Francia vive una oleada inédita desde la II Guerra Mundial. Hace tres años ya decretó la alerta nacional por plaga de chinches. Ahora París vuelve a estar infectada de ellos y el fenómeno parece extenderse. De hecho el ayuntamiento de la capital parisina ha declarado que la invasión de insectos chupadores de sangre debe resolverse antes de los Juegos Olímpicos del año que viene y el ministro de Transportes ha convocado a los operadores de trenes y autobuses para evitar que los insectos se multipliquen en los asientos.
Una ola de pánico y repugnancia se ha extendido por todo el país a medida que los viajeros han ido publicando fotos y videos en los que, supuestamente, aparecen los insectos en el sistema de transporte de cercanías de París, en los trenes de alta velocidad y en el aeropuerto Charles de Gaulle. Algunos viajeros del metro de París o de los trenes de cercanías han insistido en que a partir de ahora viajarán de pie, ya que temen sentarse en los asientos. De hecho ya hay fake news que hablan de teorías conspiranoicas y apuntan a enemigos de Francia.
El alcalde adjunto de París, Emmanuel Grégoire, declaró a la televisión francesa: “Nadie está a salvo. Se pueden pescar en cualquier sitio y llevarlos a casa, y no detectarlos a tiempo hasta que se han multiplicado y extendido”. "Es un infierno cuando alguien se ve enfrentado a esto". El organismo nacional francés de salud y sanidad, Anses, descubrió que entre 2017 y 2022, el 11% de los hogares franceses habían sido infestados.
Nueva York experimentó un brote en 2010, y el Reino Unido acaba de experimentar un aumento interanual del 65% en las infestaciones de chinches, según un artículo de ‘The Guardian’. También en España ha habido un repunte de chinches. Según datos del Ministerio de Sanidad, desde 2019 a 2020 los casos aumentaron un 70%. Aunque la vespa velutina (avispón asiático) o el aedes albopictus (mosquito tigre) son los insectos invasores más peligrosos presentes en España.
La situación es grave y su retorno se relaciona de forma directa a los viajes internacionales y su resistencia a los insecticidas domésticos. La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) urgió ya en su momento a extremar las precauciones para evitar que se produzca una situación análoga en España e instó a la necesidad de incrementar las medidas de prevención, su control por parte de profesionales y legislar su gestión en alojamientos turísticos -en los hoteles ya vienen implementando en los últimos protocolos de actuación y no es infrecuente que el personal reciba formación al respecto-.
Milagros Fernández de Leceta, presidenta de la Asociación, conoce como pocos a las chinches: “no saltan ni vuelan, pero son excelentes autoestopistas y pueden ser transportados en la ropa, equipaje, muebles usados y otros objetos. La higiene no siempre está asociada a su proliferación: llegan por contaminación, se alimentan de nuestra propia sangre y empiezan a proliferar y a extenderse”.
Actualmente, las empresas especializadas en control de plagas combinan insecticidas para maximizar la eficacia y minimizar las posibilidades de resistencia. Se suelen emplear piretroides y neonicotinoides. No parece, no obstante, que estemos logrando detener su proliferación debido al continuo movimiento de personas alrededor del mundo.
1. Cuando viaje, revise las sábanas, almohadas y colchones.
2. No deposite el equipaje encima de las camas
3. Si ha sufrido alguna picadura mientras duerme, compruebe si hay manchas de sangre en las sábanas y revise las costuras de los colchones.
4. No utilice insecticidas domésticos, pueden generar resistencia y ayudan a extender la plaga.
5. En caso de sospecha de contaminación, poner en cuarentena el equipaje en un lugar alejado de dormitorios, etc.
6. Si su equipaje está contaminado, someter las prendas a lavado a 60ºC, tanto si han sido utilizadas como si no.
7. Evitar adquirir colchones o almohadas de segunda mano.
8. Las chinches y sus huevos pueden esconderse en cestos de ropa sucia, por lo que se recomienda limpiarlos también.
9. Reduzca la cantidad de escondites: en una casa desordenada las chinches encontrarán más lugares donde esconderse.
10.Y, por supuesto, acuda a profesionales.
1. Picaduras en manos, pies, piernas, brazos y cuello.
2. Manchas de sangre en la ropa de cama (producto de chinches que son aplastadas durante la noche).
3. Manchas negras en la ropa de cama, muebles o paredes cercanas, ya que las chinches suelen dejar sus excrementos cerca de sus escondrijos.
4. Pieles de chinches que la mudan al pasar de una etapa a otra.
5. Olor algo dulzón pero desagradable. Se trata de un olor muy sutil que no suele ser perceptible por los humanos -sí por los perros y, de hecho, existen unidades caninas de detección de chinches- a no ser que se trate de una infestación severa.