El 31 de marzo es oficialmente el Día Mundial del Cáncer Colorrectal, más conocido como cáncer de colon, una enfermedad originada por el tumor maligno de mayor incidencia en España, con 41.441 nuevos casos diagnosticados cada año. La incidencia de este tipo de cáncer va en aumento en los países occidentales y desarrollados, según asegura la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Por eso, y aprovechando que marzo es , además, el mes de concienciación del cáncer colorrectal, repasamos los principales síntomas del cáncer de colon y otros conceptos clave sobre esta enfermedad, de la mano de la doctora Isabel Sánchez Magro, directora médica de Merck.
El cáncer colorrectal se origina por el crecimiento incontrolado de células en el colon o el recto. A estos cánceres también se les puede llamar cáncer de colon o cáncer de recto (rectal), dependiendo del lugar donde se originen, si bien a menudo se agrupan porque tienen muchas características comunes.
Según un informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2020, se estima que será el tumor más frecuentemente diagnosticado en España con 44.231 nuevos casos. Si lo dividimos por sexos, el cáncer colorrectal será el segundo tumor más frecuentemente diagnosticado en varones, después del de próstata, y el segundo en mujeres, después del de mama.
Algunos pacientes no tienen síntomas y el tumor se diagnostica en una colonoscopia de cribado (screening) o es un hallazgo casual al realizar otras exploraciones. Cuando aparecen, los síntomas más comunes son la aparición de sangre en las heces, cambios en los hábitos intestinales (estreñimiento, diarrea o ritmo alternante), necesidad de acudir al baño tras vaciar el intestino, sentimiento de fatiga constante, la pérdida de peso sin explicación, y el dolor o molestia abdominal, tal y como recuerda la American Cancer Society.
El cáncer colorrectal tiene una larga evolución y sus síntomas pueden variar dependiendo de la localización del tumor. Generalmente son síntomas inespecíficos, es decir, no son exclusivos de este tipo de cáncer y pueden producirse en otras patologías. Tal y como comenta la doctora Sánchez Magro, "el cáncer colorrectal puede desarrollarse durante meses sin que la persona tenga molestias, y que éstas aparezcan en una fase ya avanzada de la enfermedad".
Por este motivo, y teniendo en cuenta que el 90 % de los pacientes que sufren cáncer colorrectal se pueden curar si son diagnosticados de forma precoz, según la Federación Española del Aparato Digestivo, es importante acudir al médico en cuanto aparezca alguno de los síntomas.
Existe un gran desconocimiento en cuanto al cáncer colorrectal y las medidas de prevención secundaria como la prueba de sangre oculta en heces, siendo un método sencillo y útil para detectarlo en estadios tempranos. Este desconocimiento es, en sí mismo, un factor de riesgo, ya que hace que las personas no sean conscientes de las posibilidades que tienen de evitar una enfermedad grave.
"Como comentábamos anteriormente, si se detecta de manera precoz, la tasa de supervivencia es del 90%. De ahí, la importancia que tiene conocer los síntomas para actuar cuanto antes. El diagnóstico precoz entre las mujeres y los hombres de 50 a 69 años sin antecedentes personales o familiares de cáncer se realiza mediante la prueba de sangre oculta en heces. Esta prueba consiste en recoger una pequeña muestra de heces, que posteriormente será analizada para determinar la presencia sangre en las mismas. Si el resultado es positivo, se evalúa la superficie interna del colon mediante una colonoscopia completa”, asegura la doctora.
Asimismo, es muy importante que las personas mayores de 50 años sin antecedentes personales o familiares participen en los programas de cribado para la detección precoz de la enfermedad.
Los factores de riesgo que favorecen su aparición son la edad (el 90 % de los casos diagnosticados son personas mayores de 50 años), el sedentarismo, el abuso de alcohol y el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, la mala alimentación con una dieta rica en grasas y, en menor medida, la predisposición genética o el historial familiar.
Por ello, es importante llevar un estilo de vida saludable, llevando una dieta equilibrada y haciendo ejercicio físico diariamente. Unido a ello, es vital que las personas de riesgo acudan a su revisión periódica atendiendo a las especificaciones de su médico y que participen en los programas de cribado de cáncer colorrectal que puedan estar implantados en su comunidad autónoma.