Regenerar la dentina es uno de los retos de la odontología y un área en la que distintos especialistas llevan décadas trabajando, afortunadamente, con resultados. En los últimos años hemos oído hablar de distintos estudios en los que se asegura que es posible, a través del uso de medicamentos ya existentes (como la aspirina) regenerar este material tan importante en la estructura dental y, con ello, dejar atrás en un futuro no muy lejano los empastes tradicionales como solución para piezas dañadas. ¿Qué es la dentina? ¿Cómo regenerar la dentina para devolver al diente su forma y dureza inicial?
El diente está formado por distintas partes, y la dentina es solo una de ellas:
Cada vez se publican más estudios en los que se asegura que sí es posible regenerar la dentina, así como otras capas del diente, como el esmalte. En este último caso, existe un estudio muy reciente, de 2019, desarrollado por el equipo de investigación de la Universidad de Zhejiang (en Hangzhou, China), en el que se asegura que es posible reducir de forma precisa la estructura del esmalte dental, así como de sus propiedades. Ello permitiría utilizar este material en la reconstrucción dental, en lugar de otros como resina, cerámica, metales, etc., que cuentan con el problema de no adherirse adecuadamente al diente, al diferir la microestructura de ambos tejidos.
El trabajo, publicado en la revista 'Science Advances, "es muy relevante y parece prometedor ya que, hasta el momento, la regeneración del esmalte, que es la capa más externa y de mayor dureza del diente, no se había podido reproducir de manera artificial debido a la complejidad de su estructura", según declaraciones de Nerea Sánchez, profesora asociada de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del grupo de Investigación ETEP de esta universidad en el momento de publicación del estudio.
El nuevo material estaría diseñado a base de grupos de iones de fosfato cálcico, y es posible gracias a un proceso conocido como crecimiento epitaxial, que consiste en la deposición, sobre un sustrato de cristal, de una capa muy fina cristalina con su misma estructura, con lo que se conseguiría simular la mineralización del esmalte de los dientes.
Del mismo modo, un estudio internacional liderado por científicos del Centro de Biotecnología de la Universidad Técnica de Dresde (Alemania) descubrió una nueva población de células madre mesenquimales en ratones que han demostrado que contribuyen a la formación de la dentina, lo que podría abrir la puerta a nuevos métodos para el tratamiento de reparación dental. El trabajo, publicado en 'Nature Communications', muestra que cuando estas células madre se activan, envían señales a las células madre del tejido para controlar el número de células producidas a través de un gen molecular llamado Dlk1, vital para que este proceso funcione.
Además, en 2017 un equipo de investigadores del King’s College de Londres, encabezado por el profesor Paul Sharpe, descubrió otro método para estimular la regeneración de dentina a partir de las células madre de la pulpa dental usando un medicamento ensayado inicialmente para el alzhéimer, el tideglusib. El nuevo procedimiento, que se ha publicado en Scientific Reports, se apoya en la capacidad natural de los dientes para regenerar pequeñas cantidades de dentina para proteger la pulpa dental, pero hace posible que también se pueda generar en cantidad suficiente en las grandes cavidades como para no necesitar el empleo de cementos y rellenos.
En el mismo año un equipo de científicos de la Universidad Queen, en Belfast, Irlanda del Norte, descubrió que la aspirina podría revertir el efecto de la caries sobre los dientes. Los investigadores encontraron en ensayos en laboratorio que la aspirina, compuesta por el fármaco ácido acetilsalicílico, puede estimular las células madre de los dientes y así favorecer la regeneración de los mismos. Esta estrategia de tratamiento podría incrementar la vida de los dientes y potencialmente ahorrarle mucho dinero a los sistemas de salud de todo el mundo, ya que la aspirina es un fármaco muy barato y los empastes necesitan ser reemplazados con frecuencia.
Gracias a todos estos avances, comienzan a aparecer medicamentos para la regeneración de dentina, aunque para uso profesional. Es el caso de Biodentine, un sustituto bioactivo de la dentina que se utiliza para la restauración temporal del esmalte en la corona, así como para la restauración permanente de la dentina, lesiones de caries grandes o profundas, lesiones cervicales o radiculares profundas, recubrimiento del esmalte o pulpotomía. En la raíz, es útil en caso de perforación de la raíz y la bifurcación, reabsorciones internas/externas, apexificación o rellenado retrógrado quirúrgico.
Por otro lado, se venden dentífricos con hidroxiapatita (HAP), mineral que promete endurecer el esmalte dental, reducir la sensibilidad al dolor y dar más brillo a los dientes. La HAP constituye el 70 % de la dentina, y un 95 % del esmalte dental de forma natural, y estos productos aseguran cerrar las aberturas de los canales de la dentina descubiertos, gracias a lo cual se transmiten menos estímulos dolorosos a los nervios. Si se usan regularmente, estos dentífricos permiten que se forme una capa protectora lisa de esmalte artificial sobre los dientes.