De San Sebastián a Las Palmas: ¿en qué ciudades españolas podemos beber agua del grifo?
El agua del grifo es potable en toda España y su consumo suele recomendarse por encima del de agua embotellada
Las ciudades con mejor calidad de agua son Burgos, San Sebastián y Las Palmas de Gran Canaria, según un estudio de OCU
La dureza del agua o la presencia de determinadas sustancias puede evitarse con sistemas de filtrado y tratamiento
Beber agua del grifo en lugar de agua embotellada no solo puede suponer un importante ahorro para nuestro bolsillo sino que, además, suele resultar más beneficioso para nuestro organismo, así como más respetuoso con el medio ambiente. Y es que, tal y como recuerda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la fabricación y transporte de los envases y el posterior tratamiento de los residuos (que nunca es completo) tienen un elevado impacto medioambiental. ¿Es siempre seguro beber agua del grifo en nuestro país? ¿En qué ciudades podemos beber agua del grifo sin riesgo para nuestra salud?
¿En qué ciudades de España podemos beber agua del grifo de forma segura?
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Según un estudio elaborado por OCU, el agua del grifo es de buena calidad en casi todos los municipios y, del total de 62 localidades españolas analizadas (50 capitales de provincia y 12 localidades de mediano y pequeño tamaño, con sistemas de distribución en general más precarios), tan solo se encontraron contaminantes o residuos de un mal tratamiento al potabilizar en 7 casos.
Se trata de un estudio que parte del agua de la red que se recibe en los propios hogares, analizada para dar con las características propias de su origen (su grado de mineralización y dureza), su calidad higiénica y el nivel de posibles contaminantes.
Eso sí, la Organización puntualiza que la calidad final del agua del grifo depende de cómo se trata para hacerla potable, de la fuente de abastecimiento y también de las instalaciones interiores del edificio. Además, el agua puede cambiar según la estación y los vaivenes de la meteorología, de forma que no es constante a lo largo del año.
Por tanto, los resultados de este tipo de estudio funcionan como una fotografía de un momento particular pero, en definitiva, en ningún caso se encontraron problemas que impidieran el consumo del agua del grifo en cualquier ciudad de España.
Como resultado, y en cuanto a cuáles son las ciudades de España que tienen la mejor agua del grifo, OCU asegura que la calidad del agua es excelente en 19 localidades y buena en otros 36 municipios. Destaca el caso de Burgos, donde el agua contiene pocos minerales, nada de cal (blanda) y no presenta contaminantes de ningún tipo. Además, tiene buen precio, por debajo de la media nacional.
El caso del agua de San Sebastián también es destacado, ya que se trata de un agua con una mineralización muy ligera y excelente en todos los parámetros de higiene y contaminación. Destaca también su bajo precio. En cuanto al agua de Las Palmas, aunque resulte sorprendente que el agua de una ciudad situada en una isla sea de gran calidad (en ellas los recursos hídricos son por fuerza bastante limitados), se trata de la tercera mejor valorada por esta organización.
En cuanto a la peor agua del grifo de España, de las 62 muestras recogidas, solo en siete de ellas aparecieron deficiencias que, sin ser tan graves como para que el agua no sea potable, requieren medidas de corrección: es el caso de Lebanza (presencia de E. Coli, indicador de contaminación fecal y reciente, porque sobrevive poco tiempo en el ambiente), Ciudad Real (presencia de trihalometanos que roza el límite permitido), Palma de Mallorca (agua muy dura y muy mineralizada, lo que confiere mal sabor, junto con un nivel elevado de nitratos). En el caso de Arándiga, el recuento de microorganismos aerobios y coliformes fue muy elevado. Por último, en Barcelona, Huelva y Logroño se detectó una presencia elevada de microorganismos aerobios, que proceden de una mala desinfección del agua.
En cualquier caso, la OCU destaca que el agua del grifo en España es apta para el consumo humano y restante que la diferencia económica entre beber y cocinar con agua del grifo o embotellada puede oscilar en unos 440 euros al año.
Para estar más seguros y paliar las posibles deficiencias del agua en tu zona, siempre podrás acudir a sistemas de purificación. Por ejemplo, los filtros de carbón activo que puedes instalar en los grifos de la cocina y la ducha y que sirven para eliminar el cloro y derivados como los trihalometanos. Además, existen descalcificadores que transforman el agua dura en blanda. Otra vía son los sistemas de ósmosis inversa, un filtrado que se instala debajo del fregadero y que elimina hasta el 95 por ciento de las impurezas del agua.