Los humanos realizados diariamente una media de 21.000 respiraciones e inspiramos y respiramos entre cinco y seis litros de aire por minuto. Es un proceso biológico propio de los seres vivos y primordial para mantener a las especies aeróbicas vivas. Sin embargo, la mayoría de los humanos inhalamos mal. Según los expertos, la mayor parte de las personas usamos solo el 30% de la capacidad respiratoria y, además, inspiramos inconscientemente por la boca cuando lo más saludables es hacerlo por la nariz, sobre todo con la llegada del frío invernal. ¿Sabías que puede tener relación con problemas del tabique nasal, craneofaciales, dentales o posturales y que tiene consecuencias para la salud, sobre todo, si se prolonga en el tiempo?
"La respiración tiene que ser preferiblemente nasal porque las fosas nasales permiten que el aire llegue a los pulmones limpio y con la humedad y temperatura necesaria", señala el doctor Antonio Río, coordinador del Área de Fisioterapia Respiratoria de la Sociedad Española de neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). "Por un lado, la nariz contiene una serie de cilios o pequeños pelos que atrapan las partículas presentes en el aire evitando así su llegada a las vías aéreas inferiores. Por otro lado, la mucosa nasal se encarga de calentar y humedecer el aire permitiendo que este llegue en condiciones óptimas a vías inferiores y así permitir su correcto funcionamiento", comenta el experto. Asimismo, recalca que una respiración bucal no cumple con estas tres funciones básicas y esto aumenta, por tanto, "el riesgo de que el sistema respiratorio se vea atacado con mayor facilidad y de que el funcionamiento de su mucosa se vea mermado ante la presencia de un aire frío y seco", indica.
Desviación de tabique
La nariz es la primera barrera de defensa natural y logra que el oxígeno llegue a los pulmones con el nivel de humedad, calor y esterilidad óptimas. Según la fonoaudióloga Constanza Pacheco, de la Unidad de Otorrinolaringología de la Constanza Pacheco,Unidad de Otorrinolaringología de la Clínica Las Condes, la respiración bucal se genera por múltiples causas. "Desde un cuadro alérgico, infeccioso, una malformación en el recorrido de la vía aérea superior como la desviación de tabique, hipertrofia de cornete puede desencadenar una descompensación respiratoria", señala la doctora, que añade también la hipotonicidad muscular del paladar, lengua, labio o alteración de la mordida.
Para la fisioterapeuta respiratoria Beatriz Simón, la respiración bucal es una disfunción del sistema respiratorio que puede "ocasionar malformaciones faciales y orales, alteraciones corporales e incluso trastornos fisiológicos e intelectuales". La especialista, que pone la voz de alarma cuando ese tipo de respiración se cronifica, recuerda que esta alteración suele producirse a edades muy tempranas debido, entre otras cosas, a vegetaciones o amígdalas demasiado grandes, infecciones respiratorias frecuentes, pólipos nasales, rinitis alérgica, sinusitis y desviación del tabique.
"No respirar bien por la nariz favorece las infecciones de la vía aérea inferior (bronquios y pulmones) y dificulta la oxigenación sanguínea. Asimismo, la obstrucción nasal predispone al ronquido y a las apneas durante el sueño", afirman desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
Otra cuestión importante sobre la que alertan los otorrinolaringólogos es el abuso de los espráis nasales. Este tipo de tratamiento es habitual en los pacientes con rinitis y rinosinusitis crónica, una inflamación de la mucosa de la nariz y de los senos paranasales que puede deberse a agentes bacterianos, virales hongos o alergias. Sin embargo, hay muchas personas que no padecen estas afecciones y deciden por su cuenta y riesgo adquirir esta medicación que se vende sin receta. Se trata de fármacos cuyos principios activos afectan al sistema cardiovascular y cuentan con efectos secundarios importantes como la hipertensión y patologías cardiovasculares. Automedicarse con estos descongestivos nasales sin la prescripción y control médicos es un riesgo para la salud.
Llantos sanadores
La estructura de las vías respiratorias de los bebés son inmaduras y se irán transformando a lo largo de su desarrollo hasta la adolescencia. En condiciones normales, los recién nacidos suelen respirar únicamente por la nariz (porque es el conducto más seguro para la entrada de aire en sus pequeños pulmones) y solo si se se obstruye (por distintas razones que van desde los resfriados a los cuerpos extraños pasando por infecciones de los senos paranasales) lo harán por la boca, pero con la ayuda del llanto, un esfuerzo que permite a los pequeños abrir mejor las vías respiratorias.