Un estudio sobre el uso de la mascarilla en la práctica deportiva elaborado por cardiólogos de Àptima Centro Clínico de Mútua de Terrassa (Barcelona) revela que las personas que realizan al aire libre ejercicio de mayor intensidad que caminar descienden en un 4% el oxígeno y aumentan un 20% la concentración de dióxido de carbono que respiran.
Gonzalo Grazioli, especialista en cardiología y uno de los autores del trabajo, ha explicado que las conclusiones del estudio indican que "emplear mascarilla en deportes al aire libre con distancia superior a dos metros no parece ser de utilidad, teniendo en cuenta la balanza coste/beneficio de prevención del coronavirus y la seguridad ante la disminución de la aportación de oxígeno".
El estudio se planteó evaluar el impacto fisiológico del incremento del dióxido de carbono (CO2) y la baja de oxígeno (O2) generada por las mascarillas durante la práctica de deportes aeróbicos. Las muestras se tomaron el pasado mes de mayo, durante la fase de reapertura del confinamiento y en un contexto de obligatoriedad de usar mascarilla y de autorización para hacer deportes al aire libre en Cataluña.
Grazioli, doctorado también en prevención de muerte súbita en el deporte, analizó muestras del aire respirado de tres tipos: basal sin máscara, basal con máscara y ejercicio con máscara. En algún modelo de mascarilla, el trabajo confirmó que durante el ejercicio se alcanzan 20.000 ppm (parts per million) de CO2 (2%) y esto puede resultar incómodo y sintomático para algunas personas con patologías cardiorrespiratorias.
Los investigadores admiten que, como limitación importante del estudio, éste se llevó a cabo con un bajo número de participantes, limitado en gran medida por el confinamiento estricto que existió en Cataluña.
La OMS recomienda no usar mascarilla haciendo deporte
La Organización Mundial de la Salud aconseja ahora no usar la mascarilla para hacer ejercicio físico intenso. Asegura que, ponerse mascarilla mientras se hace deporte de alto rendimiento, disminuye la disponibilidad de oxígeno y aumenta los niveles de CO2 que absorbemos. Se reduce así la capacidad de respirar cómodamente y, eso, es un riesgo para las personas con enfermedades cardiopulmonares graves. La OMS apuesta por la ventilación constante y el metro y medio de distancia.
La OMS desaconseja de forma especial las mascarillas con válvulas, ya que "evitan la función de filtración de la mascarilla. Se desaconseja el uso de válvulas que dejen escapar aire sin filtrar de la máscara y son una característica inapropiada para las máscaras utilizadas con el fin de evitar la transmisión", establece el texto.
Según la OMS, a nivel general, las mascarillas deben utilizarse como parte de un "paquete integral de medidas que ayuden a reducir la propagación de covid. La higiene de las manos antes de ponerse y después de quitarse la mascarilla, así como el uso, almacenamiento y limpieza o eliminación adecuados son esenciales para garantizar la eficacia de las mascarillas", resaltan.