Después de que estallara la guerra de Ucrania, el mundo ha sido testigo del sufrimiento humano y de sus terribles consecuencias. Por si esto no fuera poco, puede llegar una guerra mayor: la guerra del hambre. Esta situación límite puede llegar debido a que el país es el mayor proveedor de pan del mundo, capaz de alimentar a 400 millones de personas.
La guerra ha hecho que el concepto de crisis absoluta algo que ha verbalizado vez el jefe del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley, hace poco en el Foro de Davos. La apreciación de Beasley se suma a la de otras voces que ya alertan de una crisis alimentaria de proporciones gigantescas.
Mario Draghi apuntó que la invasión de Ucrania y el consecuente bloqueo de grano en puertos del país ha aumentado la inseguridad alimentaria convirtiendo el hambre en un arma más, tal y como apunta la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Por su parte, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, también pone el foco en las consecuencias de esta crisis de seguridad alimentaria, que afectaría especialmente al continente africano.
El dato es que en 10 semanas podrían agotarse las reservas mundiales de trigo, es decir, antes de que se cumpla la primera quincena de este agosto. La sequía en España agravaría el problema porque el campo se seca. Y también preocupa la situación en China o India, uno de los países que más producción de trigo tienen y donde ya hablan de la peor cosecha de la historia.
Los analistas de la ONU opinan que nos enfrentamos a la peor catástrofe global de alimentos desde la Segunda Guerra Mundial.
Los expertos consideran que nadie podía prever esta crisis alimentaria porque nadie podía prever la guerra en Ucrania. No obstante, aseguran que esta no es culpa únicamente del conflicto en Ucrania, ya que el cambio climático también ha influido negativamente en las cosechas de determinados productos, como el trigo en EEUU, cuya producción invernal se redujo un 2% provocada por la sequía severa que sufrieron algunos estados.
Los países más necesitados podrán durar sin trigo en función de la dependencia que tengan de los países en conflicto. Por ejemplo, aquellos países cuyo trigo importado de Rusia sea mayor del 70% y 80%, aguantarán poco mientras encuentran otros productores de cereales.
Respecto a las alternativas, aseguran que aparecerán a medida que avance el tiempo y lleguen nuevos exportadores de América. No obstante, sí especifican que la prolongación de la guerra sí puede hacer que la producción de la próxima campaña, que empieza en julio de 2002, sea complicada.
· Aceite de Oliva de Alfafarenca.
· Alubia de Getxo.
· Antxoas en semiconserva del golfo de Bizkaia.
· Arroz Senia.
· Atún rojo.
· Café.
· Carne de potro.
· Cacahuete del collaret.
· Cerdo ibérico raza torviscal.
· Gallina del Penedes.
· Habas.
· Judía de vaina aplastada.
· Mejillones.
· Melón de todo el año.
· Miel.
· Patata morada.
· Pimiento de la barranca.
· Naranja blanca común (Taronja Blanca Comuna).
· Tomate Amarillo de pera mini de Bizkaia.
· Tomate cuarentena.
· Tomate de cuelga de Busturia.
· Tomate roteño.
· Txakoli Vendimia Tardía Urezti.
· Vinagre Orduña Ozpiñ.