¿Cuáles son los principales hitos o avances médicos más importantes que se han producido en este 2023 y por qué? Ésta es la pregunta que hemos realizado en Infosalus a más de una decena de portavoces de las principales sociedades científicas del país, y esto es lo que nos han contado.
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) el doctor Guillermo Martín Carballo, vicepresidente de Atención Primaria de la asociación destaca en primer lugar el haber conseguido dos nuevas incorporaciones en el calendario de inmunizaciones infantil:
Mientras, el presidente de la Asociación Española de Vacunas (AEV), el doctor Jaime Pérez, considera que “el mayor hito” de este año es la “primera vez en la Historia de la humanidad”, aunque suene así, que se ha aplicado una medida para la prevención universal frente al VRS: “Hay muy pocos países europeos que la han introducido, un anticuerpo monoclonal, que no es vacuna estrictamente, y que se autorizó a finales de 2022 y España, Francia, y Estados Unidos, entre otros, han sido la punta de lanza en la aplicación de este preparado”.
En su opinión, es reseñable el hecho de tener por primera vez esta medida de prevención universal desde que se descubrió el virus hace 60 años, “porque no hay medida de tratamiento”, y ésta ha llegado a España a través de un monoclonal y que se ha aplicado con gran agilidad.
“Probablemente nos permitirá tener un otoño-invierno en las aulas de pediatría de los hospitales y de los centros de salud más tranquilos”, subraya. Igualmente, destaca los cambios de calendario vacunal de este año, la introducción de la vacuna frente a la gripe en niños de 6 a 59 meses, así como frente al menigococo B, o la vacuna del papiloma en varones.
Igualmente, el doctor Pérez, de la Asociación Española de Vacunas, celebra que el premio Nobel de Medicina se haya concedido en esta ocasión a los investigadores que hicieron posible la vacuna frente a la COVID-19, con Katalin Karikó a la cabeza, Premio Príncipe de Asturias hace ya dos años, y para el también investigador Drew Weissman, “por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra la infección por SARS-CoV-2”.
Otro hito más, a su juicio, es la autorización por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) de la vacuna de Hipra frente a la COVID-19, “la vacuna española que llega con limitaciones en cuanto a su uso, pero ahí está el haber conseguido una vacuna española, algo muy importante a nivel nacional”.
Por su parte, el doctor José Miguel Láinez, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), considera que uno de los datos más significativos del presente año ha sido la aparición de dos fármacos para el tratamiento de la enfermedad de Alzhéimer, concretamente de su fase precoz, uno aprobado por la FDA norteamericana, y sometido a aprobación por la EMA; y otro que está pendiente de aprobar por ambas agencias.
Se trata de lecanemab y donanemab, dos anticuerpos monoclonales dirigidos frente a la proteína ‘beta amiloide’, cuya acumulación en nuestro cerebro se cree como precursora del Alzhéimer. “Ambos han demostrado que retrasan la aparición de la enfermedad entre un 35 y un 32%. No se habla de curar, pero sí representan un cambio de concepto en el manejo de la enfermedad, con tratamientos que van hacia la causa del problema, y que son efectivos y bien tolerados por los pacientes”, asegura.
Cree en este sentido el presidente de la SEN que estos dos fármacos va a cambiar la asistencia que hoy en día se está concediendo a esta patología. “Es una realidad que espero que en mayo de 2025 esté disponible en España”, celebra.
Sostiene, a su vez, que han tenido lugar en este 2023, avances “muy significativos” en el campo de la migraña, con fármacos y terapias muy específicas: “Ahora tenemos más fármacos que pueden resolver y mejorar mucho la calidad de vida de estos pacientes. Se trata de fármacos más específicos, anticuerpos monoclonales, y para el tratamiento de las crisis”.
