¿Se puede recuperar la confianza? Sí, pero es difícil: La psicóloga Marina Pinilla comparte cinco consejos para lograrlo
Una traición en la pareja supone un antes y un después. Se trata de un proceso de duelo, ya que tienes que adaptarte a una pérdida: la relación tal y como la conocías. Puede durar semanas, meses o años, y el resultado depende mucho de la persona y de la pareja. Hay quienes son incapaces de perdonar y reconstruir la relación, y quienes dan una segunda oportunidad. Pero, ¿qué pasa cuando esa segunda oportunidad no termina de funcionar porque eres incapaz de volver a confiar?
Hablamos de traición cuando se rompen los acuerdos y límites consensuados en una relación, siendo el más importante el de la sinceridad. En otras palabras, que tu pareja te mienta es una traición. Algunos de los engaños que pueden arruinar la confianza son:
Una infidelidad. Es lo que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en traición, y abarca desde una infidelidad física (con o sin sexo) hasta una infidelidad emocional. También hay infidelidades digitales: tu pareja nunca vio cara a cara a la otra persona, pero en sus conversaciones había una intimidad sexual y emocional que te rompió el corazón en mil pedazos.
Mentiras sobre el pasado. Tu pareja tiene derecho a no compartir cosas de su pasado, pero es injusto que te mienta. Da igual que lo haga para no preocuparte o para evitar una discusión. Una cosa es decir “no quiero compartir esto contigo, es privado” y otra inventarse una historia.
Falsas expectativas sobre el futuro. Tu quieres irte a vivir al extranjero y tu pareja te dice que le haría mucha ilusión, pero a la hora de la verdad confiesa que no está preparado. Lo mismo ocurre con querer casarte, o tener hijos, o mudarte a otra ciudad…
Una traición ideológica. Por ejemplo, tu pareja afirma ser feminista, pero comienzas a ver actitudes machistas cuando está con sus amigos. Esto puede ser muy doloroso ya que sientes que te han engañado.
Compartir detalles íntimos con otras personas sin tu consentimiento. Es normal hablar con un amigo después de una discusión de pareja para desahogarte y que te den una versión “imparcial” de los hechos. Otra cosa es compartir pantallazos o secretos de tu pareja. Lo mismo ocurre con los detalles íntimos sexuales: si tu pareja te dice que no hay problema en hablar de ello, no pasa nada, pero contar intimidades de tu relación sin consentimiento es una traición muy dolorosa.
¿Es posible superar una traición? Consejos para recuperar la confianza
No nos vamos a engañar, superar una traición es difícil. Requiere de tiempo, paciencia, empatía y habilidades asertivas. ¿Compensa el esfuerzo? Depende de la relación y de lo dispuesta que esté tu pareja a aprender de los errores.
Si has decidido dar una segunda oportunidad a tu pareja e intentar perdonar la traición, algunos consejos para recuperar la confianza son:
Crear nuevos límites. Ahora que los límites viejos se han roto, es el momento de crear unos nuevos. Define lo que es una traición para ti, lo que no estás dispuesto a perdonar de nuevo, lo que te haría daño, y escucha a tu pareja. Recuerda que los límites deben ser comunicados (es decir, que tu pareja sepa lo que tú no estás dispuesto a tolerar) y consensuados (es decir, que tu pareja esté de acuerdo).
Trabajar tu autoestima primero. Aunque la traición no es culpa tuya, puedes llegar a responsabilizarte. Tu autoestima se ve muy deteriorada y es importante reforzarla para que la relación funcione.
Aprender a comunicarte de forma asertiva. Es decir, sin que tu pareja pisotee tus sentimientos y necesidades, pero sin intentar controlar a tu pareja. Después de una traición podemos volvernos miedosos, celosos y controladores, un gran error que destruye la confianza.
Compartir las inseguridades cuando aparezcan. Callarte las cosas solo te llevará a acumular rabia y explotar cuando menos viene a cuento. Lo mejor es comunicar tus sentimientos cuando los estás experimentando, eso sí, de una forma respetuosa y empática.
Evitar la codependencia. Es muy importante que paséis tiempo de calidad en pareja, pero también que evitéis la codependencia emocional. No podéis hacer todo juntos, necesitáis vuestro espacio para fomentar una relación saludable.