La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello ha calificado en un informe la otitis media como la enfermedad más común en la infancia, por detrás de las infecciones virales que afectan a las vías respiratorias.
Esta infección, que afecta sobre todo a niños menores de 3 años, provoca la inflamación del oído medio. Se desarrolla en menores porque la trompa de Eustaquio, que comunica las fosas nasales con el oído medio, tiene un tamaño más corto que los adultos y se obstruye fácilmente.
Se origina por bacterias como el neumococo, denominado S. pneumoniae, la H. influenzae y la M. catarrhalis.
Los síntomas de esta enfermedad son dolores intensos en el oído, fiebre, sensación de malestar general, vómitos, diarreas y secreciones internas. Estas últimas pueden llegar a perforar la membrana del tímpano y salir al conducto auditivo externo, que suele cicatrizarse después de manera natural.
Algunos de los factores de riesgo para padecer otitis son los cambios de altitud, de temperatura, la exposición al humo o una enfermedad reciente, que debilite el sistema inmunitario.
En ocasiones, esta infección se alivia por sí sola si necesidad de realizar un tratamiento antibiótico. Para aliviar el dolor se pueden aplicar compresas con agua tibia, o gotas analgésicas que puede recetar el médico. Además, también se pueden tomar medicinas como paracetamol o ibuprofeno para el malestar general o la fiebre.
A pesar de que a veces no es necesario ningún tratamiento específico, se recomienda que los menores de 6 meses con síntomas de otitis sean vistos por un médico, al igual que los niños más mayores que presenten fiebre alta, dolor muy intenso o los síntomas no mejoran.