"Se llama Andrea Levy. Es concejala de cultura. En Madrid. Es del PP. Tiene dificultades para leer tres frases en castellano. Debe ser por culpa de la inmersión lingüística". Así de sarcástico y duro era diputado del PSC en el Congreso, José Zaragoza con la política del PP a tenor de sus dificultades en un discurso. Tendrá que rectificar. Levy ha tenido que salir al paso de esas afirmaciones contando una dura realidad aunque antes ha contestado a Zaragoza sin referirse a su enfermedad.
"Llevamos años sufriendo agresiones en Cataluña y en el País Vasco, con el miles... miserable silencio cómplice del nacionalismo", decía Levy en su accidentada alocución. "Serán siempre las palabras frente a los cristales rojos... los cristales rotos, perdón, para luego hablar de cuerpas de seguridad. Pronto se ha sabido lo que le ocurría, tras las críticas en las redes, poco proclives a tolerar el error si es ajeno. Andrea Levy, delegada de Cultura, Turismo y Deporte de Madrid, ha anunciado que padece fibromialgia. Se trata de una enfermedad que provoca dolor generalizado en huesos y músculos, y que generalmente ocasiona cansancio y problemas de estado de ánimo, como depresión. La política 'popular' ha hecho pública su enfermedad después de recibir críticas por las dificultades que ha manifestado al pronunciar su discurso en el Ayuntamiento.
Levy confesaba qué le ocurre al programa Todo es Mentira. "Tengo una enfermedad crónica, que provoca un dolor casi paralizante, muchos días y por todo el cuerpo. Una enfermedad que muchas noches te deja sin dormir, porque causa un insomnio casi permanente. Una enfermedad que rebaja y reduce mi calidad de vida. Tengo fibromialgia”. Levy explicaba que para paliar el intenso dolor que sufre, que según ha confesado la ha llegado a dejar “dos semanas sin salir de la cama y sin poder moverme”, debe tomar una serie de medicamentos que le provocan, entre otros síntomas, que se le seque la boca, motivo por el que, algunas veces, sufre lapsus mientras habla.
Unos lapsus que, a su entender, no justifican la crueldad de algunas personas: “Me equivoco, me trastabillo, pero no creo que sea para quemar en la plaza pública a alguien porque diga mal una palabra, y eso, por supuesto no es porque yo vaya bebida al trabajo o venga de no sé qué. Para mí, salir de casa cada día, os aseguro que es un reto".
La palabra fibromialgia (FM) significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones). La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos). Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular. La fibromialgia es frecuente, la padece entre el 2% al 6% de la población, sobre todo mujeres. Puede presentarse como única alteración (fibromialgia primaria) o asociada a otras enfermedades (fibromialgia concomitante), según explica ala web especializada inforeuma.com en un informe al respecto.
La fibromialgia ocasiona muchos otros síntomas: el 90% de los pacientes tienen cansancio, entre el 70% y el 80% trastornos del sueño y hasta un 25% ansiedad o depresión. También son muy frecuentes síntomas como mala tolerancia al esfuerzo, sensación de rigidez generalizada (sobre todo al levantarse por las mañanas), sensación de inflamación mal delimitada en manos y pies, hormigueos que afectan de forma difusa sobre a las manos, jaquecas, dolores en la menstruación, colon irritable, sequedad en la boca y los ojos. Los que la sufren suelen usar la expresión, me duele todo. La desazón y el dolor varían a lo largo del día por múltiples factores. La enfermedad no tiene curación definitiva aunque se trata con analgésicos, antidepresivos y relajantes musculares.
Las alteraciones de la esfera cognitiva, que consisten en una dificultad para concentrarse, pérdida de memoria y dificultades para mantener la atención y realizar tareas que requieran esfuerzo mental, aunque sea mínimo. La rigidez matutina, la intolerancia al esfuerzo físico, los trastornos digestivos y las cefaleas son también muy frecuentes entre los pacientes con fibromialgia. Otros síntomas menos frecuentes, pero también muy importantes, son la sequedad de ojos, mareos y vértigos, dolor mandibular, taquicardia, disfunción sexual, trastornos psicopatológicos, dolor en suelo pélvico, prurito generalizado, disuria, hipersensibilidad sensorial, intolerancia a la luz brillante, intolerancia a los olores, sonidos, etc.