Europa es un continente lleno de encanto y cultura. Sus calles están llenas de historia y tienen la capacidad de reflejar a la perfección la esencia de cada ciudad. Las calles son más que zonas de paso, desde las chimeneas que se pueden observar, los edificios que las enmarcan o los jardines que las adornan pueden hacer que se conviertan en lugares encantadores.

Cuando se visita una ciudad, la belleza y calidez de sus calles hacen que la experiencia mejore. No siempre tienen que dar una lección de historia, simplemente pueden ser bellas por sus colores, por la vegetación que las rodea. En Europa se encuentran unas de las calles más bonitas, y en España, se destacan dos.

Este pueblo francés de la zona de Alsacia es literalmente un pueblo de cuento. De hecho, fue el pueblo que inspiró el precioso pueblo en el que vive Bella en el clásico de Disney, ‘La Bella y la Bestia’.

Su centro histórico está clasificado como zona protegida y ha sido restaurado varias veces hasta lo que se puede disfrutar hoy. Esta calle es el corazón de este pintoresco lugar. Sus casas están llenas de color, y se pueden ver numerosas tiendas, restaurantes y cafés.

La arquitectura de Helsinki es una maravilla, los finlandeses tomaron la decisión de alejarse de la influencia rusa por lo que tuvieron que inventar un estilo propio. Éste era una interpretación muy libre del art nouveau, aunque en Finlandia lo llamaron Estilo Nacional Romántico.

Las calles más destacadas donde se puede apreciar este estilo es el barrio de Katajanokka, especialmente en su calle más bonita, la calle Loutsikatu.

Esta calle se encuentra en el corazón de Burano, una de las islas más pintorescas de Venecia. Es famosa por sus casas de colores vivos, cada una tiene un color distinto y crea una postal viviente que enamora a todos los turistas.

Según cuentan, los pescadores pintaron sus casas de colores brillantes para poder reconocerlas fácilmente desde el mar en los días más nublados. Hoy en día, es una seña de identidad de la isla.

Esta es una de las calles más importantes y bonitas de Varsovia. Conecta la ciudad vieja con los barrios más modernos a través de la Ruta Real. Es una elegante avenida que combina edificios históricos que fueron restaurados tras la Segunda Guerra Mundial con comercios y lugares de ocio.

Pasear por esta calle es poder vivir de primera mano el contraste entre la Varsovia histórica y la actual.

Declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta calle está rodeada de canales y almacenes de ladrillo rojo. En ella se refleja el pasado portuario de Hamburgo y también, su arquitectura industrial del siglo XIX.

Al atardecer, se pueden ver las luces reflejándose sobre el agua haciendo del paseo por Das Wandrahmsfleet, una experiencia inolvidable.

Este barrio griego es un laberinto de calles estrechas que se encuentran al pie de la Acrópolis. Son calles adoquinadas, con casas blancas con toques de azul y rosa que recuerdan a la esencia de una isla griega en el centro de la capital.

Sus patios escondidos y rincones tranquilos son perfectos para explorar y poder disfrutar de la mezcla de historia y encanto mediterráneo que tiene este barrio tan bonito.

En la ciudad de Chester, se encuentra una de las calles más bonitas de toda Inglaterra. Esta calle, la principal de la ciudad, está bordeada con los edificios de estilo Tudor que tienen fachadas de madera en blanco y negro que siguen en pie desde la época medieval.

La calle está llena de vida, se pueden ver comercios, auténticos pubs históricos y pequeñas galerías. Es una combinación de historia y modernidad concentrada en una sola calle.

Esta calle de la capital letona ha sido escenario de muchas películas gracias a su belleza arquitectónica. Se encuentra en el casco antiguo de Riga y es conocida por sus edificios de estilo Art Nouveau y también por la atmósfera romántica y acogedora que transmite a sus visitantes.

Las fachadas de sus edificios están decoradas con complejos detalles y colores vibrantes. Esto la convierte en una de las calles más fotogénicas de la ciudad.

En España, en pleno casco antiguo de Jerez. Este callejón tiene un auténtico encanto andaluz. Sus edificios blancos decorados por macetas con coloridas flores, conecta diferentes patios de una antigua bodega, la González Byass.

Esta calle es de carácter privado, ya que es parte de la bodega, pero aquellos turistas que quieran visitarla, pueden visitar la bodega o incluso, quedarse a dormir en el Hotel Tío Pepe.

Esta calle es una de las imágenes más icónicas de Córdoba. Es un callejón empedrado que está adornado con macetas con geranios y flores muy coloridas que cuelgan de las paredes de sus edificios.

La belleza de la calle no se encuentra solo en la calle en sí, sino que al final de la misma, se puede disfrutar de una vista espectacular de la torre de la Mezquita-Catedral.