Las enfermedades más frecuentes en Navidad: cómo diferenciarlas para que no te arruinen las fiestas

Llega el invierno y los abrigos, las mantas, las reuniones familiares, las luces de Navidad o los chocolates con churros. Pero no todo iba a ser bonito, también los resfriados y las gripes. En Atención Primaria aumentan la consultas por casos de infecciones respiratorias, causante de numerosos ingresos durante esta época.

Las bajas temperaturas pueden debilitar el sistema inmune y es más probable que durante estas Navidades contraigas algunas de las infecciones invernales más habituales. Te contamos cuáles son las 8 enfermedades más frecuentes en invierno.

Todos hemos experimentado alguna vez un resfriado común. Se te inflama la garganta, tu voz se vuelve nasal, los ojos se irritan y los pañuelos se convierten en un aliado para sobrevivir a los estornudos y mocos. En ocasiones puede darnos fiebre, pero de forma más leve que la gripe.

La gripe, son como los padres del resfriado común, llega más fuerte y te deja, lo que se conoce como "hecho un trapo". Está originada por el virus de la influenza y es la infección vírica más común de otoño-invierno. En este caso los síntomas son más intensos, así como la fiebre más alta y dolores musculares por todo el cuerpo. Como medida preventiva para evitar que haya complicaciones se recomienda vacunar a las personas más vulnerables. De hecho, en niños de seis meses a cinco años, previno un 70% de las infecciones respiratorias el pasado invierno, según datos del Instituto de Salud Carlos III.

Como no, también el Covid-19 desarrollado por el coronavirus SARS-CoV-2, que tanto conocemos desde los últimos años. Sus síntomas son variados y se pueden confundir con un constipado o gripe, lo que en ocasiones dificulta su diagnóstico si no se dispone de un test. Van desde tos, fiebre, dolor de garganta, mucosidad, dolor muscular a la pérdida del gusto y olfato y diarrea, entre otros.

Otras son la amigdalitis de origen vírico o bacteriano, con la que se inflaman una o ambas amígdala y causa fiebre. Además de la neumonía, infección del pulmón que puede ser de origen bacteriano, vírico o fúngico, y provoca la acumulación de líquido y otras secreciones en el alveolo.

Bronquiolitis, laringitis y bronquitis: sus diferencias

La bronquiolitis, provocada por el virus respiratorio sincitial (VRS), produce inflamación en las vías respiratorias inferiores y se caracteriza por tos, problemas respiratorios, burbujeos y pitidos al respirar y la falta de apetito. Puede producir complicaciones más graves en adultos mayores con enfermedades crónicas o inmunodeprimidos y en los menores de un año, por lo que es importante vigilar la progresión de sus síntomas.

También es común la laringitis, que coincide en algunos síntomas con la bronquiolitis, como la tos seca, problemas respiratorios y los ruidos al respirar. Sin embargo, se diferencia en que afecta las vías respiratorias altas, y por lo tanto causa su inflamación ahí. La tos es diferente a la que se provoca con la bronquiolitis que suele presentar signos más agudos de dificultad respiratoria a nivel de abdomen.

Por otro lado está la bronquitis, una infección de origen vírico que causa problemas respiratorios por el estrechamiento de los bronquios. Mientras la bronquitis afecta a la parte " más grande" de los bronquios, la bronquiolitis afecta a la parte más distal y más pequeña del árbol bronquial.

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