Otra cuestión a remarcar en este 2023, según cree el doctor Lainez, es el compromiso global de las sociedades científicas internacionales con la salud cerebral, donde se incluye la OMS, y todas las implicaciones de las sociedades neurológicas europeas, para intentar prevenir las enfermedades neurológicas. Recuerda aquí que, probablemente, un 90% de los ictus son por factores controlables, y un 30% o más de los casos de Alzhéimer.
En el campo de la Endocrinología y la Nutrición, según resalta el doctor Ignacio Bernabeu Morón, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN¿Cuá), en el presente año se ha logrado el desarrollo de fármacos eficaces para el tratamiento médico de la obesidad, una “enfermedad crónica recidivante, que es cada vez más frecuente en España”, ya que afecta al 23% de los adultos, y se estima que en 2030 y 2035 afectará al 30% y al 37% de los adultos, respectivamente.
En los países occidentales es responsable de entre el 2 y el 7% del total del coste sanitario, fundamentalmente por sus complicaciones metabólicas y cardiovasculares, tal y como advierte este especialista: diabetes mellitus, aumento de colesterol, hígado graso, hipertensión arterial, enfermedad cardio y cerebrovascular, apnea del sueño, incremento de la frecuencia de algunos cánceres (mamá, útero, colon, renal, biliar, páncreas, recto, esófago u ovario).
"Perder y mantener un 10% del peso corporal revierte o mejora muchas de sus complicaciones. El tratamiento implica modificaciones en algunos hábitos, en la dieta, y en la actividad física de la persona afectada. Estos cambios, si bien siempre son positivos para la salud del paciente, no siempre son suficientes para alcanzar y mantener un peso más sano y una mejor calidad de vida”, aclara el doctor Bernabeu Morón.
Aquí subraya que en los últimos años se han desarrollado fármacos anti-obesidad que consiguen promover una pérdida de peso superior al 10% en la mayor parte de los pacientes tratados. “En conjunto estos fármacos son denominados ‘análogos de la incretinas’ (GLP-1 y GIP), unas hormonas producidas y liberadas en el tracto digestivo ante la llegada de nutrientes, que estimulan la producción de insulina, regulan el tránsito digestivo, el metabolismo de las grasas, y producen una sensación de saciedad y de disminución del apetito”, resalta.
Explica que los análogos de las incretinas ejercen básicamente los mismos efectos que las incretinas naturales, y recuerda que se comercializaron por primera vez en 2005 como fármacos para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en pacientes con obesidad.
“Desde entonces, se han convertido en un tratamiento estándar en la diabetes tipo 2 al mejorar el control de la glucosa, disminuir el riesgo de hipoglucemias frente a otras alternativas de tratamiento, y facilitar la pérdida de peso. La mayoría de los comercializados (entre ellos la exenatida, liraglutida, dulaglutida o semaglutida) facilitan la pérdida de peso, pero solo uno de ellos -la liraglutida 3 mg- está comercializado en España para el tratamiento de la obesidad, facilitando la pérdida de en torno a un 8% del peso”, sostiene este especialista en tratamiento de la obesidad.
Recientemente, dice que es hitos o avancla EMA ha aprobado dos análogos incretínicos como tratamientos adicionales a una dieta baja en caloríases , junto a un incremento de la actividad física en pacientes con exceso de peso: “Se trata de ‘semaglutida 2,4 mg’ (análogo GLP1) y ‘tirzepatida’ 15 mg (análogo dual GLP1 y GIP), en ambos casos indicados en pacientes con obesidad (índice de masa corporal/ IMC ≥ a 30 k/m2), o bien con sobrepeso (IMC ≥ 27 kg/m2), y alguna complicación específica asociada (diabetes o prediabetes, hipertensión, dislipemia, apnea del sueño o enfermedad cardiovascular)”.
En los estudios preclínicos, según prosigue el presidente de SEEN, estos fármacos han médicos máconseguido reducciones de peso de hasta un 15 y un 20% respectivamente, con un perfil de tolerancia y de seguridad adecuado. “Estos fármacos, ya sea por un efecto específico o por la pérdida de peso alcanzada, pueden reducir el riesgo cardiovascular y metabólico”, agrega.
