Caminar lento: ¿Puede ser un signo temprano de la demencia?

Un estudio publicado en Jama Network Open muestra un nuevo signo temprano de la demencia: nuestra forma de caminar. En la investigación, se asocia una disminución en la marcha y la función cognitiva con un mayor riesgo de sufrir Alzheimer, una enfermedad que afecta a 50 millones de personas y que aumentará a 150 millones para 2050. Aunque existen formas de prevenirla a través de hábitos saludables en nuestras dietas.

Se trata de una investigación que ha utilizado a más de 16 mil personas mayores sanas de Australia y Estados Unidos, siendo este último el primer país en aprobar un fármaco que ralentiza la enfermedad. El objetivo era averiguar cómo funciona la relación entre esta doble disminución y averiguar si realmente existe una diferencia con aquellas personas que solo experimentan una de las dos por separado.

¿Se podrá evaluar la demencia con la forma de caminar?

La respuesta corta es sí. La doble disminución entre la velocidad al caminar y la cognición ya estaba asociado con un mayor riesgo de demencia en otros estudios. Pero, la finalidad de estos investigadores, era conocer cómo afectaba dicha disminución “en áreas específicas”. Tras analizar las asociaciones, se observó que sí existe una asociación "con un mayor riesgo de demencia en comparación con las personas que no declinaban, las que solo disminuían cognitivamente o las que solo disminuían la marcha".

"Estos resultados resaltan la importancia de la marcha en la evaluación del riesgo de demencia y sugieren que la doble disminución de la velocidad de la marcha y una medida de la memoria pueden ser la mejor combinación para evaluar la demencia futura", señalan en el estudio.

Los signos tempranos son claves para el Alzheimer

Los investigadores aseguran que la demencia se acumula progresivamente entre 20 y 30 años antes del diagnóstico. “Los cambios en el rendimiento motor se reconocen cada vez más como marcadores tempranos de deterioro cognitivo y demencia. La velocidad de marcha lenta se asocia tanto con un deterioro cognitivo como con un mayor riesgo de demencia”, subrayan.

Unas asociaciones que pueden estar relacionadas con factores de riesgo subyacentes como enfermedades cardiovasculares, diabetes, baja actividad física y la patología del Alzheimer. De ahí la importancia de saber reconocer los primeros signos de la enfermedad para tratarla a tiempo de forma más efectiva.