Se acerca la Navidad y lo que esta época del año conlleva: dulces, comidas y cenas copiosas, tiempo en casa... Este año en el que los viajes están limitados y, con el sofá y manta muy al alcance para estas vacaciones, es probable que los kilos ganados tras las fiestas, sean algunos más.
No nos importa porque llega el día 1 de enero y todos son propósitos. El más demandado, peleón y recurrente, adelgazar: es en un reto cuando empieza el año, cuando se acerca el verano, cuando tenemos un evento... y, en estas fechas, de cara a lucirnos en las reducidas cenas o para compensar aquellos kilos que tenemos previsto ganar.
Con este objetivo en mente, buscamos algunos trucos que nos pueden ayudar a perder peso. Pero, para llegar a la meta, no exiten los milagros, pero sí una receta: hábitos saludables, es decir, seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio, principalmente.
El corto plazo puede ser un aliado si nos sirve como aliciente para comenzar a llevar una vida más saludable, pero tenemos que tener en cuenta que lo eficiente, lo que de verdad importa, es darle continuidad. De nada nos sirve perder unos kilos ahora y que esto tenga después el famoso 'efecto rebote'. Así que, empieza ahora y, sí, es posible que adelgaces de cara a las cenas navideñas si ese es tu objetivo, pero sigue.
Para empezar, te decimos algunos buenos hábitos que, en tiempos de pandemia, serán nuestros aliados:
No te saltes comidas y evita distracciones
Si vas a comer, vas a comer: nada de móvil, nada de tele. No necesitas ninguna distracción. Estas acaban haciendo que engullas la comida y que no hagas bien la digestión. Como consecuencia, te sacias menos y comes más. Hazlo cinco veces al día. De esta manera, reduces la ansiedad por comer y no te das atracones.
Evita el consumo de alcohol
El alcohol es un tóxico que absorbe proteínas, vitaminas y otros nutrientes. Tiene muchas calorías pero vacías, es decir, sin ningún aporte nutricional. Además, hace que los niveles de azúcar en la sangre se descontrole y por lo tanto tu apetito aumenta, lo que desencadena una ingesta sin control.
Aprovecha el tiempo y cocina en casa
Evitar los procesados es uno de los mayores regalos que le puedes hacer a tu cuerpo. Para su conservación, se utilizan cantidades de azúcar y sal que ni nos imaginamos. Por ello, aunque requiera tiempo, intenta siempre cocinar en casa. Ahora que las salidas están restringidas, no tienes excusa.
Lo mismo, pero de otra manera
Importa lo que comemos, pero también la forma en la que cocinamos nuestros alimentos. Cocinar al vapor o a la plancha, de forma general, es mucho más saludable que recurrir a los fritos y rebozados.
Di no a las bebidas azucaradas
Al igual que ocurre con el alcohol, las bebidas azucaradas tienen grandes cantidades de calorías que tienen escaso o nulo valor nutricional. Puedes sustituirlas por agua en cada comida.
Duerme ocho horas
Dormir poco engorda. Es químico: cuando tenemos sueño los adipocitos (células grasas) liberan menos leptina (la hormona supresora del apetito) y el estómago libera más grelina (la hormona del apetito). Además, dormir lo suficiente es necesario para nuestro sistema inmune, tan importante, especialmente, en estas circunstancias.
Engánchate a las clases virtuales
Internet ha jugado un papel muy importante en nuestra relación con el mundo exterior en estos últimos meses. Si hace demasiado frío como para salir a la calle a hacer ejercicio, te da pereza o prefieres evitarlo, puedes recurrir a las clases virtuales que tanto se han popularizado. Es una alternativa más a lo de siempre: hacer deporte regularmente.