La rápida propagación del coronavirus por todo el mundo ha tenido sin duda un efecto dramático en la forma en que entendemos el concepto de contagio. Si hasta hace unas semanas nuestro nivel de cuidado a la hora de evitar resfriados o gripes era más bien laxo, se podría decir que ahora mismo nos encontramos en el extremo opuesto. No es para menos teniendo en cuenta que nos enfrentamos a un virus desconocido que ha logrado colapsar los sistemas sanitarios de varios países y que, para su debido control, precisa de medidas drásticas como el confinamiento y la protección extrema a la hora de salir a la calle. ¿Qué hace contagiosa a una enfermedad? ¿Sabemos cuáles son las enfermedades más contagiosas?
Un primer concepto clave antes de entrar en materia es conocer la diferencia entre infección y contagio. Así, tal y como recuerdan desde la web de información médica Kids Health, las enfermedades infecciosas son causadas por gérmenes microscópicos (como bacteria o virus) que consiguen entrar en nuestros cuerpos. Algunas infecciones (no todas) se propagan directamente de una persona a otra. Es en esos casos cuando decimos que una enfermedad infecciosa es, además, contagiosa.
Las enfermedades contagiosas (como la gripe, un resfriado, una faringitis...) pueden propagarse de distintos modos de una persona a otra: contacto físico directo (tocar o besar a otra persona), o por vía aérea (cuando tosemos o estornudamos y las micro gotas de saliva que expulsamos llegan a otra persona). A veces el contagio puede darse incluso tocando cosas que hayan tocado personas infectadas y, en el caso de las enfermedades de transmisión sexual, las vías pueden ser tanto vaginal como oral o anal.
La limpieza es clave para evitar todo tipo de contagios (sobre todo, lavándonos las manos frecuentemente, tal y como se recomienda en el caso del coronavirus). La vacunación también es básica para evitar muchas enfermedades, como es el caso del sarampión, una de las más contagiosas que existen.
Para medir qué enfermedades son más contagiosas existe un índice muy utilizado por la comunidad médica: el Índice R0: este indicador nos dice a cuántas personas aproximadamente podría infectar una persona dentro de una población no vacunada. Así, un valor cercano a cero significaría que la enfermedad es muy poco contagiosa, mientras que, cuanto mayor sea el valor, más contagiosa será.
Según este índice, la enfermedad más contagiosa es el sarampión, con un valor de entre 12 y 18. Esto se traduce en que, en un entorno vulnerable (sin vacunación), cada persona puede contagiar a ente 12 y 18 personas. El sarampión se encuentra a mucha distancia de otras enfermedades que consideramos altamente contagiosas, como el ébola o la gripe. De hecho, el índice de la gripe suele rondar un valor de 3, y en el caso del ébola hablamos de 1,5. Otras enfermedades con un índice de transmisión elevado son la tosferina, la polio, la difteria o la rubeola (alrededor de 6). Las paperas, por su parte, rondarían el 5. Por eso es tan importante la vacunación en todos estos casos.
El valor que se asigna a cada enfermedad según este índice no depende tan solo de las vías de contagio por las que se propaga, sino de un conjunto de factores, entre los que se incluye, por ejemplo, la duración del llamado período de latencia, es decir, el tiempo que pasa desde la exposición a la causa de la enfermedad (virus, bacteria...) hasta la aparición de los primeros síntomas. Así, a medida que aumenta el período de latencia también lo hace el tiempo de generación, prolongándose la duración de la epidemia. La capacidad de supervivencia de los microorganismos es otro factor clave en el grado de contagio de una enfermedad.
Determinar el Índice R0 de una enfermedad es básico para decidir de qué forma actuar de cara al control de su propagación. En el caso del coronavirus, los científicos aún no se ponen de acuerdo, algo lógico si se tiene en cuenta que se trata de un virus nuevo y que nos encontramos en las primeras etapas del brote. Además, las propiedades básicas del Covid-19 -como el periodo de contagio- aún no han sido determinadas. Otro factor determinante es el desconocimiento de cuántos casos asintomáticos pueden existir.
Quizás el factor más determinante, tal y como asegura la BBC, es que no se conoce cuál será el impacto de las medidas de control adoptadas hasta ahora (cuarentenas, aislamiento de infectados...), que los epidemiólogos no pueden tener en cuenta, por tanto, en sus estimaciones.
Según un primer estudio de 425 pacientes diagnosticados en Wuhan y presentado el miércoles en la web de The New England Journal of Medicin, el coronavirus tendría un Ro de 2,2, similar al de los virus de la gripe. Se trata de un Ro moderado para un virus que se transmite por el aire.
Otro estudio, realizado por un equipo del Imperial College de Londres, calcula que el R0 se encuentra entre 1,5 y 3,5. Por su parte, la Academia China del Instituto de Ciencias de la Automatización y la Universidad de la Academia de Ciencias de China estiman una cifra mucho más alta, de 4,08.