Cuando una relación es larga, la pareja acaba compartiendo más de lo que cree: las aficiones, algunas bromas internas que nadie más entiende, el restaurante favorito y hasta el grupo de amigos. El problema es que a veces el amor no dura para siempre y cuando una pareja se rompe, surge la gran pregunta: ¿Cómo repartimos a esos amigos en común?
La respuesta es sencilla: los amigos no son una porción de pizza por la que haya que pelear. En otras palabras, ni tu ex ni tú tenéis que renunciara a ellos. Lo que sí tenéis que hacer es actuar con madurez para sobrevivir a una ruptura con “daños colaterales”.
Consejos para compartir amigos en una ruptura sana
Para que una ruptura sea sana debe cumplirse un requisito: que la relación también lo haya sido. En otras palabras, que mientras estabais juntos buscaseis lo mejor para el otro y que ahora que lo habéis dejado, no queráis haceros daño mutuamente.
Para evitar que alguno de los dos sufra si compartís amigos, lo mejor es:
Dejar muy claros vuestros límites. Por ejemplo, cómo actuar respecto a las muestras de cariño (quizá saludar con un abrazo es inofensivo para ti, pero a tu ex le incomoda) o los temas de conversación (por ejemplo, hablar de nuevos ligues en presencia del otro). Esto no será así eternamente, pero durante los primeros meses es mejor respetar esos límites.
Desahogarse, pero eligiendo bien el momento. Aunque sean amigos en común, tienes derecho a compartir tus preocupaciones o tu tristeza respecto a la ruptura con ellos. Eso sí, elige momentos en los que tu ex no esté presente para que la conversación no resulte incómoda.
Cuidar (o construir) tu espacio personal. Tus amigos en común son un pilar importante, pero no debería ser el único. Dedica tiempo a tus aficiones y a tu familia, y cuida también de otras amistades. No vas a perder a tu grupo de amigos compartido por dejar que tu ex pase también tiempo con ellos.
Tolerancia cero a las opiniones no solicitadas. La ruptura con tu ex es asunto de dos: tú y él o ella, así que los comentarios juiciosos de los demás (aunque sean vuestros amigos), están fuera de lugar.
¿Y si mi ex me ha hecho la vida imposible y no quiero verle ni en pintura?
Si la relación con tu ex fue muy tóxica y/o tras la ruptura ha comenzado a actuar de forma egoísta y cruel, lo mejor es evitar el “buenrrollismo”:
Deja de fingir que todo va bien. Si alguna actitud te molesta, dilo claramente. Tu ex no te debe amor ni amistad, pero sí respeto como a cualquier ser humano.
No te fuerces a aguantar a una persona que te está haciendo daño solo para evitar quedar tú como el villano de la historia.
Contar lo que sientes y lo que has vivido no te hace mala persona. No estás dejando mal a tu ex ni eres alguien rencoroso. Tienes todo el derecho del mundo a compartir con tus amigos (aunque también sean los suyos) tu historia.
No te aísles para evitar el conflicto. Aunque al principio sea incómodo, si tus amigos valen la pena, cuídalos.
Si tu ex intenta acaparar a tu grupo de amigos, habla claramente con ellos. Buscad momentos para poder quedar a solas.
En ocasiones (por ejemplo, cumpleaños o viajes con amigos) te tocará aguantar a tu ex. Actúa con educación, pero sé firme: si te falta al respeto, no finjas que es una broma o un comentario sin importancia. Busca apoyo en tus amigos y no dejes que te aísle ni que te dañe.
Si tu ex te intenta dejar mal delante de amigos en común y ellos se creen todo sin siquiera preguntarte, no son tan amigos como creías.