El sol puede producir alergia. Se conoce como fotodermatosis o dermatitis lumínica y suele manifestarse mediante el enrojecimiento de la piel, bultos costras y un molesto picor. ¿A qué se debe esta rara afección y qué hacer si la sufres?
Los síntomas de la alergia al sol son muy evidentes, aunque pueden venir causados por muchos factores.
Si la piel te pica, se enrojece, te salen ronchas, bultitos, costras, ampollas, sangra o sientes mucho dolor o picazón después de exponerte al sol, entonces podrías tener una alergia al sol.
La “erupción polimorfa solar”, como la refieren muchos expertos, ocurre más frecuentemente en el comienzo del verano las primeras veces que nos exponemos al sol, y aparece sobre todo en la cara y el escote, aunque puede manifestarse en las piernas, brazos y prácticamente cualquier parte de piel donde dé el sol.
Muchas veces, la alergia no es por genética -aunque puede serlo-, sino que aparece por el consumo de medicamentos fotosensibilizantes o por ingredientes potencialmente alergénicos de los cosméticos, como el perfume, así como exposición a plantas como la chirivía o las limas.
Si crees que un medicamento puede estarte causando la reacción alérgica, consulta a un médico o farmacéutico. Fármacos tan habituales como la píldora anticonceptiva podrían estarte causando esta afección, así como antiacneicos orales como la isotretinoína o tópicos como el retinol.
También hay que ser precavidos con los medicamentos para la tensión, antibióticos, antidepresivos, antiarrítmicos y algunos para la diabetes como glimepirida o gliclazida.
A la hora de tomar el sol, siempre con protección solar y sin pasar demasiado tiempo expuestos, además de hacerlo de manera progresiva: no más de 20 minutos los primeros días de verano y, poco a poco, aumentando. Entre las 12 y las 17 horas la radiación suele ser mayor, por lo que hay que tener especial cuidado.
Las cabinas de rayos UVA están contraindicadas en personas de todas las edades y condiciones físicas.
Si tu alergia al sol es grave, evita la exposición lo máximo posible. Usa ropa que proteja piel (asegúrate de que sea transpirable), consulta a tu médico sobre la fotoprotección oral y, en caso de picor en la piel, trátala con cremas calmantes o con corticoides si fuera necesario para disminuir la inflamación.