La llegada del otoño se convierte cada año en el pistoletazo de salida para la temporada de setas: aprender a recogerlas es todo un arte y en determinadas localidades de nuestro país se ha convertido en toda una tradición que se comparte en familia y entre amigos. Sin embargo, es importante contar con ciertos conocimientos previos para recolectarlas de forma adecuada y cumplir con la legislación, así como saber qué setas son venenosas y qué tipos de setas comestibles podemos encontrar. ¿Cómo recoger setas? ¿Cuáles son las mejores zonas
Cada año las circunstancias climáticas marcan la pauta acerca de mejor momento para recolectar setas, si bien existen ciertos lugares especialmente indicados para ello. También es importante tener en cuenta las distintas normativas sobre la recolecta de setas: cada comunidad autónoma fija las suyas a través de ordenanzas que se suelen actualizar cada año en función de distintos factores, creando, entre otras cosas, límites de recolecta por persona, así como demarcando en qué zonas es posible el acceso y bajo qué condiciones (por ejemplo, a veces es necesario el pago de una tasa).
Por eso, antes de planear tu escapada, consulta las condiciones a tu zona concreta. Las distintas web de gobiernos autonómicos recogen los textos completos en los que se detallan las reglas cada temporada, que a veces inciden también en cómo debemos recolectarlas: usando navaja, almacenándolas en una cesta para favorecer la caída de esporas al suelo que darán lugar a nuevos ejemplares en el futuro...
En general, la mejor forma de recolectar setas es hacerlo utilizando una navaja y evitando cortar el ejemplar de raíz, sobre todo si eres un micólogo aficionado. Aunque recogerlas a mano es posible y recomendable en muchos casos, la probabilidad de causar daños es mayor usando esta técnica. Una vez recolectada, coloca cada seta con el himenio (la parte inferior del sombrero) boca abajo sobre una cesta de mimbre. En cualquier caso, conviene evitar el uso de bolsas de plástico.
Además, debes tener claro qué setas son comestibles y cuáles son venenosas para evitar sorpresas desagradables: jamás debes introducir en tu cesta setas que puedan ser venenosas En caso de duda, lo mejor es preguntar a un profesional o simplemente no recolectarla. No hay que olvidar que algunos de estos hongos pueden ser potencialmente mortales.
En sitios web especializados como Fungipedia puedes acceder a información detallada sobre cada especie, así como analizar la imagen de cada una de ellas. Del mismo modo, la mayoría de espacios naturales preparados para la recolecta de setas cuentan con puntos de información y con profesionales preparados para aclarar cualquier duda.
Como punto de partida, algunas de las especies de setas comestibles más comunes son el champiñón silvestre (agaricus campester), la oronja (amanita caesarea), el boleto comestible (boletus edulis), el níscalo (lactarius deliciosus), el robozuelo (cantharellus cibarius), la trufa negra (tuber melanosporum), la seta de cardo (pleurotus eryngii), la seta de San Jorge (calocybe gambosa), la angula de campo (cantharellus lutescens) o la colmenilla (morchella esculenta).
En cuanto a las setas venenosas, huye de la cicuta verde (amanita phalloides), la matamoscas (amanita muscaria), la seta de Satanás (boletus satanas), el níscalo falso (lactarius torminosus), la cortinarius (en todas sus formas) o la russula emetica.
En cuanto a los mejores lugares de España para recolectar setas, desde Guía Repsol se recomienzan zonas como Ultzama, en el valle de Navarra. Esta zona, cercana a Pamplona, es especialmente conocida entre los aficionados a las setas por la variedad y calidad de los ejemplares que se pueden encontrar en ella, incluyendo trompetas, rebozuelos, gamuzas, amanitas gamuzas, palometas, carboneras y muchas más. Se trata de un área tan popular que desde 2007 existe una zona regulada donde se otorgan permisos y se ofrecen visitas guiadas, así como asesoramiento.
Otra de las zonas más conocidas para la recogida de setas es Navaleno, en Soria. En ella se dan más de 150 variedades distintas de hongos, y existe también un Centro Micológico que se define como un “aula” en la que informar al visitante sobre esta tradición, sus secretos y su relación con el entorno y el medio ambiente.
Berguedà, en Cataluña, es otra de las áreas que puedes visitar para la recolecta de setas. En ella la micología es parte importante de su economía y su tradición local, y existe incluso el Museu de l´Art del Bolet, donde podrás ver más de 200 cerámicas que reproducen distintos tipos de seta. También podrás visitar mercadillos semanales de setas, asistir a talleres y aprender sobre el universo de las setas desde el punto de vista gastronómico y científico.
No menos importante es la zona de Rabanales, en Zamora, donde existe un Centro de Interpretación de las Especies Micológicas, el más importante de España. De hecho, las setas de este área se han considerado las mejores de España. En la zona de Aliste, la recolección está sometida a una regulación estricta. Por último, Guía Repsol destaca el caso de Gorbea, entre Álava y Vizcaya: se trata sin duda de uno de los principales espacios de recolecta para los vascos. Eso sí, conviene tener cuidado porque, al tratarse de una zona muy montañosa con denso bosques, es posible perderse o sufrir un accidente.