discapacitantes y multisintomáticas, que "generan gran impacto en la calidad de vida, estado de ánimo y entorno social de las personas afectadas, debido a las limitaciones y pérdidas laborales, económicas, sociales, familiares". Un impacto que contrasta con "el desconocimiento e incomprensión no solo social, sino de la mayor parte de la comunidad médico-sanitaria". "Necesitamos consenso y reconocimiento médico sobre los síndromes. Necesitamos la visibilidad y el conocimiento social de nuestras situaciones", ha añadido.
Asimismo, la asociación quiere evidenciar "la falta de implicación del Síndrome de Fatiga Crónica en el estudio de la fatiga post Covid-19". "Consideramos que deberían haberse tenido en cuenta, a modo de base, los múltiples estudios ya existentes sobre este síndrome, para poder así, avanzar en su investigación de manera conjunta", ha afirmado.