Cambiar el color de los ojos, brillantes en los dientes y otras modas que nos hacen daño

Hay modas de alto riesgo. Algunas dañan nuestros ojos, los huesos, los dientes y las mucosas. Así nos sumamos a cambiarnos el color de los ojos, o nos pegamos fundas doradas y brillantes en los colmillos. Nos metemos en quirófano para ponernos una tableta o unos pechos que ansiamos. Nos ponemos tacones y por estar sexy nos destrozamos las rodillas. Hacemos cualquier cosa para estar guapos y guapas, sin pensar que tal vez pagamos un precio demasiado alto.

La moda más reciente, impulsada por una conocida influencer, es la de cambiarse el color de los ojos con "un procedimiento invasivo", que los dos oftalmólogos preguntados desaconsejaron vehemente. Es verdad que igual estarás de portada de revista, pero te arriesgas a sufrir problemas de visión grave, sufrir glaucoma y una larga lista de secuelas.

Los dos métodos que existen para cambiarse el color de los ojos son arriesgados: la queratopigmentación, que consiste en introducir un pigmento que tiñe la córnea con láser "después de hacer cortes en esta", explica el especialista Jose Antonio Gégundez Fernández, de la Sociedad Española de Oftalmología. Sobre esta técnica "no existen estudios científicos que avalen la eficacia y seguridad de este procedimiento", asegura.

En absoluto vale la pena someterse a esta operación por motivos estéticos

Te lo puedes hacer, pero mejor escuchar a este oftalmólogo que enumera una lista de complicaciones: "inflamación de la córnea, infecciones, necrosis de las incisiones que se practican en la córnea, astigmatismos de muy difícil corrección, podría ocasionarse también respuestas tóxicas a los pigmentos" que se inyectan en la córnea provocando "la pérdida de la transparencia del tejido corneal" que podría llevarnos a necesitar "un trasplante de córnea" o acabar con una ceguera.

La  iridoplastia es la otra técnica para cambiar el color de los ojos a través de la decoloración del iris, también con láser. "Las dos técnicas implican riesgos importantes para la visión", advierte el Médico Oftalmólogo especialista, Daniel Villoria, de la Clínica Vista Villoria, con sede en Galicia. "El iris es el tejido de color que todos tenemos dentro del ojo. Este procedimiento consiste en crear una quemadura en el iris con un láser y así volver los iris marrones de un tono más claro, grisáceo."

Villoria, como médico antes que nada, defiende el "principio básico: el de no provocar daño en nuestros pacientes" y estas " técnicas que persiguen cambiar el color de los ojos tienen riesgos importantes para la salud ocular, y no están lo suficientemente probados como para recomendarlas".

En la misma línea, Gégundez Fernández, desde la Sociedad de Oftalmología, desaconseja estas intervenciones: "En absoluto vale la pena someterse a esta operación por motivos estéticos". El especialista alerta a los jóvenes de "no dejarse influenciar por las opiniones de particulares en redes sociales u otros medios", porque "por el momento no existen" técnicas avanzadas que permitan cambiar el color de los ojos con seguridad y únicamente pueden recurrir a las lentes de contacto de colores sabiendo que deben usarse con todas las precauciones que estas exigen.

Los tacones destrozan rodillas, tobillos y deforman los huesos del pie

Las mujeres llevamos tacones de toda la vida. Su uso incluso ha sido obligatorio para ellas durante muchos años en algunas profesiones, a pesar de que los traumatólogos se han cansado de advertir de que aumentan el riesgo de sufrir esquinces, lesiones en los pies, como neuroma de Morton, tendinitis, juanetes, artrosis de rodilla y dolores de espalda.

El uso de tacones es malo para la salud de nuestros pies: porque desequilibra la distribución del peso y al llevarlos cambiamos la postura general. "Si aumentamos los centímetros de tacón, aumentará el peso sobre los metatarsianos y el riesgo de sufrir dolores en la planta del pies o metatarsalgia".

Los peores son los tacones de aguja, que suelen ser los más altos y que además de los problemas antes mencionados, pueden provocar problemas circulatorios. La aparición de venas y várices, además de inflamación en los tendones de la planta del pie, conocida como fascitis plantar.

No es oro todo lo que brilla en tu boca: los peligros de los grillz dentales

La moda de personalizar la sonrisa con brillantes en los dientes u otras joyas. Algunas son poco invasivas, como los que se pegan a los dientes, de forma temporal y otras, como los grillz, que suelen ser de oro o platino. Su función es puramente estética y puede tener consecuencias sobre en encías y mucosas bucales.

Esta moda de los grillz y brillantes dentales es antigua: Madonna, Beyoncé, Miley Cyrus lucieron sonrisas brillantes, también en el mundo de rap y el hip hop son frecuentes estos adornos, que implican más riesgos de los que imaginamos, como advierte el odontólogo Pedro Pablo Martínez, de la clínica dental Ferrus&Bratos, en Madrid.

Algunos grillz son una especie "de fundas que se colocan en la dentadura y modifican por completo la sonrisa". Son "cuerpos extraños" que metemos en nuestra boca y que "complican la higiene diaria", explica este especialista, contrario a realizar estos procedimientos.

Los grillz pueden provocar la aparición de llagas o sangrado en el interior de los labios por el roce de estos con la mucosa. Si el grillz es tipo funda y no pegado al diente puede provocar la inflamación de la encía "por la presión del metal".

Si los grillz presionan mucho al diente o el colmillo este puede astillarse o romperse por lo que el brillo puede ser momentáneo. Todos esto adornos sean pegados o los grillz obstaculizan e impiden una correcta higiene bucal propiciando la aparición de caries y problemas de encías.

Alargamiento de pene, aumento de pecho, liposucción, implante de tabletas, culo estilo Kardashian y pectorales a lo Superman. El mercado ofrece barra libre para cambiar casi todo de tu cuerpo, lo que no te gusta. La lista de opciones para meternos en un quirófano por cosas que pensamos que son importantes es interminable. La pregunta tal vez antes de decidir someterte a alguna intervención sería: Qué precio estás dispuesto a pagar...y esta vez no hablamos de dinero