Lidiar con los reproches en una relación tras una infidelidad: "Mi pareja me perdonó, pero me lo sigue echando en cara"
Marina Pinilla
Una pareja joven discutiendoPexels
Clara, de 26 años, comparte con Yasss los problemas en su relación tras ser infiel a su pareja: “Cuando discutimos siempre saca aquello y hay momentos en los que se pone muy celoso”
Marina Pinilla, psicóloga, explica cómo actuar cuando has sido infiel y qué hacer cuando eres la víctima de la infidelidad
Reconciliación sin reproches: “La persona infiel se puede sentir muy culpable, y la víctima de la infidelidad puede alimentar esa culpabilidad mediante reproches y comentarios dañinos”
Clara y su pareja llevaban juntos seis meses cuando ella le fue infiel. Aquel día supuso un antes y después en la relación. A día de hoy han pasado dos años y medio y aunque su pareja le perdonó, la relación cambió por completo después de aquel desliz. “Cuando discutimos siempre saca aquello. Me perdonó, pero me lo sigue echando en cara”, explica la joven valenciana de 26 años.
Tras la infidelidad, Clara se disculpó y durante todo este tiempo ha demostrado a su pareja que puede confiar en ella. “No le he dado ni un motivo para dudar de mí después de aquello. Ni uno. Pero aun así tiene el recuerdo muy dentro. Y ya no solo es que cuando discutamos lo saque, algo que a mí me duele mucho y él lo sabe, es que hay momentos en los que se pone muy celoso”, nos relata. El control, la desconfianza y los reproches han hecho que la relación llegue a un punto de inflexión. “Nos hemos dado un tiempo. Le he dicho que yo no puedo estar con alguien que duda de mí. Sé que la cagué, pero no puede estar castigándome toda la vida por ello. Ahora mismo él tiene que decidir si va a ser capaz de pasar página. Si perdonas, perdonas del todo”.
Lo primero que debemos hacer es definir una infidelidad, ya que no es lo mismo para todas las parejas.
Cuando empezamos algo con alguien, debemos definir el tipo de relación que queremos y los límites que nos comprometemos a respetar. Puedes ser monógamo en una relación a dos, anarquista relacional, poliamoroso, miembro de una trieja… Hay un sinfín de posibilidades y todas ellas son válidas. Lo que de verdad importa son las reglas de la relación. ¿Qué es para ti “poner los cuernos”? Puede ser un beso o quizá mantener sexting con otra persona. A lo mejor no tiene nada que ver con el sexo, pero sí con la complicidad con otras personas. Puedes no sentir celos si tu pareja se enrolla con alguien, pero arder de la rabia al verles conectar emocionalmente.
Ahora imagínate que se rompe ese acuerdo y que eres tú el que ha cruzado un límite. ¿Qué puedes hacer?
No dejes que pase el tiempo. Dilo cuanto antes para que tu pareja se entere por ti y no por otra persona.
Elige un buen momento para conversar. A solas y en un sitio privado y tranquilo a ser posible.
No te pases con la información. Dale a tu pareja los detalles que quiera saber sin excederte demasiado para no herir sus sentimientos y sin comprometer la intimidad de esa tercera persona.
No mientas para quedar bien. La verdad siempre sale a la luz, y es mejor ser sincero y afrontar una gran crisis, que afrontar pequeñas crisis mes a mes a medida que tu pareja descubre tus mentirijillas.
No te pongas a la defensiva. Sí, teníais problemas. Sí, las infidelidades a veces son cosa de ambos. Pero ahora es el momento de respetar el dolor de tu pareja y no de sacar las uñas para salvar tu ego.
Cómo afrontar la infidelidad cuando eres la víctima
Nos situamos ahora al otro lado de la historia. Tu pareja te pide hablar y te cuenta que ha sido infiel. ¿Cómo reaccionar de la mejor forma posible?
No agredas a tu pareja. Ojalá no fuese necesario dar este consejo, pero es muy habitual que tras confesar una infidelidad la persona infiel sufra agresiones físicas o verbales. No debes llegar a ese punto aunque estés muy dolido.
No tienes quedar una respuesta inmediata. Si te quedas en shock y tu pareja te dice “¡Pero di algo!”, no tienes por qué. Es mejor pedirle espacio, ir a casa de tus padres o de un amigo cercano y aclarar tus ideas. No eres mala persona por querer distanciarte.
Procesa tus emociones. Tras la noticia surgirán muchas emociones: tristeza, enfado, decepción, culpabilidad, miedo… Todas ellas son normales porque estás atravesando un duelo, ya que “se ha muerto” vuestra confianza.
Analiza si estás dispuesto a perdonar. Como acabamos de decir, la confianza se ha muerto, pero es posible resucitarla. ¿Quieres hacerlo? Parece una pregunta fácil, pero no lo es. Implica reflexionar sobre si volverás a confiar en tu pareja, si quieres seguir con ella por amor o por miedo a la soledad, o si te planteas pagarle con la misma moneda para que entienda tu sufrimiento. No pasa nada por dar una segunda oportunidad siempre y cuando la des por los motivos correctos.
Déjate ayudar, pero la decisión depende de ti. No vivas la infidelidad con vergüenza. Habla con amigos, con tu familia o incluso con un profesional, pero recuerda que la decisión de volver o de romper definitivamente es solo tuya.
El perdón sincero: no hay espacio para los reproches
Si tras una infidelidad decidís seguir con la relación, es muy importante trabajar en la confianza.
La persona infiel se puede sentir muy culpable, y la víctima de la infidelidad puede alimentar esa culpabilidad mediante reproches y comentarios dañinos. Después se entra en un círculo vicioso y la relación se va deteriorando cada vez más hasta que se rompe, pero no por la infidelidad per se, sino por cómo han reaccionado los miembros de la pareja después. ¿Podemos evitar llegar a este punto? Sí.
Hablad de lo sucedido. No tratéis la infidelidad como un tabú o como una conversación prohibida.
Entended que ambas partes sufren. Es importante que la víctima de la infidelidad respete el dolor de su pareja. ¿Cómo puede sufrir si es quien ha puesto los cuernos?, se preguntarán muchos. Pues porque la persona que ha sido infiel se está castigando a sí misma y, además, está recibiendo el castigo de su pareja.
Descubrid la causa de la infidelidad. Puede ser por aburrimiento, porque ya no hay la misma atracción sexual que antes, porque la persona infiel se sintió desatendida y sola… Hay muchas posibilidades y dependiendo de cuál sea, toca valorar si hay solución para que no vuelva a ocurrir y que la relación sea plena.
Centrad las discusiones en el presente. Si en cada discusión sale a la luz la infidelidad, reconducidla al presente. La infidelidad ya pasó, ya se habló y ya tomasteis una decisión al respecto. Seguir sacando eso a la luz es injusto.
No toleréis conductas tóxicas. Controlar a tu pareja, prohibirle que salga con amigos o amigas, revisar su móvil, insultarle por los errores del pasado, castigarle con el silencio… Estamos ante red flags del maltrato que no se deben tolerar en ningún caso.