Una persona ha fallecido y otras 17 han resultado contagiadas por coronavirus en dos pensiones de Algeciras (Cádiz), la mayoría de ellas de origen africano, cuyas instalaciones ha quedado aisladas por la autoridades locales y sanitarias de Andalucía.
Los datos han sido confirmados por el consejero andaluz de la Junta, Jesús Aguirre, que ha negado que se trate de un brote, ya que este se considera -ha dicho- cuando hay un volumen de personas muy superior y además hay flecos que no están delimitados. "Se trata de un cluster, con un fallecido y 17 contagiados y afecta a dos pensiones. Los afectados son de origen africano y se han detectado 64 contactos incluidos los 17 con PCR positivos", ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Todos ellos permanecen aislados en habitaciones individuales, según señalan desde el Ayuntamiento algecireño, que explica que voluntarios de Protección Civil han hecho entrega de alimentos y material de protección al establecimiento. El consejero ha explicado que una vez confirmados los casos se ha comunicado a los responsables de las pensiones la necesidad del aislamiento, medida acordada de manera urgente con la autoridades locales y provinciales de la Junta.
Además, ha detallado que se ha sometido a aislamiento preventivo a un volumen de personal del hospital Punta Europa de Algeciras durante unos días hasta que se compruebe que no hay contagio de profesionales sanitarios. Aguirre ha confirmado, por otra parte, que hay un "pequeño cluster" en Granada, donde se han registrado 10 PCR positivos de nuevos pacientes ambulatorios, "muchos de una misma familia", si bien ha concretado que todos ellos están en seguimiento y que son "casos aislados y pacientes asintomáticos".
El dueño de la pensión Zagora de Algeciras (Cádiz), que ha sido aislada con 17 personas dentro por un brote de coronavirus que ha causado la muerte a un hombre de 78 años, asegura que tanto él como los demás están "bien": "No nos falta nada", ha asegurado.
En una conversación telefónica, este hombre llamado Reduam asegura que "todo está bajo control". Aunque de la situación sanitaria no quiere aportar datos y remite a las autoridades, explica que de momento los dieciséis residentes, diez de ellos alojados por cuenta de los servicios sociales del Ayuntamiento y el resto por el de una organización no gubernamental, están cada uno en una habitación.
"Qué vamos a hacer, hay que aguantar", explica Reduam, que cuenta que él es el dueño de la pensión y el que se encarga de llevar a cada habitación la comida o enseres que se necesitan ataviado con guantes y mascarillas. "Cada uno está en su habitación, no falta comida, ni tabaco, todo está bajo control", añade el entrevistado, que reconoce que se ha producido algún momento de tensión cuando alguno de los aislados ha querido salir del cuarto."Viven en la calle, son callejeros. Yo intento calmarles", explica.
Al dueño de esta pensión no le preocupa que su negocio haya tenido que cerrar quince días y quedar aislado. "Qué vamos a hacer. A mi cerrar no me preocupa, lo importante es que la gente se cure", dice. La pensión Zagora fue aislada el miércoles por la noche después de que uno de sus inquilinos, un hombre de 78 años que había sido alojado allí por los Servicios Sociales del Ayuntamiento al carecer de recursos económicos y que padecía graves patologías previas, falleciera tras ser trasladado al hospital Punta de Europa de la ciudad.
Tras este fallecimiento se hicieron pruebas a todos los residentes en la pensión y se detectó que tres de ellos eran positivos al coronavirus, dos inmigrantes de origen africano, de 19 y 24 años, y una mujer de 70 años cuya nacionalidad no ha sido especificada.