Comerse las uñas es una costumbre que puede causar preocupación por la parte estética, pero además debería ser una preocupación por sus efectos dañinos para la salud. Este hábito tiene un nombre, onicofagia, y es un trastorno del comportamiento síndrome relacionado con el trastorno obsesivo compulsivo.
Muchas personas se muerden las uñas por estrés, ya sean niños o adultos, o simplemente porque se ha convertido en una costumbre que son incapaces de controlar. En cualquier caso, no es un hábito saludable, ya que puede causar desde infecciones ya sea en los dedos o el estómago, incluso intestinales, hasta disfunción de las articulaciones.
Comerse las uñas tiene efectos dañinos para la salud
Las personas que se muerden las uñas no tienen por qué sufrir onicofagia. Especialmente en el caso de los niños, esta costumbre suele ser temporal y desaparece eventualmente.
Pero cuando se produce en adultos y lo hace durante mucho tiempo, este hábito se asocia muchas veces con un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y a veces también se ha asociado con un trastorno de ansiedad por separación o el síndrome de Tourette, pero es menos habitual. En definitiva, la costumbre de morderse las uñas puede tener una relación con la ansiedad.
Comerse las uñas se convierte en un motivo de preocupación cuando provoca complicaciones sociales y psicológicas.
En lo que respecta a las complicaciones físicas, pueden darse las siguientes:
Uñas malformadas.
Infección de la uña y tejido blando circundante, mayor riesgo de infecciones parasitarias, incluso infecciones estomacales debido a la ingestión de partículas de uñas y suciedad.
Dolor en la articulación de la mandíbula.
Lesiones en las encías.
La paroniquia (un trastorno dermatológico por la infección de los tejidos periungueales, que puede causar dolor en el borde de la uña).
Lesiones gingivales autoinfligidas.
Otras consecuencias pueden ser las uñas encarnadas, el sangrado alrededor de las uñas, hinchazón y dolor alrededor del área de la cutícula, engrosamiento de las uñas y la piel circundante, ausencia de crecimiento de las uñas y separación de las uñas de la piel, según los especialistas.
Consecuencias para la salud de morderse las uñasGetty Images
¿Qué hacer para dejar de morderte las uñas?
Te sonarán los remedios “de toda la vida”, como los esmaltes de sabor amargo, que puede funcionar en aquellos cuyo hábito es menos severo, aunque son menos efectivos para aquellos con onicofagia persistente y compulsiva.
También existen otros métodos como el uso de guantes, manoplas, calcetines y dispositivos de retención o placa de mordida que además de ser un impedimento para morder las uñas son un recordatorio para no hacerlo.
En los casos más graves recurriríamos al tratamiento profesional, que tratan los factores emocionales asociados con morderse las uñas. Estos incluyen la terapia para modificar la conducta.
Algunas ideas de remedios que podemos intentar por nuestra cuenta sería envolver los dedos con tiritas o masticar chicle.