Organiza catas de gin tonic en tu casa siguiendo estos sencillos pasos
Sigue estos sencillos consejos para organizar una cata de gin tonic en casa con todos los ingredientes necesarios
El jamón serrano es un gran maridaje, así como el marisco, ceviche, fruta dulce, ensalada y carne roja
Ojo con el hielo, no debe tener otros olores ni empezar a haberse derretido, nada de hielo blanqueado
Organizar una cata en casa puede ser un plan perfecto si tienes en mente una reunión con amigos o familiares distinta, instructiva a la par que divertida. Aunque puedes centrarte en cualquier producto, la cata de bebidas espirituosas es una de las modalidades más populares, y una de las que más posibilidades ofrece es la ginebra: existen múltiples variedades con aromas de toda clase, y toda una cultura en torno a qué sabores e ingredientes casan mejor con cada una de ellas. Si estás pensando en organizar una cata de gin tonic, toma nota de estos consejos.
¿Cómo hacer una cata de gin tonic en casa?
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Para organizar una cata de gin tonic en casa con éxito es importante tener en cuenta que será necesario rodearse de cierto instrumental básico; elementos que ayudarán a potenciar el sabor de cada referencia y a que podáis servirla (y degustarla) del modo que se merece. Además, deberás hacerte con los ingredientes necesarios para tus combinados (su elección dependerá de la bebidas que escojas), y no olvides la importancia del hielo: cada trago tiene sus propias reglas y un enfriado incorrecto o un exceso de agua pueden arruinarlo.
Estos son algunos pasos que debes tener en cuenta para que no quede ningún detalle pendiente:
- Elige qué ginebras vais a catar. Lo mejor es ponerte de acuerdo con tu grupo para que las referencias que adquieras sean del gusto de todos. También que sean variadas y, a ser posible, distintas de las ya conocidas: parte de la gracia de este tipo de eventos es descubrir nuevos sabores y romper con las reglas del gusto que veníamos sosteniendo. Por ejemplo, puedes incluir en tu lista opciones una ginebra clásica, una cítrica, una herbal, una floral, una especiada...
- Escoge los recipientes adecuados. La elección de la copa importa, y mucho, pero en este caso acertar es bastante sencillo. Bastará con una copa de balón, o bien un vaso de sidra. Quizás la mejor opción sería un vaso Old-Fashioned, muy similar al vaso de sidra pero más corto, perfecto para tragos más breves. Eso sí, evita el vaso de tubo en cualquiera de sus versiones.
- Ojo con el hielo. Los expertos coinciden en que el vaso y el hielo son quizás los dos factores más importantes para asegurar la calidad de un combinado. Es mejor que compres hielo para la ocasión para que éste no esté contaminado con posibles olores de otros productos en tu congelador. Además, es importante que el hielo no tenga agujeros (se derretirá antes) y que en el momento de utilizarlo su superficie no esté brillante (eso significa que ha comenzado a deshacerse). Si el hielo se ve blanquecino puede ser señal de que contiene impurezas. Ten en cuenta que el hielo no solo enfría, sino que equilibra el contenido de alcohol, pero debe hacerlo de forma gradual. Un truco es mantener bien fría la propia ginebra y la tónica (o cualquier otra bebida que pensemos utilizar en el combinado). Así el hielo durará más tiempo.
- Elige bien los aromatizantes, pero no te pases con su uso. En torno al gin tonic se han construido muchísimas bromas por la enorme variedad de aromatizantes que se llegan a utilizar para servirla. En este caso se aplica rotundamente la máxima del 'menos es más': a no ser que hayas escogido una mala ginebra cuyo sabor quieras camuflar (y suponemos que no es el caso), lo que necesitas es simplemente potenciar el sabor del destilado con pequeños toques. Es mejor quedarse corto que pasarse.
- La medida adecuada: 3 o 4 centilitros de ginebra. Puede ser de gran ayuda (y dará un toque muy profesional) hacerte con un medidor de cantidades. Existen kits de coctelería económicos que contienen este y otros elementos clave para una cata semiprofesional. Utiliza esta medida como estándar y trata de mantener un equilibrio con los aromatizantes que añadas. Si es necesario, ten a mano un recetario profesional y sigue sus pautas, especialmente en cuanto a proporciones y enfriado.
- Presta atención a los detalles. No se trata solo del sabor, sino de otras muchas cosas. ¿Cuál es la historia de cada marca? ¿Qué la hace especial? ¿Cuáles son los aromas que desprende? ¿Por qué su color y su opacidad o transparencia? Puedes usar algunas técnicas para ir más allá en el conocimiento de cada ginebra, como tener en casa muestras de aquellos aromas que en teoría desprende cada una de ellas para poder distinguirlos al oler el licor, pedir a cada amigo que estudie una de las marcas elegidas para que hable sobre ella, jugar a adivinar notas de sabor, analizar las tonalidades de cada una de ellas y compararlas...
- Olvídate de las prisas... y prepara un aperitivo de emergencia. Una cata es la excusa perfecta para un reunión larga y relajada, y es más que probable que en algún momento dado sea necesario llevaros algo sólido al estómago. Para no romper con el tono general, elige alimentos no muy fuertes y que combinen bien con cada ginebra. Lo expertos aseguran que el jamón serrano y el gin tonic son el maridaje perfecto. Si te parece demasiado arriesgado, pescado y marisco son una apuesta más convencional y segura. También acertarás con el toque dulce de la fruta, o incluso con carnes rojas para las ginebras americanas. Si quieres evitar preparar nada con un par de tragos en el cuerpo, servir un marisco fresco, un ceviche, una ensalada suave... son opciones que puedes tener listas de antemano, para que solo tengas que sacarlas de la nevera. Lo importante es que no falte de nada (y que nada corte el ritmo) para que la reunión dure tanto como os apetezca: una experiencia sensorial como la que proporciona una cata es incompatible con las prisas.