El cáncer de colon se ha llevado recientemente a Pau Donés y Carlos Ruiz ZafónEl cáncer de colon es uno de los más frecuentes en España, con casi 45.000 personas diagnosticadas en 2019, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). El 80% de los casos de cáncer de colon son esporádicos lo que significa que su causa es inespecífica, y el 20% restante son hereditarios.
El tumor de colon es más frecuente en hombres, puede afectar a ambos sexos y la detección temprana es la clave para poder superarlos, ya que tiene una posibilidad de curación del 90%. El cáncer de colon comienza en el intestino grueso (colon). Por lo general, comienza como grupos pequeños y no cancerosos (benignos) de células llamados pólipos que se forman en el interior del colon. Con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en cáncer de colon, como destaca al Clínica Mayo.
Los pólipos pueden ser pequeños y generar pocos síntomas o ningún síntoma. Por esta razón, los médicos recomiendan pruebas de detección regulares para ayudar a prevenir el cáncer de colon mediante la identificación y extirpación de pólipos antes de que se conviertan en cáncer.
Si aparece un cáncer de colon, hay muchos tratamientos disponibles para ayudar a controlarlo, incluidos la cirugía, la radioterapia y los tratamientos farmacológicos, como la quimioterapia, la terapia con diana específica y la inmunoterapia. El cáncer de colon a veces se denomina cáncer colorrectal, que es un término que combina el cáncer de colon y el cáncer rectal, que comienza en el recto.
Un cambio persistente en tus hábitos intestinales, incluidos diarrea o estreñimiento, o un cambio en la consistencia de tus heces
Sangrado rectal o sangre en las heces
Molestia abdominal persistente, como calambres, gases o dolor
Una sensación de que el intestino no se vacía por completo
Debilidad o fatiga
Pérdida de peso sin causa aparente
Muchas personas con cáncer de colon no experimentan síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. Cuando aparecen los síntomas, es probable que varíen, según el tamaño del cáncer y de su ubicación en el intestino grueso.
Estado 1. El tumor está en el revestimiento o mucosa del colon o el recto, pero no alcanza las paredes de los órgano.
Estado 2. El cáncer se ha propagado a las paredes del colon o el recto, pero no a los ganglios linfáticos o a otros tejidos.
En estas fases se pueden presentar síntomas como fatiga excesiva, debilidad inexplicable, adelgazamiento involuntario, cambios en sus heces que duran más de un mes, atasque intestinal o vómitos.
Estado 3. El cáncer afecta ya a los ganglios linfáticos, pero no ha aparecido en otras partes del cuerpo.
Estado 4. El cáncer aparece en otros órganos, como puede ser el hígado o los pulmones. Es el estadío más grave de la enfermedad y con más alcance tumoral.
Edad avanzada. Se puede diagnosticar a cualquier edad, pero la mayoría de las personas con cáncer de colon son mayores de 50 años. Las tasas de cáncer de colon en personas menores de 50 años han estado aumentando, pero los médicos no están seguros del motivos.
Antecedentes personales de cáncer colorrectal o pólipos. Si ya has tenido cáncer de colon o pólipos no cancerosos en el colon, tienes un mayor riesgo de padecer cáncer de colon en el futuro.
Afecciones intestinales inflamatorias. Las enfermedades inflamatorias crónicas del colon, como la colitis ulcerativa y la enfermedad de Crohn, pueden aumentar el riesgo de cáncer de colon.
Síndromes hereditarios que aumentan el riesgo de cáncer de colon. Algunas mutaciones genéticas transmitidas a través de las generaciones de tu familia pueden aumentar significativamente tu riesgo de padecer cáncer de colon. Solo un pequeño porcentaje de los casos de cáncer de colon están relacionados con genes heredados. Los síndromes hereditarios más comunes que aumentan el riesgo de cáncer de colon son la poliposis adenomatosa familiar (PAF) y el síndrome de Lynch, también conocido como cáncer colorrectal hereditario no polipósico (HNPCC).
Antecedentes familiares de cáncer de colon. Tienes mayor probabilidad de desarrollar cáncer de colon si tiene un pariente consanguíneo que haya tenido la enfermedad. Si más de un miembro de la familia tiene cáncer de colon o de recto, tu riesgo es aún mayor.
Dieta con bajo contenido de fibra y alto contenido de grasas. El cáncer de colon y el cáncer de recto pueden estar asociados con una dieta occidental típica, que tiene un bajo contenido de fibra y un alto contenido de grasas y calorías. La investigación en esta área ha tenido resultados desiguales. Algunos estudios han encontrado un mayor riesgo de cáncer de colon en personas que cuyas dietas tienen un alto contenido de carne roja y carne procesada.
Un estilo de vida sedentario. Las personas inactivas son más propensas a desarrollar cáncer de colon. Hacer actividad física regular puede reducir el riesgo de cáncer de colon.
Diabetes. Las personas con diabetes o resistencia a la insulina tienen un mayor riesgo de cáncer de colon.
Obesidad. Las personas obesas tienen un mayor riesgo de cáncer de colon y un mayor riesgo de morir de cáncer de colon en comparación con las personas consideradas de peso normal.
Tabaquismo. Las personas que fuman pueden tener un mayor riesgo de cáncer de colon.
Alcohol. El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de colon.
Radioterapia contra el cáncer. La radioterapia dirigida al abdomen para tratar casos de cáncer anteriores aumenta el riesgo de cáncer de colon.
Consume una variedad de frutas, vegetales y cereales integrales. Las frutas, los vegetales y los cereales integrales contienen vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, los cuales pueden tener influencia en la prevención del cáncer. Elige una variedad de frutas y de vegetales, de manera que incorpores diversas vitaminas y nutrientes.
Si bebes alcohol, hazlo con moderación. Si eliges beber alcohol, limita la cantidad que bebes a no más de una copa al día en el caso de las mujeres y dos copas por día para los hombres.
Deja de fumar. Habla con tu médico sobre las maneras de dejar de hacerlo que podrían funcionar en tu caso.
Realiza ejercicios casi todos los días de la semana. Intenta hacer, al menos, 30 minutos de ejercicio casi todos los días. Si has estado inactivo, comienza lentamente e incrementa el ritmo de manera gradual hasta alcanzar 30 minutos. Además, consulta con tu médico antes de comenzar un programa de ejercicios.
Mantén un peso saludable. Si actualmente tienes un peso saludable, esfuérzate por mantenerlo con la combinación de una dieta saludable y actividad física diaria. Si necesitas bajar de peso, pregúntale al médico acerca de maneras saludables de lograr tu objetivo. Intenta bajar de peso lentamente al aumentar la cantidad de actividad física que realizas y al reducir la cantidad de calorías que comes.