Seguro que has escuchado esa frase cuando vas a un hospital: “ojo a ver si pillas algún virus”. Tanto si vas de visita como si estás ingresado. Y tiene su parte de verdad como la tienen los refranes populares. De hecho, una investigación liderada por la Universidad de Oviedo coordinada por la catedrática de Microbiología María Rosario Rodicio, y publicada en la revista “Scientific Reports” del grupo “Nature”, ha sido premiada por la aplicación de herramientas bioinformáticas de última generación para analizar los mecanismos de resistencia a antibióticos en bacterias procedentes de pacientes ingresados en los hospitales.
La especie estudiada fue Escherichia coli, una de las bacterias que causan más infecciones en los hospitales, desempeñando a la vez un papel relevante en la transmisión de genes de resistencia a antibióticos en la comunidad.
De hecho, las cepas analizadas son resistentes a la mayor parte de los antibióticos disponibles actualmente incluyendo los de última línea como son los carbapenémicos, utilizados para el tratamiento de infecciones graves. Muchos de los genes de resistencia están presentes en elementos genéticos móviles que pueden dispersarse entre bacterias, agravando aún más la difícil situación.
Ahora se han podido analizar en profundidad estas cepas resistentes gracias al análisis de sus genomas mediante un gran número de herramientas bioinformáticas de última generación. Hoy por hoy, dichas herramientas están al alcance de un número reducido de grupos de investigación dedicados al estudio de las resistencias bacterianas y de los elementos genéticos responsables de su movilización.
Este profundo conocimiento de las bacterias resistentes puede ayudar a combatir uno de los grandes retos a los que se enfrenta la medicina actual. De hecho, la investigación es una de las áreas prioritarias del plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de la resistencia a los antibióticos, elaborado dentro del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN).