Viajar es una gran experiencia, conocer nuevos lugares y culturas nos enriquece, pero el camino no es siempre sencillo… literalmente. Hay ocasiones en las que el vuelo es como un paseo, apenas se nota que los pasajeros se desplazan en el aire, pero hay otras en las que puede llegar a convertirse en una pesadilla, sobre todo si temes volar. Esto es lo que sucede cuando durante el vuelo hay turbulencias.
Agitados movimientos de cabina que son habituales y no deberían ser más que una molestia y no un motivo de preocupación, algo que no siempre es sencillo de racionalizar. En el mejor de los casos, un vuelo con turbulencias es desagradable, en el peor, un motivo de miedo para el viajero.
Las turbulencias están causadas por las condiciones meteorológicas, el avión se moverá de forma violenta por los cambios de velocidad y dirección de las corrientes de aire. Esto, para desgracia de tantos pasajeros, cada vez es más frecuente y por eso es cada vez más habitual encontrar turbulencias en los vuelos.
El aumento de las temperaturas globales puede ser el causante de esto, el cambio climático ha propiciado modificaciones que afectan también a los vuelos, porque ha producido cambios en los patrones de viento, aumenta la intensidad de las corrientes en chorro sobre el Atlántico Norte y se producen cambios en la temperatura atmosférica, hay una mayor variabilidad.
Conviene señalar, que aunque supongan un mal rato, las turbulencias no suponen un riesgo para la seguridad del avión, están diseñados para hacer frente a estas molestias y los pilotos conocen la manera de enfrentarse a ellas.
Hay rutas que son más propicias a las turbulencias, tal y como ha estudiado la web turbli.com y recogen en 20 Minutos. La web utiliza para clasificar las rutas la EDR o tasas de disipación de remolinos, que mide la intensidad de la turbulencia. Los vuelos más turbulentos de Europa, según esto, serían:
Esta web además nos permite consultar las turbulencias que se espera que tenga nuestro vuelo. Para muchas personas, saber a qué se enfrentan hace la experiencia más llevadera.
Las personas que temen este tipo de situaciones suelen afrontarlas como pueden, pero para que sean más llevaderas, pueden poner en práctica algunos trucos, como ir al baño antes del vuelo para evitar tener que levantarse, lo que podría provocarles un mareo o elegir el asiento que más seguro te haga sentir.
En caso de turbulencias, ponte el cinturón, para evitar golpes o caídas, y guarda los objetos personales. Durante todo el viaje recuerda la importancia de una buena hidratación, intenta distraerte y recuerda controlar la respiración en situaciones de estrés. Quienes además quieran estar prevenidos, pueden consultar esta web para hacerse a la idea del tipo viaje que les espera.