Hay personas que son más de mañanas, que de tardes. De la misma forma, hay personas que rinden mejor durante las horas nocturnas. Todo es cuestión de los bien conocidos ritmos circadianos. Las diferencias individuales en estos son lo que determinan nuestras preferencias hacia ser personas diurnas o nocturnas. Este hecho puede tener implicaciones significativas en la salud a distintos niveles.
Sin ir más lejos, las personas nocturnas, que son aquellas que prefieren permanecer despiertas hasta tarde y son más activas durante la noche, pueden enfrentar varios desafíos relacionados con la salud debido a su horario irregular. Estas son las enfermedades y condiciones a las que las personas nocturnas podrían ser más susceptibles debido a su patrón de sueño y estilo de vida.
Trastornos del Sueño: Las personas nocturnas pueden tener dificultades para conciliar el sueño en un horario "normal", lo que puede llevar a trastornos del sueño como el insomnio o el síndrome de fase de sueño retrasada.
Obesidad y metabolismo: La evidencia sugiere que las personas nocturnas pueden tener un mayor riesgo de obesidad y trastornos metabólicos. Los horarios irregulares de comidas y la tendencia a consumir alimentos poco saludables durante la noche pueden contribuir a tener un metabolismo alterado y sufrir cierto aumento de peso.
Enfermedad cardiovascular: Estudios han mostrado que las personas nocturnas pueden tener un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Los patrones de sueño irregulares y la falta de sueño pueden tener un impacto negativo en la salud del corazón.
Diabetes: La alteración del ritmo circadiano también puede afectar a la sensibilidad a la insulina y la regulación del azúcar en sangre, lo que puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.
Trastornos del estado de ánimo: Las personas nocturnas pueden ser más propensas a experimentar trastornos del estado de ánimo como la depresión o la ansiedad. La falta de exposición a la luz solar durante el día y la desincronización circadiana pueden contribuir a problemas de salud mental.
Trastornos gastrointestinales: Los horarios de comidas irregulares y la alteración del ritmo circadiano pueden afectar la función gastrointestinal, llevando a condiciones como el síndrome de intestino irritable o la gastroesofágica.
Cáncer: Algunos estudios han sugerido una asociación entre el trabajo nocturno o la vida nocturna, y un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como sería el caso del cáncer de mama, o de próstata.
El estilo de vida nocturno puede tener un impacto en la calidad de vida de las personas que siguen este tipo de horarios. La desincronización circadiana puede afectar la energía, el estado de ánimo y la capacidad de concentración, lo que puede incluso interferir con las relaciones personales y el rendimiento laboral o académico.
Al final la mejor solución pasa por adoptar horarios más regulares, exponerse a la luz natural durante el día y mantener una dieta equilibrada y actividad física regular. Esta sería la forma más sencilla de mitigar algunos de los riesgos asociados con ser una persona nocturna.
Resulta evidente que ser una persona nocturna puede estar asociado con varios riesgos para la salud. Sin embargo, con un entendimiento adecuado de la situación y medidas preventivas, es posible minimizar estos riesgos y llevar una vida saludable y equilibrada. Si eres de las consideradas como una persona nocturna, puede ser beneficioso para ti el consultar con un profesional de la salud, y así poder comprender mejor cómo tu estilo de vida puede estar afectando a tu salud, además de conocer qué pasos puedes tomar para mitigar o minimizar todos estos riesgos.