Traslado de alto riesgo desde Sevilla a Barcelona para salvar a un bebé conectado a un corazón y pulmón artificial

Médicos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, junto con el Centro de Emergencias Sanitarias 061 de Andalucía, el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña, y sanitarios del Hospital Universitario Vall d’Hebron, han colaborado conjuntamente para conseguir abordar con éxito el complejo y vital traslado de un bebé de 18 meses que se encontraba en la UCI pediátrica del hospital sevillano en una situación crítica. Con el objetivo de conseguir un trasplante pulmonar para él en Barcelona, los sanitarios han logrado llevarle en avión conectándolo a un soporte ECMO, que funciona a modo de corazón y pulmón artificial.

El pequeño, como ha explicado a Informativos Telecinco la médico Marta Macarena Rodríguez, de la UCI del Hospital Virgen del Rocío, “tiene una afectación pulmonar importante”, por lo que “precisa de una técnica que, a través de un circuito, oxigena la sangre”.

Eso es lo que conocen como “circuito ECMO u oxigenación de membrana extracorpórea”, un suporte fundamental con el que se han mantenido al pequeño en el centro hospitalario.

Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que, incluso así, sus pulmones “no evolucionaban favorablemente”, por lo que, tras una “reunión multidisciplinar”, decidieron iniciar un proceso de búsqueda para conseguirle un trasplante pulmonar.

“Yo fui la médico intensivista pediátrica que se encargó de este paciente durante su estancia en UCI y viendo que no respondía a las medidas que aquí estábamos implementando, –que a pesar de llevar varios días con soporte ECMO sus pulmones no mejoraban–, vimos necesario escalar en las medidas y contactamos con un centro que tuviera posibilidad de trasplante pulmonar, para ver si el paciente era candidato a ello”, cuenta, por su parte, María José García, compañera de Marta en la UCI.

“La respuesta fue positiva”, explica, señalando que en el Vall d'Hebron aceptaron el traslado del paciente, tras lo cual se pusieron “inmediatamente” a organizarlo, una tarea sumamente compleja, dada la fragilidad del bebé y su grave estado, la logística del viaje a abordar, y la necesidad de mantener todo vigilado y bajo control desde la premisa de que el pequeño tenía que ser trasladado conectado al soporte ECMO y sin apenas margen alguno para cualquier error.

Así, uno de los primeros escollos era la distancia en sí del trayecto: “Más de 600 kilómetros” para llegar desde el hospital sevillano hasta el centro catalán, por lo que el medio de transporte para abordar la operación tenía que ser aéreo, y el helicóptero pronto lo descartaron porque, al ser más de 400 kilómetros, “tenía que parar a repostar”.

Con todo en cuenta, decidieron que la forma de llevar a cabo su vital traslado iba a ser en un avión medicalizado.

“Nos coordinamos con el 061, con el hospital receptor, que en este caso fue el Hospital Vall’d Hebron de Barcelona, y con el SEM, con el sistema de transporte pediátrico de allí”, explica María José García, señalando que apenas tuvieron “dos o tres días para organizarlo todo”.

“Estuvimos revisando todos los protocolos de ECMO, porque aquí no habíamos hecho ningún transporte en estas condiciones. Sí que se habían hecho transportes secundarios en ECMO, pero en medio terrestre, en ambulancia, no en avión”, señala, constatando que este ha sido, de hecho, el primer traslado de este tipo y de esta complejidad que se ha abordado en Andalucía.

El traslado más complejo: un bebé en avión medicalizado conectado a un sistema ECMO

Tras revisar todos los protocolos y analizar la situación para minimizar las posibilidades de error, –algo que podría haber resultado fatal–, comenzó el proceso de traslado desde Sevilla al Hospital Vall d’Hebron.

Era el día 24 de agosto y la tensión era notable entre los sanitarios. Nada podía fallar. La derivación del lactante de 18 meses comenzaba con su transporte terrestre desde la UCI pediátrica del Hospital Virgen del Rocío hacia el aeropuerto de Sevilla en una UVI móvil, atendida por un equipo de cinco especialistas, integrado por profesionales del hospital sevillano y el Centro de Emergencias Sanitarias 061, en colaboración con la Guardia Civil.

Allí les esperaba el avión medicalizado, el cual puso a su disposición el Servicio Andaluz de Salud (SAS), donde el equipo sanitario continuó manteniendo y vigilando las constantes vitales del pequeño, así como el correcto funcionamiento del sistema ECMO, clave para que el traslado se realizase con éxito.

Ha sido inolvidable, pero muy estresante

El soporte con membrana de oxigenación extracorpórea funciona a modo de corazón y pulmón artificial, ya que sustituye temporalmente las funciones de estos órganos cuando fallan. De este modo, los profesionales pueden mantener una circulación de la sangre y una oxigenación adecuada en el cuerpo del paciente hasta que se practica el trasplante o se decide otro tratamiento. De ahí la complejidad añadida en este traslado, y la tensión con la que los sanitarios vivieron cada instante de las dos horas que duró el viaje.

“Ha sido inolvidable, pero muy estresante”, explica Agustín Domínguez, enfermero de UCI, recordando esos momentos en el avión.

“Arriba tienes que planificar cualquier imprevisto que tengas, cualquier cosa que te pueda suceder”, señala, indicando que “todo fue bien, aunque con mucha tensión”, dado que además, dada la “infraestructura del avión”, tenían que realizar cada maniobra en un espacio “muy estrecho” y completamente distinto al de su espacio de trabajo normal.

Por eso, cuenta a Informativos Telecinco, intentaron minimizar el número de “cambios del niño de una camilla a otra”, buscando reducir riesgos.

La coordinación y cooperación entre los distintos efectivos sanitarios, la otra clave del traslado del bebé

Gracias al extraordinario trabajo realizado por todos y cada uno de los efectivos involucrados en el traslado, afortunadamente todo salió bien. Tras el aterrizaje, tres unidades móviles del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña aguardaban la llegada y se encargaron de la asistencia y traslado hasta el Hospital Vall d’Hebron junto a los profesionales del Virgen del Rocío.

De este modo, el SEM recibió la petición de traslado por parte del SAS y gestionó la asistencia desde la Central de Coordinación Sanitaria (CECOS) a través de la mesa de Interhospitalario, junto con la coordinación del pediatra de críticos

Ese dispositivo, tal como han explicado en una nota de prensa desde la Consejería de Salud y Consumo del Servicio Andaluz de Salud, estuvo formado por profesionales del SEM pediátrico del hospital Sant Joan de Déu (pediatra de intensivos, técnico y enfermera especializados en paciente crítico pediátrico), y también contó con una unidad colectiva y un técnico de logística del SEM que trasladaron al equipo médico andaluz que realizó el ECMO.

Tras ello, finalmente, el bebé ingresó en la UCI pediátrica del hospital catalán, donde “continuará con los cuidados específicos que precisa y será valorado como candidato a un posible trasplante pulmonar” en este centro, “de referencia para esta técnica”, razón por la cual se efectuó el traslado, dado que en el Virgen del Rocío no se realizan trasplantes pulmonares en edad pediátrica.

El equipo sanitario andaluz lo compuso una médica y un enfermero intensivistas pediátricos y un perfusionista del Hospital Universitario Virgen del Rocío, así como de una técnica de emergencias sanitarias de Sevilla. Todos ellos, junto al equipo del 061, el SEM, el Vall d’Hebron y con el apoyo de la Guardia Civil, han hecho posible el éxito de la compleja operación para dar esperanzas de vida al pequeño.