La Navidad en España no se limita a luces decorativas, villancicos y mercados populares. En muchos pueblos, estos días de diciembre se viven de una forma muy particular: las calles y plazas se transforman en escenarios donde las historias bíblicas hacen acto de presencia.
Los belenes vivientes se han convertido en una de las tradiciones más esperadas por muchos de quienes buscan vivir la navidad y sus tradiciones con un grado extra de realismo. Así, los propios vecinos se convierten en protagonistas de estas representaciones y recrean con extremo detalle escenas cotidianas de la época del nacimiento de Jesús. Aquí ya depende del mimo que cada pueblo y ciudad quiera ponerle al asunto: decorados hechos a mano, burros y mulas ‘de verdad’ que aportan el broche y hasta escenarios que recrean teatralmente momentos bien conocidos de los pasajes bíblicos.
Aquí no hay pantallas ni efectos digitales, solo personas que, con dedicación y cariño, hacen posible que podamos viajar en el tiempo por unas horas.
Uno de los belenes vivientes más importantes de Cataluña, con más de 40 años de historia que avalan el prestigio de un evento que se ha convertido en una auténtica mina turística por la fidelidad histórica con la que recrean dramáticamente algunas de las escenas clásicas que asociamos a la natividad.
Se han programado pases los días 22, 25, 26, 28 y 29 de diciembre, así como el 1 y 4 de enero de 2025, todos a partir de las 19:00 horas. La entrada general cuesta 8 euros; la reducida, para niños de 6 a 12 años, cuesta 4.
En la Sierra Norte de Madrid, Buitrago del Lozoya se ha consolidado como el referente de la Navidad por su belén viviente, uno de los más antiguos y prestigiosos de España, con más de tres décadas de vida. Saben que tienen una joya entre las manos. Ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico Regional
El recorrido comienza en la Plaza del Belén Viviente y se extiende a lo largo de casi 1,5 kilómetros por las calles del pueblo. Los visitantes pueden visitar 40 escenas que recrean momentos clave: el nacimiento de Jesús, la vida cotidiana de la época y la recreación del Templo de Jerusalén. La tradición es idéntica a la de tantos otros belenes vivientes: los vecinos participan, y la comunidad crea una experiencia que pueden disfrutar todos los que se decidan a acercarse, tanto los locales como los miles de visitantes que sienten curiosidad.
Cada Navidad, el casco antiguo de Peralta se convierte en un escenario que transporta a los visitantes a la Palestina de hace más de 2000 años con un realismo y una documentación que cuida hasta el más mínimo detalle. Un recorrido de aproximadamente un kilómetro en el que es posible encontrar representaciones de sinagogas, boticas, posadas, talleres de alfareros, molinos, hilanderas, lavanderas y, por supuesto, el pesebre ‘de toda la vida’. Cada espacio está cuidadosamente ambientado para reflejar la vida de la época, con una atención al detalle que no pasa desapercibida. Uno de los imprescindibles de diciembre.
Lo que hace único a este belén es su ubicación, ya que se desarrolla al aire libre en el monte El Viso, un entorno natural. Los vecinos se encargan de recrear con todo detalle el portal de Belén, las granjas de los pastores e incluso el castillo de Herodes. Para quienes deseen asistir, es importante ir bien abrigados. La representación se realiza al aire libre y en plena montaña. El acceso requiere subir una pequeña cuesta, pero esta es apta incluso para quienes van con carritos de bebé.
Las fechas confirmadas para este 2024 son el 25, 27, 28 y 29 de diciembre, así como el 1 y 4 de enero.
Otro viviente que puede competir en igualdad de condiciones y aspirar al trono de la Navidad (que no al de Herodes). Se celebra en el cerro de Altamira. Una vez más, todos los escenarios y el mimo que le ponen los vecinos merecen la pena por el grado de realismo extremo con el que se recrean las diferentes escenas de la natividad: la escuela, el establo, el castillo de Herodes, los pastores, soldados, lavanderas y una larguísima lista de personajes clásicos de los belenes que recreamos en casa a menor escala.
Fechas: 21, 22, 28 y 29 de diciembre y 4 y 5 de enero de 2025.
Este tiene un detalle que lo hace verdaderamente especial. Son los niños de la localidad cántabra los que protagonizan la representación del Nacimiento de Jesús. Se celebra desde 1959 y forma parte de la conocida 'Ruta de los belenes', que distingue a los mejores en su género. Otro elemento interesante es el cierre, con una chocolatada popular que ya se ha convertido en otro imprescindible de la fiesta.