Rostros ajados, con las mascarillas encajadas en las caras, ojeras, rozaduras. Son las secuelas de la lucha anónima de los sanitarios chinos contra el coronavirus. Horas y horas de trabajo en los hospitales, laboratorios, en salas llenas de enfermos que exigen cuidados, de médicos que diagnostican y tienen estas marcas.
Después del brote de coronavirus, son los hombros de los sanitarios los que soportan la mayor parte del trabajo. Tratar, diagnosticar, evaluar, comprobar, analizar y cuidar a los pacientes es el día a día de estos profesionales chinos que viven la cotidianidad de hospitales saturados de enfermos.
La foto de una doctora del Hospital Wuhan Tianmen se volvió viral tras colgarla recientemente en la red social china Weibo. Se cree que la foto fue tomada en el primer momento del brote de la epidemia respiratoria cuando la sanitaria se quitó la ropa protectora después de un turno de 12 horas.
A esta imagen le han seguido otras, que inmediatamente se han vuelto virales entre los usuarios de las redes sociales.