La ameba Naegleria fowleri, popularmente conocida como ameba 'comecerebros' es un pequeño organismo unicelular que habita en aguas dulces y cálidas en distintas zonas del planeta y que es capaz de provocar la muerte de una persona en cuestión de días se logra penetrar el organismo.
David Pruitt, un niño californiano de 7 años, ha sido el último menor de edad en morir en Estados Unidos después de contraer la infección en un lago del agua dulce. Esta ameba, desconocida para gran parte de la población, entra al organismo por la nariz y de ahí pasa al cerebro a través de los nervios que transmiten el olfato.
Según el portal de divulgación científica Mayo Clinic, tan sólo un pequeño porcentaje de las personas expuestas a Naegleria sufren la terrible enfermedad que conlleva. Además, la infección no se contagia de persona a persona ni tampoco se contrae bebiendo agua contaminada, sólo por la nariz.
A pesar de que se desconoce porque hay algunas personas que se infectan y otros no, sí que existen ciertos factores de riesgo que conviene tener en cuenta para reducir al máximo las posibilidades de contraer este peligroso patógeno.
Al tratarse de una ameba que se encuentra en zonas de agua dulce y cálida, los expertos recomiendan evitar el baño en lugares como lagos y ríos. El calor es el aliado perfecto de la ameba ya que su presencia aumenta durante los meses de verano, cuando el agua presenta las condiciones idóneas para su desarrollo.
Otro de los factores de riesgos es la edad. En este caso no son las persona mayores las más vulnerables sino que son los niños y los jóvenes los que tienen más posibilidades de infectarse ya que suelen pasar más tiempo en el agua.
La infección con la ameba Naegleria provoca una enfermedad denominada meningoencefalitis que provoca inflamación del cerebro y destrucción del tejido cerebral. Los primeros síntomas comienzan entre los dos y los quince días posteriores a la exposición a la ameba y se van agravando a medida que avanza la enfermedad.
Primeros síntomas
Agravamiento de la enfermedad
Tal y como aseguran los médicos especializados, la enfermedad avanza rápidamente y, en general, acaba provocando la muerte al cabo de los cinco días desde el comienzo de la sintomatología. Ante la aparición de los primeros síntomas, resulta fundamental acudir a un centro médico a la mayor brevedad posible si se ha estado en agua dulce.
Desde que comenzaron los registros en 1962, al menos 140 personas han perdido la vida como consecuencia de la infección por la ameba Naegleria. En septiembre del año 2020, un niño de 13 años murió tras contraer la ameba durante un campamento en un lago. Dos años antes, una mujer de 69 años también perdió la vida por beber agua del grifo contaminada en Seatlle.
En España, tan sólo se tiene constancia de un caso que, en 2018, obligó a clausurar una piscina cubierta en Toledo después de que una niña se infectara de la ameba comecerebros. Una rápida intervención de los servicios de salud logró salvar la vida de la menor que tuvo que ser sometida a un fuerte tratamiento antibiótico y fungicida por vía endovenosa.