Es una de las urticarias más raras que se conocen, pero existen contados casos diagnosticados en todo el mundo que así lo atestiguan. Se trata de la alergia acuagénica que, según el National Center for Advancing Traslational Sciences, la epidermis desarrolla ronchas con picazón inmediatamente después de entrar en contacto con el agua, independientemente de cuál sea la temperatura de esta. Los primeros casos de estas lesiones en la piel por estímulos y cambios físicos del medio ambiente se dataron en 1964 por los médicos Shelley y Rawnsley y desde entonces se han reportado al menos 100 en todo el mundo. Los expertos han observado que esta patología se da con más frecuencia en mujeres que en hombres y suele estar relacionada con la adolescencia y la juventud. En mayo del año pasado, la youtuber británica Niah Selway, compartió con sus seguidores las quemaduras y erupciones que aparecen en su cuerpo incluso cuando suda o llora y como evita salir al exterior cuando llueve, algo habitual en su localidad natal.
Los primeros en describir esta rara reacción física fueron los dermatólogos Shelley y Rawnsley en el año 1964. Los facultativos detectaron tres casos y dos de ellos sugirieron mecanismos patógenos. Fueron los primeros en plantear la hipótesis de la reacción al agua de un componente del sebo o de las glándulas sebáceas, que liberaban de manera masiva histamina. Esta dolencia es diferente que el prurito acuagénico (AP), descrito por Greaves y por el que un breve contacto con el agua a cualquier temperatura produce una intensa picazón sin cambios visibles en la piel.
Los pacientes estudiados hasta la fecha, que podrían rondar los 100 en todo el mundo, presentan ronchas eritematoedematosas pruriginosas, blanquecinas o translúcidas, en zonas de la piel a los pocos minutos o segundos del contacto con el agua, ya sea de manera externa o interna, a través de la sudoración o lágrimas. Habitualmente se localizan en aquellos lugares más expuestos, como cuello, cara, tronco, brazos y espalda. El tiempo medio de evolución de las lesiones es de 31 meses y en algunos casos se producen mayores exacerbaciones en otoño-invierno y mejora en primavera-verano. Asimismo, los especialistas en la materia consideran que podría haber un componente genético porque han descrito casos familiares de esta alergia.
En cualquier caso, se desconoce el origen y se cree que los afectados reaccionan ante un antígeno soluble en agua en la capa córnea de la epidermis, "de ahí se difunde en la dermis provocando la liberación de histamina de los mastocitos provocando la sensibilización a nivel cutáneo", señalaban tres médicos de distintos centros de salud gaditanos en la Revista Clínica de Medicina de Familia en 2016.
Estos mismos especialistas, consideraron la realización de un diagnóstico diferencial (prurito acuagénico, urticaria colinérgica y urticaria a frigore) o pruebas de provocación en consulta para confirmar la dolencia y como tratamiento el uso de antihistamínicos previos a la exposición al agua y la utilización de métodos de barrera como vaselina.
Hoy por hoy, se utilizan otros tratamientos como los rayos ultravioleta B con fotoquimioterapia, anticolinérgicos y esteroides anabolizantes, pero son muchos los médicos que se muestran reticentes a su eficacia.
La primavera pasada, la británica Niah Selway, conocida youtuber, compartió la alergia al agua que padece desde los cinco años. Esta influencer de 21 años puede beber agua sin ningún problema, sin embargo, cada vez que se ducha, suda o llora aparecen unos habones en la zona que le provocan un dolor que se extiende por todo el cuerpo.
"Cuando me baño, todo mi cuerpo arde durante horas y horas. Con el tiempo, me armé una rutina, aunque de cualquier manera es doloroso, pero he encontrado formas de hacerlo un poco menos traumático. Por ejemplo, ya no me lavo el pelo, lo hago por separado para sentir menos dolor", comentó al rotativo Daily Mail. Salir a la calle es una pesadilla ya sea los días lluviosos o cuando hace demasiado calor, ya que también reacciona a su propia sudoración.