Consigue enfriar bebidas rápidamente con estos trucos y consejos
Lucía SicreMadrid
Trucos para enfriar bebidas rápidamentePixabay
Si necesitas enfriar bebidas muy rápidamente para algún evento, toma nota de estos trucos y consejos
Pocas cosas sientan mejor en días de calor que una bebida helada. Lo malo es que las altas temperaturas también afectan a los productos que consumimos y, en función de dónde nos encontremos, es posible que nos topemos con dificultades para enfriar bebidas o para que éstas alcancen la temperatura que deseamos. ¿Cómo enfriar bebidas rápido? ¿Qué trucos existen para acelerar y mejorar este proceso?
Cómo enfriar bebidas rápido: 5 trucos para lograrlo
Si de lo que se trata es de enfriar latas o botellas (de cerveza, de refresco...), el truco más conocido, precisamente por su gran eficacia, es el de usar hielo, agua y sal. Simplemente une estos ‘ingredientes’ en un recipiente y añade las latas o botellas (sin pasarte, para que el enfriado sea más rápido). Es el truco más usado en playas, acampadas, campings... Sencillo, barato y muy eficaz.
Otro truco es el uso de papel mojado: moja papel de cocina o similar con agua, envuelve el envase de la bebida e introdúcelo en el congelador. Tus latas o botellas se enfriarán más rápido de este modo. Si además añades sal al papel mojado, el proceso se acelerará.
A veces basta simplemente con usar el congelador. Introducir tus bebidas durante un rato te permitirá enfriarlas mucho más rápidamente que en el frigorífico, aunque tendrás que tener cuidado y controlar el tiempo para evitar que botellines o similares puedan estallar. Este método funciona más rápido con botellines que con latas.
Si lo que necesitas es enfriar una botella de vino, la situación se complica un poco porque la clave se encuentra en alcanzar la temperatura óptima y no estropear sus propiedades por un mal enfriado. Los expertos aseguran que un espumoso (cava, champán...) debe consumirse a alrededor de 7ºC. En cuanto a los blancos dulces, la temperatura óptima sube un poco, hasta los 8ºC. Los vinos blancos jóvenes pueden beberse a 10ºC y, si han estado en barrica, mejor tomarlos a 12ºC. Los tintos, por supuesto, se beben a temperaturas más elevadas: el vino tinto joven se consume a alrededor de 9ºC, mientras que los crianza se saborean mejor a 15ºC. Los reserva y gran reserva, mejor a 17ºC. En cuanto a las formas de enfriar, el mejor truco es el del agua con hielo y sal.
En general, se desaconseja inducir una botella de vino en el congelador, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden afectar a las propiedades del producto. Otro método de enfriado con el que cualquier sumiller se llevaría las manos a la cabeza es añadir hielo al vino: es la forma más rápida y sencilla de destrozarlo. Por último, si quieres mantener el vino frío una vez abierto, lo mejor es usar un recipiente enfriador o una funda enfriadora.
Determinados materiales conservan mejor la temperatura. Por ejemplo, el cobre. De ahí que en coctelería se utilicen distintos vasos y copas creados a partir de este metal. El barro también conserva muy bien la temperatura (es un recipiente ideal para una cerveza bien fría), y un truco sobradamente conocido para ayudar a mantener el frío de la bebida es introducir en el congelador el recipiente (por ejemplo, la clásica jarra de cerveza).