Probablemente, celebra que estén disponibles en España en 2024, py a su juicio, “representan un avance significativo en el tratamiento de la obesidad”, pero no son su curación. Es más, insiste en que su uso “siempre” deberá realizarse bajo prescripción y seguimiento médico especializado, liderado desde las unidades de obesidad de los Servicios de Endocrinología y Nutrición.
Ahora bien, el doctor se mantiene expectante puesto que, hasta el momento, nada se conoce respecto a su posible financiación por el Sistema Nacional de Salud. “La obesidad es una enfermedad crónica, no elegida por el paciente y generadora de múltiples y de graves complicaciones. La SEEN y su área de Obesidad reclama que el tratamiento de esta enfermedad sea considerado como el de cualquier otra enfermedad crónica: financiable en indicaciones concretas, bajo prescripción y seguimiento médico especializado”, defiende.
En caso contrario, considera el doctor Bernabeu que el tratamiento de la obesidad representará una gran fuente de inequidad, ya que por su coste previsible solo serán accesibles para un pequeña parte de las personas con obesidad.
Otro de los hitos reseñables de este 2023, en opinión del presidente de la Sociedad Española de Endocrinología, ha tenido lugar en el campo de la acromegalia, una enfermedad poco frecuente (entre 2 y 10 nuevos casos por millón de habitantes y año) producida por un tumor benigno de la glándula hipófisis, y que produce un exceso de hormona de crecimiento.
“Cuando este tumor se desarrolla en niños o en adolescentes provoca un cuadro clínico de sobrecrecimiento o gigantismo. Por el contrario, cuando ocurre en adultos, que es lo más habitual, se produce un cuadro clínico caracterizado por un hipercrecimiento de partes blandas, con cambios característicos en el aspecto físico del paciente”, detalla.
Así, el doctor recuerda que el tratamiento primario de esta patología es fundamentalmente quirúrgico por vía endoscópica a través de las fosas nasales; si bien éste sólo es efectivo en alrededor de un 50% de los casos. “En los pacientes no curados existen alternativas de tratamiento médico que pueden ser eficaces. El uso de estos tratamientos, de acuerdo con la normativa española y europea, debe hacerse de forma secuencial”, aclara.
Hay una primera línea de tratamiento por la que deben pasar todos los pacientes y aquellos que no responden a este tratamiento (aproximadamente un 40-50%) pueden pasar a segunda y, posteriormente a una tercera línea de tratamiento, tal y como describe: “Esto implica que los pacientes que no responden a la primera línea de tratamiento pueden precisar muchos meses hasta alcanzar el control de la enfermedad, y esta demora puede implicar la irreversibilidad de algunas de las complicaciones de la enfermedad, y por ello un peor pronóstico”.
Sin embargo, existen datos clínicos, radiológicos, bioquímicos y ciertas características moleculares específicas del tumor que nos permiten anticipar o predecir cuál es el tratamiento ideal para cada paciente, tal y como advierte. “En los últimos años, hay un n este 2023 y gran volumen de investigación internacional respecto a estos factores predictivos de respuesta al tratamiento,p en el intento de conseguir un tratamiento personalizado que nos permita conseguir un control más rápido de la enfermedad”, añade.
Es más, subraya que hace 10 años la SEEN promovió el desarrollo de una red nacional multicéntrica de investigación clínica y básica en adenomas hipofisarios, con especial dedicación a la acromegalia; un proyecto que ha dado lugar en los últimos 12 meses a 10 publicaciones científicas de alto impacto, con la participación de hasta 17 centros hospitalarios nacionales, que permiten definir mejor como ha de ser el proceso de personalización del tratamiento en personas con acromegalia. “Esta actividad científica ha promovido la participación de investigadores clínicos y básicos nacionales en los grupos internacionales que desarrollan los consensos y recomendaciones sobre el óptimo manejo de esta enfermedad”, valora.