Si bien es cierto que las setas se pueden encontrar hoy en día en cualquier momento del año, puesto que las tenemos en las estanterías de los supermercados, es el otoño la época propicia para que los aficionados salgan a recogerlas. Entre las más codiciadas están los níscalos, que crecen sobre todo en los bosques jóvenes de pinos y abetos. Eso sí, siempre es importante conocerlas para evitar las venenosas.
Se trata de un hongo comestible perteneciente a la familia 'Russulaceae' que se caracteriza por tener un intenso sabor y una excelente textura. Su carne es compacta y un poco granulosa y su sombrero mide entre 4 y 15 centímetros. Existen diferentes variedades de níscalos, aunque se pueden englobar en dos, una más amarillenta y otra rojiza. Ambas son exquisitas y muy saludables gracias a sus propiedades nutricionales. Por otra parte, cabe recordar que las setas se deben recoger siguiendo unas normas si no queremos ser sancionados.
Los níscalos aportan minerales y vitaminas y no contienen grasas, por lo que su consumo es muy recomendable. El contenido calórico es bajo, ya que no alcanzan las 25 kilocalorías por cada 100 gramos y, además, contienen mucha agua y fibra, por lo que se convierten en un alimento ligero y saciante, ideal para quienes estén combatiendo contra la báscula. La fibra ayuda también a las personas que sufren de estreñimiento.
El aporte en vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B5) favorece la circulación del oxígeno, cuya carencia puede generar migrañas y fatiga. La vitamina B3 que contienen estas setas también ayuda a fortalecer las defensas. Y las vitaminas A y C, junto con el magnesio, ayudan a conservar en buen estado las conexiones nerviosas de nuestro organismo.
El alto contenido en hierro y resto de minerales (como calcio y yodo) favorece la producción de glóbulos rojos y blancos, manteniendo las defensas altas. Su índice de fósforo beneficia la salud ósea y su contenido en potasio evita la retención de líquidos, facilitando la depuración del organismo. En menor medida, también proveen vitamina D y K.
Los níscalos son ideales para controlar el colesterol y su consumo está recomendado para niños y embarazadas. Asimismo, algunos estudios indican que poseen propiedades antioxidantes y antimicrobianas, según destaca la web 'Fine Dining Lovers'.
Cuentan con una gran versatilidad en la cocina, aunque se deben de conservar en la nevera y limpiar muy bien y con mucho cuidado, para estar seguros de que no contengan parásitos. Eso sí, para limpiarlos, siempre con un trapo humedecido y nunca metiéndolos bajo el grifo. Si los mojamos directamente con el agua, pierden sus propiedades.
Si se cuecen, lo mejor es guardarlos en un recipiente de vidrio o de porcelana.