Cada vez que el otoño llega con sus ocres, marrones y amarillos, el paisaje se llena de carga afectiva. Todos podemos reconocerla. Entrado noviembre, nuestro ánimo se prepara para un tiempo más tranquilo, empapado de niebla y humedad, como si dijéramos. Esta época es una de las mejores para disfrutar de la naturaleza, antes de que el invierno haga uno poco menos agradables los paseos. Entre las muchas opciones de viaje que nos ofrece esta estación, hoy queremos decantarnos por los lagos. Por suerte, también en este particular le llevamos ventaja a varios países de nuestro entorno. España cuenta con una gran variedad de lagos y lagunas, muchos de ellos rodeados de senderos y bosques. En otoño se arreglan, se ponen bellos y a tiro para quienes vayan buscando escapadas amables.
Si buscas un lugar donde la naturaleza te deje sin palabra en pleno Parque Nacional de los Picos de Euripa, los Lagos Enol, Ercina (y el menos conocido Bricial) están rodeados de montañas y praderas que parecen sacadas de una postal. Muy cerca se encuentra el Santuario de Covadonga, un emplazamiento cargado de historia y espiritualidad que complementa perfectamente una jornada de naturaleza y cultura. Si buscas un destino que combine paisajes espectaculares y un toque de tradición, este es tu sitio.
Antonio Machado ya describió en sus Campos de Castilla este destino, un rincón muy recomendable para quienes buscan un paisaje de bosques y paredes de roca, en plenos Picos de Urbión. Si decides visitarla en otoño o invierno, no olvides llevar ropa abrigada. El paisaje se vuelve inclemente y se congela.
El Pirineo catalán esconde joyas como esta. San Mauricio es un emplazamiento perfecto para quienes buscan disfrutar de la montaña y del aire helado de sus cimas. La ruta por este lago situado en el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici permite abordar caminos que nos llevarán por las cascadas y valles glaciares. Son accesibles para todas las edades y niveles. Fuera de la temporada alta, es uno de esos entornos tranquilos que deja disfrutar a placer de su paisaje, sin gentíos ni masificación.. Satisfará a los más puristas, aquellos que ansían reencontrarse con una postal clásica de otoño y todos los tropos de la memoria afectiva: viento que silba a rachas, montañas, niebla y humedad.
Este lago de origen glaciar se encuentra al final de una ruta de senderismo que parte del pueblo de Valle de Lago, accesible desde Pola de Somiedo. Si queremos una ruta de dificultad moderada, es un lugar estupendo para empezar. Tene una duración aproximada de dos horas y media en cada sentido. Para quienes deseen prolongar la caminata, es posible combinar este itinerario con el de la braña de Sousas, que también parte de Valle de Lago. Se recomienda llevar agua y algo de comida, ya que no hay servicios durante el trayecto. Además, es aconsejable realizar la ruta por la mañana para aprovechar mejor la luz del día y el clima diurno.
Este conjunto de 15 lagunas forma uno de los humedales más bellos de España. Importante acertar el tiro y centrarse en las que permiten el baño: la Laguna del Rey, Colgada, Santos Morcillo, Salvadora, Redondilla y la de San Pedro. Estas zonas cuentan con playas y áreas habilitadas para el disfrute de los visitantes. En otoño, el clima obliga a cambiar el baño por el paseo, pero no desmerece en absoluto.
Como recomiendan las autoridades locales, no hay que dejarse embelesar únicamente por el paisaje. Es fundamental respetar el entorno natural: no arrojar basura, no dañar de ninguna manera la flora y fauna, y seguir las indicaciones de las guías. Las embarcaciones sin motor están permitidas, siempre que no interfieran con la vida silvestre. Las embarcaciones a motor y la navegación en ciertas lagunas, como Conceja, Coladilla y Cenagosa, están prohibidas.
Aquí hay varias rutas de senderismo a tener en cuenta: la Senda de los Monjes, un camino que conecta San Martín de Castañeda con el lago, o la ruta hacia la Laguna de los Peces, donde las vistas son de lo más impresionante que se puede encontrar por la zona. Para quienes aman la combinación grisácea de la playa y el otoño, la de Viquiella es la preferida de muchas familias. Platos locales: las truchas del Tera o el pulpo a la sanabresa, y para completar la visita, merece la pena dar un paseo por Puebla de Sanabria, uno de los pueblos medievales con más flow de Zamora. pueblo medieval lleno de encanto.