¿Es exagerado hablar de golpe de calor en abril? Las temperaturas previstas para finales de este mes serán las más altas registradas en España tan temprano al menos desde 1950, con máximas que serán más típicas de julio y rozarán incluso los 40 grados. Por si fuera poco, al ser la primera ola de calor importante del año, el cuerpo aún no ha tenido tiempo de aclimatarse, por lo que podrá afectarnos más de lo normal. Atención a estos síntomas en pleno “horno ibérico” para prevenir los efectos negativos del calor.
El episodio extremo que se va a vivir en nuestro país esta semana ha sido apodado como “horno ibérico”. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) da por hecho que se superarán los récords de temperatura anteriores para un mes de abril en gran parte de España, puesto que ciudades como Madrid o Zaragoza llegarán a 32 ºC y en el sur peninsular podría hacer 39 ºC el jueves o viernes, en Sevilla o Córdoba, donde además las noches serán tropicales (con 20 ºC o más de mínima).
Esto supondrá un “shock” para el cuerpo, y además la ciudadanía no percibe el riesgo igual que en verano, por lo que en muchos casos no da la importancia necesaria al episodio de calor. Esto puede hacer que aumenten notablemente los ingresos hospitalarios estos días.
El año pasado se produjeron más de 4.000 defunciones atribuibles al exceso de temperatura en España, siendo las personas mayores las más afectadas.
Los golpes de calor se producen cuando nos exponemos mucho tiempo a temperaturas demasiado altas, lo cual hace que la temperatura del cuerpo se dispare y no podamos bajarla. Puede causar daños en el cerebro y los órganos vitales y, en el peor de los casos, puede provocar la muerte.
Se manifiesta con fiebre muy alta, cambios en el comportamiento como fatiga, delirios o confusión, piel caliente y seca, sudoración excesiva, piel enrojecida o pulso acelerado.
También puede hacer que nos duela la cabeza, que suframos un desmayo, convulsiones o incluso puede hacer que entremos en coma.
Desde Protección Civil hacen especial hincapié en la importancia de evitar actividad física en las horas centrales del día, cuando se alcanzan las temperaturas más elevadas.
También es aconsejable utilizar ropa de colores claros y protegerse la cabeza con una gorra, un sombrero o un parasol.
Una de las cosas más importante es beber agua o bebidas refrescantes, incluso en el caso de que no se tenga sed.
En caso de presenciar un golpe de calor, Protección Civil recomienda colocar al paciente en una zona de sombra, desabrocharle la ropa y refrescar el cuerpo con prendas húmedas, "en especial la frente y las axilas, pero no sumergirle en agua fría".