Mosquito, avispa, araña... ¿Qué picaduras de insecto son más frecuentes y cuáles son más peligrosas?
Los efectos de la picadura de insecto varían en función de cuál se trate: es importante tener cuidado con las reacciones alérgicas
Las picaduras más frecuentes durante el verano son las de mosquito, así como las de abeja o avispa
Determinados insectos son más peligrosos que otros: en época de viajes, ten especial cuidado con las chinches
Cuando llega el verano, la presencia de mosquitos y demás insectos se dispara a la vez que lo hacen las temperaturas y la humedad. A ello se suma que durante estos meses nos destapamos más que nunca, dejando la piel expuesta a sus picaduras, a la vez que viajamos más, hacemos más excursiones... y abrimos más las ventanas de nuestros hogares para dejar pasar algo de fresco durante la noche. En definitiva, se trata de la combinación perfecta para que aumente el número de picaduras de insectos. ¿Sabes cuáles son más frecuentes y cuáles más peligrosas? ¿Qué tipos de picaduras de insectos existen?
¿Qué tipos de picaduras de insectos existen?
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Estos meses las picaduras de insectos se disparan y es posible que más de una vez no tengas claro de dónde han salido, por qué pican tanto o qué debes hacer para combatirlas. Lo cierto es que las más frecuentes siguen siendo las picaduras de mosquito. Al fin y al cabo, estos insectos están por todas partes y nos acompañan día y noche en casi cualquier lugar. Pero también nos encontramos muy expuestos a picaduras de avispas, abejas, araña... e incluso chinches.
Algunas lesiones pican mucho, otras poco; en unos casos, sus efectos pueden prolongarse durante días, y otras veces desaparecen a las pocas horas. En ocasiones es posible incluso desarrollar alergias e infecciones. Por eso es importante saber identificarlas y, en caso de síntomas extraños, como dolor abdominal o fiebre, avisar a un profesional.
Estos son los tipos de picaduras de insectos más frecuentes:
- Picadura de mosquito. Es la picadura más universal, la que todos reconocemos con más facilidad y la que más sufrimos, con diferencia. En general no tienen por qué ser peligrosa, aunque puede ocurrir que transmitan determinadas enfermedades, a veces potencialmente mortales. Primavera y verano son las épocas en las que más proliferan los mosquitos y en las que mas complicado se hace dormir sin su presencia. Afortunadamente, existen repelentes y otras productos listos para combatirlos, y sus picaduras suele desaparecer a las pocas horas, provocando un simple picor que tiene como origen la saliva que desprenden al succionarnos la sangre. Si notas síntomas extraños como fiebre, corre a un profesional.
- Picadura de abeja o avispa. Se trata de otro tipo de picadura de insecto bastante frecuente y, en este caso, el dolor es bastante mayor, aunque suele desaparecer pasadas unas horas. Es frecuente que aparezca hinchazón y ardor, y que puedas ver un punto rojo y blanco en el centro, que coincide con la zona en la que se ha introducido el aguijón, en el caso de la picadura de abeja. Deberás extraerlo con cuidado. Respecto a los efectos, suelen desaparecer al cabo de unas horas pero este periodo puede extenderse incluso un par de días. Cuidado con las alergias: aunque, cuando aparecen, suelen ser leves, los casos graves son muy peligrosos y pueden terminar en anafilaxia.
- Picadura de araña. La picadura o mordedura de araña se caracteriza por dejar dos pinchazos visibles, aunque sus efectos suelen ser similares: hinchazón, ardor y picor en la zona de la moderdedura. En general no se trata de un dolor extremo, pero dependerá de la especie que te haya picado. En algunos casos, la picadura de araña puede ser peligrosa. Tal y como recuerda Mayo Clinic, deberás acudir a un médico si experimentas dolor intenso, cólicos abdominales o una úlcera que comienza a crecer en el sitio de la picadura.
- Picadura de hormiga. Sí, las hormigas también pican, aunque no es lo más frecuente. El efecto suele ser el mismo que en el resto de casos: hinchazón y enrojecimiento. En ocasiones puede aparecer un poco de pus o una ampolla, y pueden llegar a doler bastante. El caso más famoso es el de la hormiga de fuego, cuya picadura duele como una quemadura.
- Picadura de garrapata. La picadura de garrapata suele ser indolora, pero lo habitual es que no nos desprendamos de este insecto tan fácilmente y que éste quede adherido a nuestra piel, chupándonos la sangre gradualmente para alimentarse. Si te ha ocurrido, deberás extraerla con mucho cuidado para evitar que la cabeza se quede dentro y provoque una infección. Ante la duda, toma nota de estos consejos o acude a un profesional.
- Picadura de pulga. Su picor es inmediato y su efecto suele desaparecer al pasar varias horas, aunque las reacciones alérgicas pueden llegar a jugarnos una mala pasada. Se caracterizan por dejar pequeños puntos rojos en la piel y es habitual presentar varias lesiones en la misma zona.
- Picadura de chinche. Lo más peligroso de la chinche es que, si viajamos con una de ellas, desprendernos de esta posible plaga será muy complicado. Pueden vivir largo tiempo sin comer y se esconden en zonas de difícil acceso, como las costuras de los colchones o de las maletas. Suelen picar en línea, dejando un camino en tu piel. Si sufres una reacción alérgica, el picor puede ser muy desagradable.