El informe provisional del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el número de fallecimientos registrados en el año 2023 (que se constatarán de forma definitiva con el cierre del año 2024) indica que, en el primer semestre de dicha fecha, se produjeron en España 221.462 defunciones, siendo enero uno de los meses en los que el pico de muertes fue más elevado. El 27,1% de estas pérdidas se debieron a enfermedades del sistema circulatorio, el 25,8% a tumores y el 11,5% a enfermedades del sistema respiratorio, según el mismo informe oficial.
Indagando en los dosieres de años anteriores, el patrón se repite: en enero de 2022, España registró 46.999 fallecimientos y en diciembre 42.397. En 2021, las cifras fueron de 52.138 y 42.397 muertes, respectivamente, el mismo número exacto que en el diciembre anterior. Esto, con la sombra del coronavirus todavía acechando a la población y cuyas graves consecuencias son la causa de gran parte del número de bajas. Sin embargo, si nos vamos a los datos pre-pandemia del INE, los informes reflejan la misma situación: en 2017, por ejemplo, se contabilizaron 49.370 muertes en enero y 41.665 en diciembre, por lo que podemos constatar que estos dos meses son los más mortales del año, independientemente de las alarmas sanitarias registradas.
En Informativos Telecinco web hemos hablado con el médico y cirujano F. Molina Martín para saber por qué diciembre y enero y, sobre todo, la concentración de las fechas navideñas, están directamente relacionadas con el aumento de los decesos: "Para saberlo, tenemos que analizar qué es lo que cambia en esta época del año con respecto a las demás. Y lo primero que hay que tener en cuenta es que son los meses de más frío en España. Es el mayor momento de la propagación de gripes y catarros entre la población y eso afecta especialmente a las personas mayores, vulnerables y con patologías previas", ha explicado.
Su afirmación concuerda con la de Óscar Zurriaga, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, quien asevera que "cuando hablamos de mortalidad debida a la temperatura soleos referirnos al calor, pero el frío es mucho peor". Sin embargo, tal y como añade el doctor, hay muchos otros factores, además de las bajas temperaturas, que hacen que las navidades sean un factor de riesgo en sí mismo:
"Durante estas celebraciones, aumenta el consumo de alcohol, de tabaco y de comidas con sal, grasas e hipercalóricas. Además, dormimos menos tiempo y todo ello afecta, sobre todo, a las personas mayores", señala sobre los excesos que pueden perjudicar a los pacientes con problemas cardiovasculares previos y con todo tipo de enfermedades en general. Pero también incide en otros aspectos como el estrés de las idas y venidas y de la presencia de la familia dentro de la misma casa, el retraso a la hora de ir al hospital por parte del propio paciente, debido a los "múltiples compromisos sociales" propios de esta fiestas, así como la saturación misma de los centros sanitarios y la reducción del personal.
Según el INE el suicidio, sobre todo en la población masculina, sigue siendo una de las primeras causas de muerte externa, también presente en la época navideña por su estrecha vinculación con el sentimentalismo y la nostalgia. "Tampoco debemos olvidar que el consumo irresponsable de alcohol lleva a la conducción temeraria, por lo que se registran más accidentes de tráfico", concluye el entrevistado, por lo que los motivos por los que muere más gente en Navidad no sólo se reducen a un solo factor, sino "a la suma de todos ellos".
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