Tomar gazpacho durante el embarazo: lo que debes tener en cuenta para no correr riesgos

En verano apetece tomar gazpacho fresquito para combatir las altas temperaturas. Pero no siempre es buena idea. Durante el embarazo hay que tener en cuenta algunas consideraciones para no correr riesgos, tanto si se trata de gazpacho casero, como si hablamos de las opciones listas para consumir.

Listeria: una bacteria muy peligrosa durante el embarazo

Obviamente la mayor preocupación durante el embarazo es que el bebé nazca sano y nos da miedo que le pueda pasar algo malo. Por eso también preocupa la alimentación. Sin duda existen riesgos, pero no se trata de vivir con miedo, sino de conocerlos para poder evitarlos.

Podríamos decir que uno de los riesgos más importantes durante el embarazo es un patógeno capaz de causar daños graves y permanentes sobre el feto e incluso abortos. Se trata de una bacteria llamada Listeria.

Podemos eliminarla fácilmente con el cocinado porque las altas temperaturas acaban con ella. Pero podría estar presente en los alimentos que no cocinamos antes de consumirlos, sobre todo si permanecen mucho tiempo refrigerados porque, a diferencia de lo que ocurre con otras bacterias, Listeria es capaz de desarrollarse a bajas temperaturas.

Por eso durante el embarazo es fundamental tener especial precaución con ellos. ¿Y qué ocurre con el gazpacho? Depende de la forma en que se elabore y se conserve.

Gazpacho casero durante el embarazo

Si vamos a elaborar nuestro propio gazpacho en casa, se recomienda lavar y pelar bien las hortalizas que se utilicen sin piel (por ejemplo, el pepino) o lavar y desinfectar bien las que sí se utilicen con piel (por ejemplo, el pimiento).

Para desinfectar los vegetales podemos utilizar alguno de los productos que se venden expresamente para ese fin. Aunque una opción más económica y también efectiva consiste en emplear lejía apta para uso alimentario, siguiendo las indicaciones de la etiqueta.

Una vez que los vegetales están listos y el gazpacho preparado, se recomienda consumir inmediatamente y en ningún caso consumirlo una vez transcurridas más de 24 horas.

Gazpachos comerciales durante el embarazo

Si vamos optar por versiones listas para consumir pueden surgirnos más dudas porque existen diferentes alternativas en lo que respecta a su forma de procesado: algunos han sido sometidos a un tratamiento para prolongar su vida útil, mientras que en otros eso no se hace.

1.      Gazpachos no pasteurizados

Este tipo de gazpacho se conserva gracias a que se extreman las medidas de higiene durante su elaboración y se mantiene a temperaturas de refrigeración. Tienen la ventaja de que conservan los sabores y aromas frescos de las hortalizas, pero no son una opción segura durante el embarazo y deberían evitarse en este periodo de la vida.

2.      Gazpachos sometidos a un tratamiento térmico

Durante su procesado se aplican determinadas temperaturas durante un tiempo concreto. Dependiendo de esa combinación de tiempo y temperatura se obtendrá un producto con unas características u otras. Por ejemplo, si la temperatura es muy alta, se aplica durante tiempos breves, de modo que se consigue un producto seguro, que dura mucho tiempo y que se puede almacenar a temperatura ambiente. Este tipo de gazpacho sí es seguro durante el embarazo. Eso sí, tiene el inconveniente de que las altas temperaturas arruinan en cierto modo los aromas y sabores frescos característicos de las hortalizas.

Por eso algunos fabricantes optan por aplicar tratamientos más suaves: temperaturas más bajas durante tiempos más prolongados. Así se obtienen productos con mejor sabor y aroma pero que necesitan frío para su conservación. Estos productos son seguros para la población general y en principio también durante el embarazo. Pero la recomendación general en esta situación es la de evitar alimentos que pasen mucho tiempo refrigerados y no se calienten antes de ser consumidos.

3.      Gazpachos sometidos a altas presiones hidrostáticas (HPP)

Como hemos visto, uno de los inconvenientes del tratamiento térmico es que puede alterar el sabor y el aroma del gazpacho, perdiendo su frescura característica. Una alternativa consiste en aplicar un tratamiento basado en someter al producto a altas presiones, capaces de eliminar bacterias patógenas sin alterar el sabor y el aroma. En términos de seguridad, el tratamiento es equivalente a una pasteurización, por eso necesitan almacenarse en frío y por eso podemos decir lo mismo que en el caso anterior.

¿Y qué pasa con los productos donde no se indica nada?

En el mercado podemos encontrar muchas marcas de gazpacho donde no se indica el tipo de tratamiento que se ha aplicado. En estos casos puede servirnos como pista la forma de almacenamiento: si no necesita frío, se ha aplicado un tratamiento intenso y el producto es seguro. Si se vende en la zona de refrigerados y no se especifica que es un producto no pasteurizado, lo más probable es que haya sido pasteurizado. Pero en caso de duda, lo más prudente es contactar con el fabricante. 

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.