El calor va a ir a más: consejos para dormir fresco en verano
Las noches de verano pueden transcurrir a más de 20 ºC en España
Hay varias cosas que puedes hacer para mantener tu casa fresquita, como ventilar en las horas adecuadas
Además, hay trucos como refrescar el suelo o las cortinas que te ayudarán con el calor
Las noches pueden convertirse en una absoluta pesadilla cuando el calor aprieta en verano. Hay zonas de España, como es Madrid, donde el ambiente seco y el viento en pausa no ayudan a sobrellevarlo y, a menos que tengas aire acondicionado, dormir fresquito se convierte en misión imposible. Estos son algunos consejos que te ayudarán a llevar mejor las altas temperaturas nocturnas.
Trucos para dormir con calor intenso
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Lo más importante para pegar ojo en verano es conseguir que tu casa no llegue a la noche como un caldero. Es decir, la misión es mantener fresquito tu hogar durante todo el día para que la madrugada no sea infernal, lo cual puedes conseguir abriendo las ventanas en las horas adecuadas o usando ventiladores (ya sean de pie o de techo), si no tienes aire acondicionado, además de vestir tu cama con textiles frescos. Resumimos los mejores trucos a continuación:
Ventila solo a las horas adecuadas. Es decir, a primera hora de la mañana y por las tardes-noches. El resto del día, el aire será probablemente demasiado cálido y no ayudará a que tu casa permanezca fresca. Además, ayuda el hecho de crear corriente para que la circulación de aire lo enfríe todo en la mayor medida posible.
Cierra tu casa durante el día. Del mismo modo, las horas de más sol son el momento adecuado para echar cortinas, bajar persianas, usar toldos y sombrillas... En definitiva, para proteger muros, puertas y ventanas exteriores de la incidencia del sol.
Recurre a mallas protectoras. Si te da miedo la entrada de mosquitos u otros insectos durante la tarde o noche, puedes usarlas en ventanas y puertas exteriores para refrescar eliminando este riesgo. Es una inversión que agradecerás a la larga y que te permitirá ventilar de forma natural.
Usa materiales transpirables. Tanto en tu cama como en toda tu casa. Sábanas de algodón, mantas frescas, cortinas livianas y de colores claros, pijamas de verano (si es que el calor te permite usarlos)... Eso sí, es recomendable seguir protegiendo los colchones con fundas (a pesar de que sean más calurosas), ya que en verano sudamos más y podemos mancharlos fácilmente.
Humedece tus cortinas. Este truco es tan sencillo como eficaz: basta con rociarlas con un spray con agua cuando vayas a ventilar para conseguir que el efecto refrescante del aire exterior se multiplique. Ese mismo spray puede ser tu mejor aliado en las noches de mucho calor para aplicar agua fresca sobre tu cuerpo.
Utiliza el ventilador. Para maximizar su efecto, coloca delante del ventilador un recipiente con hielo y sal gruesa: el resultado te sorprenderá.
Rebaja la temperatura del suelo usando agua fría. Puedes realizar esta operación en tu terraza (si tienes) regando por las tardes, y en el interior, fregando con agua fresca. Notarás la diferencia.
Reduce el uso de electrodomésticos. Los electrodomésticos suelen generar calor, así que es mejor no usarlos, en la medida de lo posible, durante los días de altas temperaturas. Secador, horno, placa vitrocerámica, plancha... Es mejor usarlos de noche o, si es posible, no usarlos en absoluto.
Mantente fresco e hidratado. Una ducha helada y una buena hidratación te ayudarán a sobrellevar las noches de más calor.